Dos investigadoras realizan análisis de un delfín varado. F. OCEANOGRÀFIC

Detectan una nueva cepa de un virus letal para los cetáceos en el mar Mediterráneo

Creen que «la variante fue introducida por un animal portador proveniente del Atlántico»

Martes, 25 de septiembre 2018, 22:58

Una nueva cepa del morbillivirus de los cetáceos, que en 1987 acabó con el 50% de los delfines mulares del Atlántico norte, ha sido detectada en el Mediterráneo por un equipo de investigación de la Fundación Oceanogràfic, en colaboración con la Universidad Complutense (Madrid), el Centro de Investigación en Sanidad Animal del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (CISA-INIA) y la Universidad de las Palmas de Gran Canaria. El hallazgo, que acaba de ser publicado en 'BMC Veterinary Research', forma parte de un estudio pionero sobre una extraña infección que, entre 1987 y 1988, combinaba neumonía, encefalitis y daños al sistema inmune, causada por un virus del género 'Morbillivirus', de la misma familia que los causantes del sarampión humano y de la peste bovina. «Desde entonces, ha provocado epidemias muy destructivas que han afectado a diferentes especies de cetáceos de todos los océanos, lo que le ha otorgado el título de ser el virus más letal para estos mamíferos. Se ha convertido en un problema cíclico de alcance global, cuya magnitud deja millares de cadáveres a su paso».

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En el último brote de 2011, tan solo en la Comunidad Valenciana, aparecieron varados 50 cadáveres en mes y medio. Sin embargo, a partir de 2012, «se detectó un cambio en el patrón de la enfermedad que, ahora se sabe, se debió a una nueva variante del virus, que circula por el Mediterráneo».

La novedad reside en que esta nueva cepa tiene un patrón diferente, ya que «a los animales que afecta tienen lesiones más graves» que los provocados por la variedad mediterránea, cuyo último brote fue en 2011. Pero, «por el contrario, no provoca plagas, sino que afecta a individuos solitarios», resumen desde la Fundación Oceanogràfic. De 1990 a 2011, «en el Mediterráneo solo registrábamos epidemias de morbillivirus, pero, a partir de entonces, empezaron a aparecer animales infectados de manera aislada», cuenta Consuelo Rubio-Guerri, coordinadora de investigación de la fundación. Al secuenciar el virus, detectaron que se trataba de una cepa distinta a las locales, pero idéntica a una descrita en el Atlántico.

La hipótesis es que «la variante del virus fue introducida en aguas del Mediterráneo por un animal portador proveniente de aguas atlánticas, que infectó a especímenes locales». También considera Rubio-Guerri que «no se trata de una colonización puntual y circunscrita a las costas españolas, sino que la cepa se ha asentado y está circulando en este mar», como prueba que se han encontrado casos similares en Francia e Italia.

«Con este estudio alcanzamos una mayor comprensión del virus y su capacidad de expansión, lo que nos permitirá avanzar en el conocimiento de la enfermedad», señala Rubio-Guerri, que indica como principales dificultades para entender esta enfermedad que «se da entre cetáceos salvajes, existe una alta mortandad entre los infectados y no se pueden plantear infecciones experimentales». Por ello, «la investigación se limita a la información de cadáveres varados en nuestras orillas». En concreto, a cinco animales muertos por el virus (entre 2011 y 2015) del total de los 322 recogidos en las costas valencianas desde 2010, en cuatro de los cuales se detectó la nueva cepa del Atlántico.

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