Borrar
Los ríos limpios

Los ríos limpios

EDUARDO LAFUENTE

Martes, 22 de octubre 2019, 21:37

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Como buenos españoles, todos solemos tener opinión de todo. En el caso que nos ocupa, después de la DANA (ex gota fría), ha resonado como un mantra «el ha habido muchos daños porque los ríos no estaban limpios», y quien más o menos se ha creído un reputado técnico de protección civil, un reconocido ingeniero hidráulico o un gran experto medioambiental.

Pues no, aunque tuviésemos los ríos como una patena de limpios, más o menos habría habido los mismos daños, como mucho se podría pensar que habrían afectado a sitios diferentes.

Primero deberíamos aclarar que tener los ríos limpios sin vegetación es prácticamente imposible. Si juntamos un clima cálido como el nuestro, con mucho sol y humedad abundante en los cauces, esto generará crecimientos de biomasa muy elevados. Un dato: si cortamos el cañaveral de un río, aproximadamente en 45 días tendremos la caña con una estructura similar. Si además pensamos que tenemos miles de kilómetros de cauces (ríos y ramblas), necesitaríamos de decenas de máquinas cortando cañares a la vez, y esto supondría un gasto de millones de euros con además un efecto muy limitado en el tiempo.

Aunque los hubiésemos tenido como una patena, habríamos sufrido daños similares durante la pasada DANA

Otro efecto que produce esta ausencia de vegetación (aunque sea temporal) es que la velocidad del agua se eleva mucho, lo que hace que arrastremos el problema a otro lado y además, al no tener vegetación, hacemos que las motas sean mucho más inestables. Resumiendo, además de inviable económicamente tampoco valdría para nada.

En el siglo pasado la visión para la gestión de inundaciones era solo una ingenieril. Había que confinar los ríos entre grandes motas, quitar curvas y meandros y aumentar la velocidad del flujo.

Sería de necios negar que gracias a las infraestructuras ejecutadas en las últimas décadas los daños en la pasada riada se redujeron en gran medida, pero no queda mucho margen para este tipo de actuaciones. No podemos construir una presa en cada rambla o subir la altura de las motas indefinidamente. Tampoco es posible hacer presas en el Campo de Cartagena por motivos físicos.

El problema de las inundaciones no es solo particular de España y en los últimos años, tanto otros países afectados como la propia Comisión Europea, están optando por un cambio de paradigma en la gestión de las inundaciones. Las soluciones basadas en la naturaleza en nuestra cuenca podrían ser tremendamente útiles: la instalación de vegetación de ribera que actuara de filtro para la contaminación y redujera la velocidad de agua y el flujo de sedimentos; la restauración de las llanuras de inundación abriendo los cauces, la permeabilización de las ciudades, etc.

Es indudable que deberá hacerse un análisis de todo este tipo medidas que deben ser complementarias a las obras de infraestructura ya que estas nunca podrán asegurarnos la total seguridad ante las inundaciones.

Así que, por favor, dejemos eso de tener ríos limpios y huyamos de gurús que nos ofrezcan soluciones fáciles a problemas muy complejos. Ya lo saben; si en la próxima cena de Navidad su 'cuñado' o su 'cuñada' les dicen que los ríos tienen que estar limpios, contesten con que un río con vegetación es un río limpio.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios