Proponen crear un cinturón verde para mejorar la calidad del aire en Alcantarilla

Recuperar el histórico paraje del Agua Salá es el punto de partida de un proyecto que ha elaborado el PSOE de Alcantarilla, con la colaboración de técnicos medioambientales y ONG conservacionistas, para generar un cinturón verde alrededor de la localidad que ayude a combatir la contaminación atmosférica del municipio, uno de los más afectados de la Región por este creciente mal. Además, la iniciativa busca revitalizar este espacio, en la margen derecha del río Segura y junto a enclaves tan importantes para la localidad como la ermita de la Virgen de la Salud, el Museo Etnológico de la Huerta, la Rueda de Alcantarilla y el Acueducto de los Arcos, como zona de ocio dirigida a toda la familia.

En una primera actuación, los socialistas proponen reforestar el meandro en el que se ubica la Fuente Amarga con especies de árboles de ribera y matorral bajo autóctono, para frenar la erosión, aumentar la capacidad de absorción de CO2 y contribuir a disminuir la temperatura e incrementar la humedad, explica Miguel Ángel Sánchez, uno de los asesores técnicos de este proyecto, que recuerda que hay estudios que demuestran que la abundancia de vegetación ayuda a reducir la temperatura hasta en 2 o 3 grados. Para su elaboración, también han contado con las recomendaciones de Ecologistas en Acción, que aconseja reforestar la zona con especies amenazadas como el olmo y el fresno, así como con arbustos con valores históricos, como tarays o mimbreras. «La revegetación de este paraje sería el punto de partida de un cinturón verde que queremos que se extienda por los alrededores del término municipal en los terrenos y espacios públicos del municipio. Este cinturón contribuiría a mitigar el efecto que generan en la calidad del aire las partículas PM10 procedentes del elevado trasiego de vehículos que soporta Alcantarilla, debido a que el municipio está rodeado por la autovía A-7 y la de El Palmar (MU-30), y la actividad industrial», apunta el socialista Francisco Saavedra.

La segunda fase del proyecto sería la puesta en valor del Agua Salá para convertirlo en un espacio para el deporte y la salud e, incluso, apuntan, «habilitar un itinerario peatonal que lo conecte con el casco urbano». La iniciativa contempla poner en marcha huertos urbanos para fomentar la agroecología y las tradiciones huertanas, con talleres para niños y adultos. Así como introducir frutales tradicionales y con pocos requerimientos hídricos como moreras, membrilleros, jinjoleros e higueras, entre otras.

El equipo técnico también propone instalar un observatorio de aves con información sobre las especies presentes, rehabilitar la zona de recreativa e instalar aparatos de musculación y columpios. «La financiación se buscaría en Bruselas y en las administraciones central, regional y local», plantea Saavedra.