Jesús Rodríguez: «El poder económico es el que debería dar un golpe de timón»

Tras décadas fotografiando el patrimonio natural y cultural del Noroeste y defendiéndolo en asociaciones como Descubriendo Moratalla y Caralluma, Jesús Rodríguez ya no espera a que el periodista le formule la primera pregunta para afirmar directamente: «Está la cosa tan mal que estoy casi deprimido».

-¿Por qué?

-Porque se ven cada vez menos pájaros. Se ven poquísimos. Aquí en Moratalla, en un sitio del interior que se supone que debería estar bien conservado, las aves están, sin embargo, desapareciendo.

-Usted ha tenido que compaginar la vocación de naturalista con su actividad profesional como funcionario.

-Sí, mis dos actividades principales fuera del trabajo siempre han sido la naturaleza y, por otra parte, el deporte. La puerta de entrada fueron las aves, y luego se extendió a todo, incluso a la historia, a la arqueología y a la geología, a todo. A la ecología en general. De forma profesional, afortunadamente, no me he dedicado nunca a esto o habría acabado frustrado.

-¿Por qué?

-Porque me consta que hay muchos profesionales del medio ambiente, como agentes forestales, técnicos,... que ven cómo sus ilusiones se las van destrozando poco a poco los políticos y los planes de quienes tienen el poder económico. Hay un vídeo filmado el mismo día de la macro manifestación del 30 en Cartagena por el Mar Menor en el que se ve cómo se rotura, probablemente de manera ilegal, el último terreno virgen que quedaba al lado de las salinas de Marchamalo para dedicarlo a la agricultura. Cuando allí se presente un agente medioambiental o un técnico, ¿cómo se le queda el cuerpo al verlo y saber que da igual que lo denuncien porque no va a pasar nada?

-¿No confía en que pueda producirse un punto de inflexión que nos conciencie a todos a partir del desastre en el Mar Menor?

-Hace mucho tiempo que también estoy bastante desencantado del tema de la concienciación. Pero en cualquier caso sí es verdad que la afluencia de gente a la manifestación da un poco de esperanza de que al menos en la zona del Mar Menor se pueda intentar remontar un poco, porque estamos en las últimas ya. Luis Ramírez, que fue el jefe del Departamento de Ecología de la Universidad de Murcia y un poco el padre de todos los ecólogos de cierta edad de la Región, decía que «un pesimista es un optimista bien informado». Y yo veo que cumplo bien esa imagen, porque yo no le veo a esto ya ninguna posibilidad casi de remontar.

-¿Qué debería ocurrir para que esto no fuese así?

-La sartén por el mango no la tienen los políticos, sino el poder económico. Así que es el poder económico el que debería pegar un golpe de timón muy fuerte a esto o no hay nada que hacer.

-Y los ciudadanos, ¿hay algo que podamos hacer, como más manifestaciones, cambiar nuestras pautas diarias...?

-La manifestación sobre el Mar Menor puede ser un punto importante pero, en general, creo que ya es tarde. Hace 30 o 35 años cuando la educación ambiental tenía fuerza, cuando había mucha gente que se dedicaba a educación ambiental, sí era el momento en el que los ciudadanos podían ir concienciándose para conseguir que la situación se dirigiese hacia otro lado. Pero, en realidad, si le das un golpe de timón brusco a un trasatlántico, apenas se mueve. Hay cosas que no son de un día para otro ni se pueden hacer en diez años o en veinte, sino poco a poco. De golpe no puedes suprimir el diésel sin más, como decía la ministra de Transición Ecológica cuando entró, porque hay que tener en cuenta muchas cosas, como la injusticia de dejar a gente sin su medio de vida mientras consientes que otros tipos de transporte contaminen más o la necesidad de contar con alternativas.

-¿Cómo sería un panorama realista para hacer los cambios necesarios?

-Lo que tengo claro es que tendría que ser el poder económico el que viera que esto hay que cambiarlo. El exvicepresidente de Estados Unidos Al Gore, que después se dedicó en parte a la ecología, decía que había que empezar a cambiar la economía para que dejase de basarse en la destrucción del medio ambiente y empezar a basarla en la recuperación del medio ambiente. Esto hace 20 o 15 años tenía mucho sentido, pero ya no sé si es posible, aunque hay expertos que dicen que todavía estamos a tiempo.

-Desde luego está muy pesimista.

-Ya te digo que yo lo veo así, sí.

-Y con lo que nos queda en la Región de Murcia, ¿qué podemos hacer?

-Por ejemplo, todas las zonas que forman la Red Natura 2000, que eso en general es lo mejor conservado de la Región, hay que esforzarse en la medida de lo posible por mantenerlas e implementar sus planes de gestión. Emplearse a fondo con los espacios de la Red Natura 2000 sería un punto importante. Entre ellos está el Mar Menor, por ejemplo, y todo el litoral.

-¿Qué rincón le gusta más de la Región de Murcia?

-Me gusta especialmente mi pueblo, Moratalla. El Campo de San Juan, por ejemplo, y todas las sierras que lo rodean, la sierra de Villafuerte y Revolcadores. Todo ese macizo incluye precisamente una ZEPA [Zona de Especial Protección para las Aves] y tres zonas de especial conservación. O sea, que buena parte de toda esa zona ya está dentro de la Red Natura 2000.

-¿Qué es lo que más le gusta de esos espacios?

-El paisaje. Y también que conozco bastante de la historia de la gente que ha vivido desde hace 10.000 años ahí, y conozco bien la geología de la zona. Todo eso me gusta mucho. Además me gusta la parte alta del Río de Segura, que también coincide con otra zona de especial conservación, y con buena parte de ese espacio igualmente dentro de Moratalla. Del embalse del Cenajo hacia abajo, toda esa zona me parece muy interesante también.