Alfonso López Segura con el Valle de Ricote a sus pies. Edu Botella

'Juanolo': «Ojalá el problema del medio ambiente fuera una broma»

«Lamentablemente, no parece que esto sea cosa de cuatro científicos chiflados que se dedican a derretir glaciares a escondidas», afirma el actor de la compañía del Centro Escénico Pupaclown Alfonso López Segura

G. S. FORTE

MURCIA.

Martes, 3 de diciembre 2019, 21:04

Hay pocos gestos tan importantes en la vida como extraer una sonrisa a un niño, porque es como hacer un guiño al futuro que nos precederá. Y hay pocas cosas tan trascendentes como cuidar del medio ambiente, porque ese es el entorno que respirarán esos críos, ya mayores, cuando se queden solos, sin nuestra compañía. Así que la sensibilidad de quien busca su sustento en la alegría de los pequeños no puede estar muy lejos del compromiso por cuidar de la naturaleza. Ambas parecen caras de un mismo deber humano. Alfonso López Segura ('Juanolo'), cuentacuentos y actor de la compañía del Centro Escénico Pupaclown (iniciativa en la que durante muchos años administró sonrisas a los pequeños ingresados en el Hospital Virgen de la Arrixaca), quizá sea uno de esos seres humanos que pueden demostrarlo.

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-¿Me confirma que tener la conciencia necesaria como para formar parte de proyectos que buscan la sonrisa de los niños va unida a una especial conciencia medioambiental?

-Pues no necesariamente. Yo no pertenezco a ningún colectivo ni a ninguna organización en defensa de la naturaleza y el medio ambiente. Pero es cierto que sí me considero concienciado medioambientalmente y comprometido con todo lo que eso conlleva, a la vez que también veo las muchas contradicciones que cometo en mi día a día. Mi infancia en un ambiente rural, con largos veranos en bicicleta entre huertos y veredas, me hicieron sentir muy de cerca el contacto con la naturaleza. También los campamentos vividos en La Toba y en la comarca de la Sierra de Segura ayudaron a formar esa conciencia y valorar lo mucho que nos regala la naturaleza.

«Solo los grandes 'lobbies' industriales no se están tomando esto en serio de manera muy interesada. Necesitamos un cambio de modelo»

-¿La lucha por promover una conciencia medioambiental está presente en los espectáculos que preparan?

-En nuestra trayectoria teatral no hemos creado un espectáculo con ese objetivo específico. Pero los cuentos clásicos que recreamos en nuestros espectáculos están muy ligados a la naturaleza. En ellos el centro de la acción casi siempre se desarrolla en el bosque. Mucho antes de salir al campo y crear ciudades, nuestros antepasados vivieron en los bosques, esos lugares mágicos y maravillosos donde habitan seres fantásticos que nos transmiten sus enseñanzas. La magia, los valores y la fuerza de aquellas historias siguen estando vigentes.

-¿Cree que la sensibilidad con la naturaleza que tienen los niños se pierde en muchos casos cuando se hacen adultos?

-Desgraciadamente sí tengo esa percepción. En los colegios se hace una labor muy importante de concienciación con los niños; sin embargo, creo que en los institutos y en las universidades la cosa pasa a un tercer plano o incluso desaparece. Y de adultos nos dejamos llevar por esta sociedad de consumo desmedido que nos invade. La industria utiliza todo su potencial publicitario, nos empuja y nos crea unas necesidades irreales. Un ejemplo concreto que me sugiere este tema es la industria textil, que es de las más contaminantes del planeta. Nuestro consumo de ropa y calzado no parece sostenible.

-¿Nos estamos tomando el medio ambiente a broma?

-Ojalá todo fuera una broma, un buen chiste del gran Gila, entonces seguro que llamaría por teléfono a la Cumbre del Clima y diría aquello de: «¿Está el presidente? ¡Que se ponga!» Y se lo explicaría con su sabiduría popular. Pero lamentablemente no parece que esto sea cosa de cuatro científicos chiflados que se dedican a derretir glaciares a escondidas. Hace unos días el Parlamento Europeo declaró la emergencia climática, la comunidad científica lleva años avisando de la necesidad de actuar ya, las evidencias son cada vez mayores, solo los grandes 'lobbies' industriales se lo están tomando a broma de manera muy interesada. En mi opinión, el cambio de modelo que necesitamos es ya incuestionable.

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-¿Y usted tiene en su día a día presente algunos hábitos de cuidado del medio ambiente?

-Sí, entiendo que para lograrlo necesitamos un esfuerzo colectivo. Yo procuro tomarme en serio aquello de empezar por uno mismo, me hace sentirme bien como ciudadano.

-¿Cree que tenemos algo de especial en la naturaleza de la Región de Murcia?

-La península ibérica se caracteriza por su gran diversidad paisajística y medioambiental y aquí, en este rincón del Sureste, tenemos una buena prueba de ello. En apenas cien kilómetros podemos ir de playas como Calblanque o Calnegre a las sierras del Noroeste en Caravaca y Moratalla, los viñedos del Altiplano en Yecla y Jumilla o a las tierras alta de Lorca, pasando por el Campo de Cartagena, la huerta de Murcia o la impresionante riqueza de Sierra Espuña. Sin mirarnos mucho al ombligo y sin caer en una falsa modestia, creo que esta tierra de contrastes tiene muchas cosas especiales. Aunque un capítulo aparte merecería la lamentable realidad del Mar Menor.

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-¿Le gusta escaparse a la naturaleza?

-Sí, siempre he sido aficionado a las excursiones por la naturaleza, me da igual la estación del año y a veces me gusta repetir e ir a los mismos lugares en las diferentes estaciones.

«El Valle de Ricote es un lugar especial, con alma y una personalidad propia»

Si le dan a elegir un rincón natural de la Región de Murcia, Alfonso López se queda con el Valle de Ricote. «En su conjunto creo que es un lugar especial. Tiene alma y una personalidad propia», explica. «Me transmite una belleza natural: la calma de sus pueblos, la fuerte presencia del río Segura abriéndose paso entre los huertos de naranjos y limoneros, con las palmeras sobresaliendo en el paisaje».

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