Francisco Tomás Barberán: «Es evidente que nuestra costa no está igual que cuando éramos niños»

–¿Este interés por el medio ambiente es fruto de su condición de investigador?

–Todos los científicos tenemos conocimiento de investigaciones que vienen señalando los problemas derivados del efecto del hombre sobre el medio ambiente. En mi caso el interés medioambiental no ha estado directamente relacionado con mi campo de investigación. Es una experiencia vital. Todos los que tenemos unos años y nos gustan las actividades relacionadas con el medioambiente hemos sido testigos de su deterioro. En la costa es evidente que ya no es lo mismo que cuando éramos niños.

–¿Cuánto de respeto al medio ambiente tiene nuestra forma actual de producir alimentos?

–Se ha mejorado mucho y existen tecnologías que permiten la producción de alimentos de mucha calidad y a un precio asequible. En el consumo de agua de riego, por ejemplo, se han sustituido prácticas insostenibles de producción por técnicas más eficientes. Habría todavía que mejorar y considerar el impacto sobre el medio ambiente de los sistemas de producción actuales a medio y largo plazo. Es necesario mejorar todavía el reciclado de materiales y agua para agricultura y para la industria alimentaria, y también evitar los problemas que se han observado en el entorno del Mar Menor.

–¿Cómo afecta a la naturaleza el abandono de los antiguos usos alimenticios propios de esta zona?

–La agricultura y la piscicultura se han industrializado para aumentar la producción, ser competitivos y asegurar alimentos para todos. Estos nuevos procesos industriales tienen que ser controlados y someterse a reglas estrictas de producción y de gestión de residuos que permitan llevar a producir un efecto mínimo sobre el medio ambiente.

–¿Cómo podríamos comer ahora de una forma más respetuosa con el medio ambiente?

–Tendríamos que aplicar en nuestras casas los principios de la economía circular, que se basan en las tres erres: reparar, reciclar y reutilizar. Esto llevaría a una mejor gestión y conduciría a disminuir los desechos, a aprovechar mejor los alimentos y a reciclar los envases.

–¿Los nuevos alimentos tienen en cuenta la tendencia a una mayor preocupación por el cuidado de la naturaleza?

–Hay actuaciones que ya se están realizando que denotan un interés cada vez mayor en el cuidado de la naturaleza. Aunque todavía resultan insuficientes, sí hay una tendencia en todo el sistema de producción de alimentos a tomar medidas para preservar el medio ambiente. Un ejemplo claro es la disminución del uso de bolsas de plástico en los supermercados. Hay empresas que ya han optimizado sus procesos para disminuir su huella de carbono, lo que utilizan como un atributo de calidad medioambiental. Esta etiqueta de respeto al medio ambiente tiene cada vez más importancia para los consumidores

–¿Aprovecha sus conocimientos científicos para comer usted mejor que la media?

–Los conocimientos científicos en nutrición indican que la dieta mediterránea aporta unos beneficios indudables para la salud. Así que mantener los hábitos alimentarios de nuestra alimentación tradicional supone que nutricionalmente comemos mejor que los que no siguen esta dieta. Por eso en mi familia estamos muy concienciados de seguirla. Los alimentos de origen vegetal forman parte fundamental de nuestra dieta mediterránea. Su producción debe estar asociada a un compromiso de respecto al medio ambiente y que fomente la conservación de un entorno mediterráneo de paisaje de fauna y flora que también tiene que ver con las bondades de la dieta mediterránea y con disfrutar del medio ambiente en actividades con la familia y con amigos al exterior. En mi casa también sabemos el efecto negativo sobre el medio ambiente de un consumo de alimentos inadecuado e insolidario. También estamos concienciados para reciclar los envases y tratamos de adquirir alimentos con envoltorios más respetuosos con el medio ambiente. Esto es fundamental para evitar la presencia de plásticos y microplásticos en nuestras aguas y en nuestros campos.

–¿Cree que la sociedad murciana está cada vez más concienciada en la sostenibilidad del planeta?

–La sociedad murciana está poco a poco avanzando hacia una conciencia de necesidad del sostenimiento medioambiental del planeta. Murcia ha sufrido episodios muy relevantes que han demostrado la fragilidad de nuestro ecosistema. Un ejemplo son los residuos mineros en Portmán, y otro mayor son los problemas reiterados con la sostenibilidad del Mar Menor debido a multitud de factores que el hombre ha propiciado. Esto ha llevado a que los murciamos estemos muy sensibilizados con la sostenibilidad del planeta y en especial con la de nuestra región donde todos somos protagonistas importantes en esta sostenibilidad. Esta sensibilidad hay que continuar manteniéndola mediante diferentes acciones para que no se nos olvide lo que ha ocurrido con el Mar Menor.

–¿Qué actuaciones realiza en su día a día para favorecer nuestro entorno natural?

–Mis 'hobbies' están relacionados con el mar. Informo a las embarcaciones de los problemas de fondear sobre posidonia. Es algo en lo que tenemos que tomar ejemplo de los proyectos para salvarla en Baleares, porque se trata de una planta acuática esencial para el mantenimiento de la calidad del agua de nuestras costas y el mantenimiento de los ecosistemas. También hemos propiciado pequeñas campañas de recogida de plásticos en la costa, que es una medida muy importante para la concienciación de la sociedad. También hemos organizado conferencias para informar y sensibilizar de la urgencia de revertir el deterioro de nuestras aguas y conservarlas para las futuras generaciones.

–Elija un entorno natural de la Región de Murcia.

–La Reserva Marina Cabo de Palos-Islas Hormigas. Supone un ejemplo de conservación. Debería haber más espacios de este tipo para contrarrestar el efecto del hombre. Una reserva marina es una imagen perfecta de lo que era nuestro mar hace cincuenta años.