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Jorge Gómez con algunas reproducciones de su trabajo. Alfonso Durán / AGM
Jorge Gómez: «Bendita sea Greta Thunberg»

Jorge Gómez: «Bendita sea Greta Thunberg»

«Los intereses bastardos de mucha gente poderosa van en contradicción con el medio ambiente», afirma el historietista, pintor y bombero

G. S. FORTE

MURCIA.

Martes, 15 de octubre 2019

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El historietista Jorge Gómez (Murcia, 1964), famoso por las series 'Los Mendrugos' y 'Lucía, gabinete de sexología' de la revista satírica 'El Jueves', que elabora junto a su pareja artística Juan Álvarez, es casi un obseso del color, de la luz, de la imagen. Mientras espera al encuentro con este periodista reconoce que ha estado observando con detenimiento «el efecto luminoso» que los rayos de sol proyectaban en una silla: «He pensado en hacer una foto para tenerlo, porque a lo mejor luego lo uso para alguna historieta. Todo vale», sentencia. También la tecnología: «Los móviles me han abierto una puerta a la inmediatez». Aunque no ha dejado de pasar horas a la intemperie pintando al natural multitud de rincones de la naturaleza regional. Esta faceta, la de pintor realista de paisajes de este dibujante, y además bombero, es una pasión que desborda su lenguaje y se lee perfectamente en sus ojos mientras la describe.

-¿Pesa más su parte artística o su interés por la naturaleza?

-Muchas veces lo que quiero es visitar lugares con puestas de sol donde todo cambia. Vivimos en un lugar donde la luz lo impregna todo y se producen colores y contrastes verdaderamente primorosos. A mí siempre me han apasionado los lugares que tenemos, y que mucha gente desconoce. No hace falta viajar a paraísos lejanos. En esta región siempre los has podido encontrar en el Mar Menor o en cualquier roquedo de nuestra costa, mucha de la cual es virgen, y también en el interior.

«No soy científico, pero en mis acercamientos a la costa constato que el mar está subiendo»

-¿Hace falta una especial sensibilidad medioambiental para pintar la naturaleza o es un motivo más?

-A mí es que me apasiona el mar. Es una puerta abierta, sin obstáculos, en continuo movimiento, cambiante... Me llama, me inquieta, me alucina, me serena. Es un compendio de sensaciones que me parecen brutales. Por eso me llama mucho la atención. Y el movimiento del agua es muy complicado plasmarlo en una pintura.

-¿Lo capta pintando al natural?

-Son muchos años de observar. Algunos parten del natural, pero a veces hay temporal y no se puede. No es la primera vez que la paleta se me ha caído al agua por una ventolera. Yo hago fotos, tomo apuntes y, a partir de ahí, hago mi pintura.

-¿Busca principalmente lugares de la Región de Murcia?

-Es lo que tengo a mano y soy de aquí. Y se da la circunstancia de que dentro de toda la costa mediterránea, Murcia tiene afortunadamente muchísimos kilómetros de playas que no están estropeadas ni dañadas por la mano artificial humana. Ojalá siga manteniéndose así, pero los intereses bastardos de mucha gente poderosa va en contradicción con el medio ambiente. No sé lo que va a pasar como no nos lo tomemos en serio. La naturaleza ya nos está dando avisos, ya no solo son los científicos. El fenómeno de DANA reciente, que ha sido brutal, ejemplifica esto.

-¿Todo esto lo está percibiendo en el campo?

-Sin duda. No soy científico, pero en mis acercamientos a la costa sí constato que el mar va subiendo, hay menos playa. Es una realidad, por mucho negacionista o primo de un grande mandatario que dice que eso es una patraña.

«Ya no solo es algo que dicen los científicos: la naturaleza ya nos está dando avisos»

-¿Su trayectoria en pintura, en la que se ha formado con artistas muy potentes, queda ensombrecida por su faceta de historietista?

-Aparte de la cantidad de colegas que hay aquí, que paradójicamente son más conocidos fuera, mi maestro en la pintura realista es Antonio López. Tengo la suerte de coincidir con él algunas veces en Madrid, donde voy a su estudio. Él ha estado doce años pintando desde una torre de prácticas de bomberos en Vallecas, donde encontró una vista interesante. Yo fui para allá y posiblemente le llamó mucho la atención mi condición de bombero. Tenemos muy buena relación.

-¿Se necesita una especial sensibilidad medioambiental para ser bombero?

-Puedo hablar por mí, y sí, es así. Los bomberos amamos los deportes acuáticos, los de montaña... A veces tienes que intervenir en un rescate en la naturaleza y ahí te ayuda estar contacto con el medio ambiente. Efectivamente, muchos de mis colegas bomberos son navegantes o buceadores. Yo mismo soy buceador, hago escalada, hago montaña. En fin, todos tenemos un montón de aficiones que tienen mucho que ver con la naturaleza. Y sí, somos bastante militantes en beneficio del medio ambiente, porque es lo justo y lo necesario.

-¿Percibe en los jóvenes otra relación con el medio ambiente?

-Creo que sí. Con las nuevas tecnologías, con sus defectos, se pueden promover acciones que antes no eran posible. Eso crea conciencia y me parece, y espero no equivocarme, que la gente joven se lo toma más en serio. Espero que la gente y los poderosos reciban el mensaje. No se puede estar mirando continuamente la rentabilidad cortoplacista. Sencillamente es que si no se puede vivir en este planeta morimos, ¿habrá algo menos rentable que eso? Hace poco habló sobre esto Harrison Ford en una cumbre sobre cambio climático. Me parece que hace mucha falta gente así. Como esa chica sueca, Greta Thunberg. Bendita sea esa chavala, a la que están sacando 20.000 diabluras. Ella lo que entiende es que hay que cuidar el medio ambiente. Es algo genuino, algo sencillo. Las cosas sencillas son las que verdaderamente importan.

-¿Qué se considera más: artista, dibujante, bombero naturalista, o no tiene sentido planteárselo?

-Son etiquetas. Yo, como mi amigo Carlos Jiménez, que es dibujante, quiero mirarme por la mañana al espejo sin ruborizarme. Soy una persona con inquietudes que intento plasmarlas. El campo de batallas en el día a día con lo que tienes y la gente que tienes, que verdaderamente importa. Hay un proverbio africano, posiblemente muy gastado pero muy bonito, que dice que mucha gente pequeña, en pequeños sitios haciendo pequeñas cosas puede cambiar el mundo. Mi colega Pedro Vera diría que es un 'ranciofact'. Pues lo será, pero le veo mucho sentido. Y si lo extrapolamos al medio ambiente creo que es muy acertado.

«Quizás hacer esto también tenga algo de reivindicativo»

«Lo que yo quiero es compartir sensaciones con quien se acerca a ver mis pinturas», responde Gómez cuando le preguntan si su afán por pintar la naturaleza de la Región tiene algo de reivindicación. Seguidamente reconoce: «No pretendo hacer ninguna bandera, pero posiblemente sea también algo reivindicativo por el hecho de mostrar lugares completamente alucinantes que tenemos muy cerca de casa, que pueden perderse en cualquier momento y que tenemos que acostumbrarnos a respetarlos y a cuidarlos».

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