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Nueva plantación experimental de turma o trufa del desierto ('Terfezia claveryi'), en la Finca Torrecillas.
La revolución en  el campo para los secanos, a ensayo

La revolución en el campo para los secanos, a ensayo

Inscritas desde septiembre en el Consejo de Agricultura Ecológica de la Región de Murcia las 92 hectáreas de la Finca Torrecillas, este mes de octubre este proyecto ecoturístico en fase de expansión ha sumado a su producción (almendras, olivas, algarrobas, uvas, higos, granadas y aloe vera) las trufas del desierto o turmas. Un hongo llamado 'Terfezia claveryi' que, junto a 'Picoa lefebrei', se da de forma natural en estas tierras enmarcadas en la cara sur del Parque Regional de El Valle y Carrascoy, incluido en la Red Natura 2000 por ser Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

PEPA GARCÍA

Viernes, 17 de junio 2016, 09:52

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Finca Torrecillas y la UMU ponen en marcha una plantación experimental de cultivo ecológico de trufas del desierto en territorio de la Red Natura 2000

Media hectárea de estas tierras idóneas para que dé sus exquisitos frutos este hongo, cuentan desde la semana pasada con 500 ejemplares de 'Helianthemun almeriense', especie con la que se asocia este hongo simbionte para hacer posible la supervivencia de ambos tipos de planta. La nueva plantación servirá de laboratorio de campo al grupo Micología-Micorrizas de la Facultad de Biología de la Universidad de Murcia y también a Paco de Lara, socio de Finca Torrecillas, que quiere testar la producción de turmas que puede extraer de este cultivo en sus tierras «con un manejo mínimo como retirar las malas hierbas, rotar el terreno, evitar el acceso de conejos y jabalíes, y dar algún riego de auxilio en caso de que no llueva en los momentos cruciales para que se produzca la fructificación del hongo», destaca Paco de Lara, convencido de que la conservación de este espacio es compatible con su aprovechamiento económico.

'Quid pro quo'

Este ensayo científico que comparten la UMU y Finca Torrecillas es fruto de la colaboración mutua. «Nosotros suministramos al grupo Micología-Micorrizas de la Facultad de Biología suelo para que su 'spin-off' Thader Biotechnology cultive los plantones que luego vende a los clientes interesados en cultivar estas trufas y a cambio nos han cedido la planta para hacer este ensayo», explica De Lara, que también recibirá del grupo de la UMU liderado por Asunción Morte las «indicaciones adecuadas y las pautas de riego que tendrá que seguir en el cultivo para favorecer la formación del fruto. Hay que tener en cuenta que, aunque este hongo es característico de tierras áridas y semiáridas, el 70% de la turma es agua», cuenta la investigadora principal.

La plantación experimental de 'Terfezia claveryi' permitirá al grupo Micología-Micorrizas de la UMU arrojar mucha luz sobre este cultivo: «Vamos a controlar el efecto del riego en la formación del hongo, cómo influye la orientación y el tipo de suelo. Además, como tenemos la suerte de que justo al lado de la plantación se dan estas trufas de forma natural, vamos a comprobar cómo la silvicultura turmera (control de malas hierbas y rotación de terrenos) mejora la reproducción de este hongo», detalla.

Túneles de cultivo

Siempre interesados en seguir avanzando en el conocimiento de los hongos -por algo están a la cabeza del conocimiento en 'Terfezia claveryi' en el mundo-, el equipo de Asunción Morte está actualmente diseñando unos túneles de cultivo que permitan incrementar la humedad relativa de los cultivos. Ahora en fase de desarrollo en base a ensayos experimentales que se han desarrollado con algunos frutales, la idea es crear unas coberturas plásticas que permitan la ventilación de los cultivos pero, al tiempo, conserven la humedad ambiental. Esta fase del ensayo se llevará a cabo al inicio de la primavera, cuando el clima hace descender la humedad relativa del aire en estas zonas «muy expuestas al viento».

«La idea es conseguir un equilibrio entre la humedad del suelo y la humedad ambiental, obteniendo un equilibrio entre ambos parámetros, que es crucial para la fructificación del hongo», detalla la investigadora.

Paciencia y futuro

Según estiman los investigadores de la UMU, la plantación entrará en producción en el segundo año. Así que, con «mucha paciencia y sin perderlas de vista», Finca Torrecillas espera contar con la primera cosecha de trufa del desierto en la primavera de 2017, aunque quizá, «como la zona en la que se ha plantado el cultivo experimental ya había 'Terfezia' de forma natural, se adelante», confía De Lara, que espera que el perfecto inicio del año, climatológicamente hablando -ha llovido en cantidades adecuadas a finales de agosto y primeros de septiembre-, para que arranque el micelio y fructifique el hongo entre marzo y febrero, permita obtener una recolección silvestre muy buena la próxima primavera.

El nuevo cultivo, que el grupo de Micología-Micorrizas de la UMU estima que alcanza una producción de entre 500 y 1.000 kilos por hectárea, será inicialmente para autoabastecimiento de la finca, donde se desarrollan actividades ecoturísticas, cursos y excursiones de recolección en torno a este hongo. No obstante, la idea, explica Paco de Lara, es que, si la plantación experimental funciona bien, la superficie de cultivo de la trufa del desierto vaya aumentando hasta alcanzar las 10 o 12 hectáreas.

«Con que el ensayo arroje el dato de producción de 300 a 400 kilos por hectárea sería un 'boom'. Buscamos poner un pilar productivo que nos permitiría sacar al mercado -actualmente la oferta solo cubre el 20% de la demanda mundial- el excedente y sacar un rendimiento económico de entre 10.000 y 15.000 euros netos por hectárea. ¡Eso no lo ha visto jamás ninguna producción de secano! -exclama De Lara-. Si funciona sería la revolución en el campo para los secanos».

100% 'verde'

Aunque no será secano puro este cultivo, Paco de Lara lo tiene todo previsto. «Necesitará apoyos puntuales para incrementar la humedad relativa del aire o para simular lluvias en las temporadas adecuadas, cuando no se produzcan. El sistema de riego, por goteo o aspersión, es un seguro». Estima que el cultivo consumirá 200 l/m2 anuales y «ya han caído desde final de verano 160 l/m2, que en la finca hemos almacenado en el aljibe y, los excedentes, en una antigua piscina», explica. Así, que Finca Torrecillas ya tiene garantizada el agua que consumirá en su estreno 100% 'verde' en el 'club de la trufa'.

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