Un delicado equilibrio en El Valle y Carrascoy

Ametse desarrolla el proyecto Climascoy para estudiar la relación entre clima y vegetación

El proyecto de seguimiento climatológico y ambiental Climascoy, ya en marcha, se sirve de las estaciones meteorológicas gestionadas por la asociación y ubicadas en plena sierra. «En los cinco años que llevamos -el próximo 26 de octubre celebran su quinto aniversario coincidiendo con la asamblea anual-, ya se perciben diferencias notables con los datos registrados por las estaciones instaladas en el valle», explican desde Ametse, que puntualizan que en el Majal Blanco, por ejemplo, conviven el palmito, vegetación más propia del litoral murciano, y las carrascas, una convivencia rara pero posible porque a estas altitudes rara vez se producen heladas, mientras que en los valles son frecuentes en invierno. «Eso lo explica un fenómeno meteorológico que se conoce como inversión térmica, que produce el hecho de que el aire frío baja, creándose bolsas de aire frío en los valles, y el caliente sube», aclaran para los profanos. Igualmente, las carrascas sobreviven en el fino umbral de los 350 mm. a 400 mm. de precipitación media, «por eso, en los años más secos, las carrascas pierden el 20% de sus hojas», puntualiza López Espinosa, aunque reconoce que será necesario contar con series largas de datos para poder obtener conclusiones.