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Los empresarios tienen en sus manos ser más eficientes y competitivos dando el paso hacia las nuevas tecnologías y herramientas digitales. Freepik
La adaptación a las nuevas tecnologías, un camino hacia los ingresos del futuro

La adaptación a las nuevas tecnologías, un camino hacia los ingresos del futuro

Las empresas están en pleno proceso de transformación para afrontar los retos venideros, ahorrar costes y ser más eficientes

LYDIA MARTÍN.

Jueves, 27 de septiembre 2018, 01:49

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Si algo está claro es que en los últimos años la tecnología ha cambiado el modo de entender el mundo y desenvolverse en él. Todo ha evolucionado hacia nuevas fórmulas que han afectado no solo al día a día de las personas, también a las rutinas de empresas y empresarios que se ven empujados a la adaptación a las nuevas fórmulas y la renovación de sus instrumentos de trabajo. En poco más de una década, la actualización en torno a las nuevas tecnologías ha pasado de ser una opción a una necesidad, una muestra de avance y una manera de consolidar la imagen de marca y prepararse para los retos del futuro.

Los denominados 'nativos digitales' parecen ir un paso por delante en una sociedad que cada vez depende más de lo tecnológico y, cómo no, de lo 'online'. Sin embargo muchos, tanto personas como empresas, viven en la actualidad una fase de adaptación, de análisis de las ventajas de las nuevas fórmulas y de lucha por estar al día en los avances y la innovación tecnológica. Porque parece que quien no se suma a los nuevos avances, se encuentra desfasado en el concepto empresarial actual.

Adaptarse a la nueva era tiene claras ventajas para las empresas de cara al mercado: mejoran su imagen de marca, consolidan su carácter innovador y su apuesta I+D+i y mejoran la gestión con la automatización de miles de datos. 'A priori', los beneficios parecen claros: se ahorra papel al apostar por la digitalización de informes y envío de correspondencias y certificados, permite reducir tiempos de la rutina laboral y, por tanto, que la actividad sea más eficiente y rápida y posibilita gestionar el trabajo con mayor facilidad al poder acceder desde cualquier parte del mundo a las bases de datos e información de gestión corporativa. Pero a la hora de hacer cuentas, ¿cómo beneficia a las empresas económicamente la adaptación a las nuevas tecnologías?

Los beneficios económicos no siempre son un valor a corto plazo Cada vez hay más compañías que trabajan en ayudar a este cambio

El cambio está aún latente y los beneficios económicos no siempre son un valor a corto plazo. Lo que sí está claro es que otorga competitividad, ya que estas herramientas permiten ampliar mercado y consolidarse, lo que también hace que sobresalga frente a otras empresas del sector que no hayan sabido adaptarse correctamente. Esta renovación supone una inversión en material tecnológico y profesionales capaces de desarrollar nuevos sistemas de gestión, pero a la larga se transforma en un beneficio económico al agilizar las tareas del día a día y poder aumentar el volumen de facturación por venta.

Dar el paso a los nuevos métodos de gestión empresarial no es tarea fácil. Hay numerosas fórmulas de transformación que dependen del tipo de empresa y los objetivos que se pretenden conseguir. Para hacer que el paso a lo digital sea eficiente, son cada vez más numerosas las empresas que orientan su labor a este fin, resolviendo todas las dudas de sus clientes e intentando que registren una mejora en su actividad y que eso se traduzca en un mayor número de ingresos.

Una de ellas es Sofkia, que aporta soluciones innovadoras globales a empresas, profesionales, administraciones y usuarios particulares para garantizar el éxito en su evolución. La compañía contribuye a la transformación digital de las empresas mediante la comercialización y distribución de productos informáticos, basados en Microsoft Dynamics NAV, soporte, desarrollo de aplicaciones informáticas de gestión, soluciones en inteligencia de negocio, servicio técnico y mantenimiento de equipos y sistemas informáticos y 'hosting'. Su labor se orienta a conseguir una mejora sustancial y eficiente al implantar tecnología en las empresas, que les otorgue optimización en los procesos operativos diarios que, tras la adaptación progresiva y paulatina a las nuevas herramientas, provoquen mayor agilidad en la gestión digital empresarial.

Para Sofkia, todo proceso es susceptible de mejora en tiempo, recurso y operativa, produce un efecto directo de optimización en las finanzas. Poder controlar costes mediante cuadros de mando inteligentes, supervisar las líneas de producción y saber a tiempo real la fabricación, mermas y rechazos, agilizar los procedimientos financieros, de almacén, etc., conduce a una mejora de rendimiento, con su consecuente control empresarial.

«Cualquier proceso manual puede ser sustituido por la automatización de la transformación digital; es por ello que la eficiencia y el ahorro en costes se maximiza» señala Ricardo Cartagena Ballesta, CEO & Founder de Sofkia.

Como esta, son cada vez más las empresas que encuentran en la ayuda a la adaptación a las tecnologías su nicho de mercado. Su fórmula es la innovación constante, profesionales bien formados en el campo en cuestión y unas herramientas que posibilitan una transformación a lo digital 100% efectiva.

El sector del transporte encuentra en las tecnologías un gran aliado; de hecho, es uno de los ámbitos que más se apoya en las nuevas herramientas con el fin de ser más eficientes y que eso repercuta en un bien económico y medioambiental.

En la Región de Murcia, las empresas que se dedican a este sector saben muy bien cómo hacer que su actividad sea más eficaz. Una de ellas es Disfrimur, una empresa con presencia internacional que entiende que su crecimiento y desarrollo tiene que ir de la mano de la innovación y la tecnología para conseguir mayor competitividad y buenos resultados.

Uno de los últimos avances de Disfrimur en tecnología es el proyecto 'El camión del siglo XXI': utiliza un sistema avanzado de gestión de flota que permite a la empresa tanto optimizar sus costes como gestionarla de una forma eficiente. La empresa puede conocer en tiempo real la última posición de un vehículo, la ruta y los kilómetros de tacógrafo entre dos fechas, opciones que facilitan las tareas administrativas y de facturación al centralizar en un solo programa toda la información de los vehículos.

De esta manera Disfrimur gestiona su transporte diario, da un mejor servicio al cliente y se realiza mejor el trabajo debido al mayor nivel de organización. Gracias a la tecnología, controla a diario unas 1.400 operaciones, llevadas a cabo por unos 350 camiones, consiguiendo un ahorro económico en consumo de gasoil, neumáticos y kilómetros en vacío.

La adaptación a las nuevas tecnologías ha levantado suspicacias en torno a un factor clave: el empleo. La capacidad de estas herramientas para hacer parte del trabajo humano ha hecho que, además de seguidores, parte de la sociedad se muestre en contra de su inclusión en determinados ámbitos.

Echar gasolina, pagar un desayuno o hacer la compra en el supermercado son algunas de las acciones rutinarias en las que el intermediario ha cambiado: ahora es una máquina. Su fórmula de éxito es agilizar el pago y así poder atender a más clientes en menos tiempo. Aunque a primera vista parece que reduce los puestos de trabajo, estas herramientas requieren de personal que asegure su correcto funcionamiento y que lo supervise; por no hablar de la cantidad de profesionales que requiere la creación de estas nuevas herramientas. Se puede decir que el factor directo humano se reduce, pero el empleo que se genera en torno a esta transformación es, sin duda, alentador.

Según la patronal representante del sector de la industria tecnológica digital en España Ametic, el mercado de las Tecnologías de la Información creció un 3,3% en 2016 en España alcanzando los 23.441 millones de euros, algo que se suma al aumento de la contratación en un 2,8%, elevando la cifra de empleados directos por encima de los 200.000.

Los Servicios TI aumentaron un 5,2%, hasta los 15.963 millones de facturación, incluidos por la necesidad de reducción de costes y eficiencia operacional a través de la transformación digital; el Software un 3,6% con una facturación de 3.099 millones, con el impulso de aplicaciones orientadas al aumento de la productividad y competitividad, así como servicios en la nube para particulares y empresas; todo esto frente a los equipos hardware que descendieron un 3,4%, con una facturación que bajó hasta los 4.379 millones. En un análisis por sectores, destacaron por su mayor crecimiento en inversión en TI la industria, la banca y el sector asegurador.

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