Acre Ambiental propone un nuevo decreto regional para solucionar el problema del ruido

La actividad social y cultural sigue enfrentándose a un enemigo invisible pero no precisamente silencioso: el ruido. El propio desarrollo de las actividades económicas, y los crecientes planes de ocio de las personas, hacen que la contaminación acústica haya aumentado en los últimos años entre eventos al aire libre y reuniones en las terrazas de la hostelería, entre otros entornos. En este escenario, Acre Ambiental aporta la experiencia de sus 25 años trabajando en el campo de la ingeniería acústica, convirtiéndose en un aliado referente en la Región de Murcia en el control de ruido y vibraciones, ofreciendo soluciones en el campo de la arquitectura, la industria y el medio ambiente. De hecho, está acreditada por la Comunidad Autónoma como Entidad de Control Ambiental.

El pasado miércoles, con motivo del Día Mundial de la Concienciación contra el ruido, Acre Ambiental celebró una jornada en Espacio 43 de Cartagena para analizar los retos a los que se enfrenta la Región en acústica ambiental y que acercaron diferentes miembros del equipo como Alejandro Ochoa, José J. Peche, José Ramón Gil de Pareja y Juan Jefferson, interactuando además con promotores de eventos, técnicos de ayuntamientos o representantes del sector hostelero que había entre el público para conocer sus opiniones.

La gestión de ruido en eventos y fiestas populares fue uno de los principales objetivos que apuntaron los expertos ante el aumento de actividades al aire libre, conciertos y festivales. En este último aspecto, en la Región se han quintuplicado en tan solo 6 años, contando en la actualidad con 36 festivales que reúnen a 600.000 personas y alcanzan un impacto económico de 40.000 millones de euros. «Los festivales han venido para quedarse y hacen que unos estén disfrutando y otros estén afectados por el evento al mismo tiempo», indicaron desde Acre, que marcaron como reto «intentar que sigan funcionando como motor económico y cultural, compatibilizándolo con el descanso de los vecinos». Para ello, es necesario estudiar su impacto y que los ciudadanos se vean protegidos, para lo que muchas administraciones se han puesto en sus manos en los últimos años, así como establecer zonas en las que sea posible esta compatibilidad, teniendo en cuenta el transporte, el comercio y las zonas residenciales. Todo esto sumado a la actuación de la ingeniería con la aplicación de medidas correctoras, así como vigilancia mediante monitoreo del nivel de ruido.

Igual sucede con el aumento del número de terrazas, su aforo y tamaño, lo que «dificulta conciliar el descanso de los vecinos con la actividad económica». Según informaron, algunos municipios ya están recogiendo en ordenanzas el uso de estas terrazas y cómo gestionarlas para generar menos molestias. «Tenemos que trabajar para que el vecino que quiere la hostelería no la vea como un problema si la tiene debajo de su casa, trabajando con ordenanzas municipales y mejorando los requisitos como son horarios, capacidad y ubicación», indicó desde el público el presidente de HoyTú, Jesús Jiménez, que pidió una visión más técnica en los ayuntamientos para conseguir este fin ante un «sector hostelero muy concienciado».

El tercer punto, y uno de los más importantes, es la formación y educación en acústica, con el objetivo de crear conciencia desde la base y la capacitación técnica. Esto incluiría materias en carreras como arquitectura que ayuden a promover acciones de insonorización con conocimientos básicos, así como en ingenierías, para que conozcan el impacto acústico. Para esto pidieron más compromiso a nivel político y técnico dentro de las administraciones; un testigo que recogió directamente Álvaro Valdés, concejal de Empleo, Formación y Contratación del Ayuntamiento de Cartagena, asegurando su valoración para «elaborar microformaciones específicas para estas necesidades de la industria».

Los ponentes apuntaron tres retos más: la monitorización acústica urbana con control continuo y análisis inteligente, con sistemas que permitan, por ejemplo, predecir la contaminación acústica y ambiental; la protección acústica en centros educativos y sanitarios como entornos sensibles, y la revisión del decreto 48/1998 para adaptar la regulación acústica al siglo XXI. En este sentido, Alejandro Ochoa recordó que el Ministerio para la Transición Ecológica está revisando la actualización del Real decreto 1367/2007, por el que se desarrolla la Ley 37/2003 en lo referente a zonificación acústica, objetivos de calidad y emisiones acústicas. Sin embargo, «a nivel regional no nos hemos ido adaptando y somos ciudadanos de segunda en el campo de la acústica». Animó a cambiar esto y recordó que más de la mitad de los ayuntamientos de la Región no tienen una ordenanza adaptada a la legislación nacional, lo que es necesario para «ir todos a una».

Cabe recordar que Acre Ambiental ha estado involucrada en el desarrollo de los Mapas Estratégicos de Ruido en los municipios de Murcia y Cartagena, además de convertirse en 'partner' estratégico en otros ayuntamientos para la adecuada gestión ambiental, como son Los Alcázares, Caravaca de la Cruz, Torres de Cotilla, Jumilla, Alcantarilla y San Javier. «El punto de inflexión para la ingeniería es pasar de tomar datos a hacer algo con esos datos, no siendo medidores, sino ayudando a que sepan qué hacer con esa medición, creando sinergias y siendo más allá de un proveedor», añadió Ochoa.

Durante la jornada la empresa entregó dos reconocimientos. El primero fue el Premio Acreamigo, con el que quisieron agradecer a Juan Isidro Ros Espín, socio fundador de la empresa, permitir «que Acre creciera e hiciera su camino», y que fue entregado por Cristina Mora, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Cartagena. El Premio Acrecolaborador a los colegios profesionales, que recogió el presidente del Instituto de Graduados Ingenieros Técnicos de España (Ingite), José Antonio Galdón, que subrayó el valor de las personas en este tipo de instituciones y la «honradez y profesionalidad» de Acre. «Os necesitamos para hacer de la Región de Murcia una región mejor», añadió. El premio lo entregó el Director General de Industria, Energía y Minas, Federico Miralles, que aprovechó para felicitar a Acre Ambiental por su aniversario: «Habéis marcado el camino hacia donde teníamos que ir las administraciones, con rigor, haciéndonos darnos cuenta que la protección acústica estaba en todos los aspectos».

En este sentido señaló el avance sostenible de la Región gracias a la colaboración publico-privada, aportando Acre «las dosis de valentía para superar límites que durante muchos años no habíamos sido capaces de superar». «Tenemos que trabajar de la mano para tomar buenas decisiones y no equivocarnos en el futuro de nuestra Región y país», concluyó.

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