Problemas con las sillas deslucen la primera Cabalgata de Reyes tras la pandemia en Murcia
Decenas de familias tuvieron dificultades para sentarse porque no encontraban los sitios que habían pagado, al igual que ocurrió en las Fiestas de Primavera
El Grinch de la Navidad hizo su aparición ayer de la peor manera posible: en forma de pesadilla por serios problemas con las sillas a lo largo del recorrido de la Cabalgata de Reyes, la primera en dos años tras la pandemia y que estrenaba recorrido fuera del centro de la ciudad. Un suceso que lleva al recuerdo de lo ocurrido en las Fiestas de Primavera del año pasado, donde la misma empresa adjudicataria del contrato, Romian SL, también falló en la venta anticipada y adjudicación de las sillas.
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Lo peor, repetían insistentemente las familias afectadas (cuyo número, en principio, supera las doscientas), fue la desesperación de los niños que veían cómo su padres y madres tenían que pelear por lo que habían pagado «y no entienden nada».
Las primeras dificultades se detectaron en la zona donde se ubicó la tribuna de las autoridades y protocolo en Juan de Borbón, lugar en el que, supuestamente según los resguardos de la compra, debían estar las sillas adquiridas. Los ciudadanos protestaron y dijeron que no se moverían de allí hasta que no se les solucionase el problema. Alguna familia aseguró tener hasta 20 sillas adquiridas y, en otros casos, lamentaron que también les había pasado en el desfile del Entierro de la Sardina.
Finalmente, se solucionó cuando se colocaron más sillas a los pies de la tribuna y en otras zonas, y miembros del equipo de Gobierno del Ayuntamiento cedieron sus asientos de protocolo a las familias afectadas. Esto retrasó en una hora sobre el horario previsto, las 18 horas, el comienzo del desfile y dos horas, su finalización (se prolongó hasta las 22 horas).
El otro gran foco de conflicto surgió en Juan Carlos I, a la altura del pabellón Príncipe de Asturias. Allí, faltaban casi un centenar de sillas y los perjudicados se sentaron en medio de la calzada anunciando que no se levantarían hasta que se solucionase. Finalmente, un camión escoltado por agentes de la Policía Local, que estuvieron calmando los ánimos e incluso recogiendo datos de los afectados, fue recorriendo toda la avenida de Juan Carlos I y colocando las sillas donde faltaban. Esto ocurrió mientras escuchaban pitadas y gritos de «¡Fuera!» y «¡Qué vergüenza!» de los ciudadanos.
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El Ayuntamiento de Murcia emitió un comunicado en el que anunció que emprenderá acciones legales contra la concesionaria «por ningunear la ilusión de los murcianos, según el portavoz adjunto del equipo de gobierno municipal, Enrique Lorca. «No vamos a tolerar que la empresa adjudicataria tome el pelo al Ayuntamiento y a los murcianos. Su actitud y su mala praxis es una absoluta vergüenza que no podemos permitir», añadió.
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El Ayuntamiento de Murcia pidió perdón a los murcianos por las molestias ocasionadas y prometió que esta semana se habilitarán los canales necesarios para recoger las reclamaciones.
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Por su parte, la candidata a alcaldesa de Murcia por Podemos, Elvira Medina, pidió la dimisión del concejal de Cultura, Pedro García Rex: «La primera vez fue grave (en referencia al Entierro de la Sardina); la segunda es inadmisible, por eso insistimos en pedir su dimisión, para que no haya una tercera», dijo la cabeza de lista en su cuenta de Twitter.
Recorrido abarrotado
Desde primeras horas de la tarde, se congregaron en las avenidas Juan de Borbón, Príncipe de Asturias y Juan Carlos I miles de niños con sus familias, con las caras expectantes e ilusionadas, para presenciar el desfile pospandemia y sin restricciones. Todo el recorrido, unos dos kilómetros, estuvo abarrotado de gente.
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Las carrozas de Melchor, Gaspar y Baltasar, que cerraron la Cabalgata, estuvieron acompañadas en el recién estrenado recorrido por la zona norte de la ciudad por siete grupos de baile (llegados de Patiño, Era Alta y Los Garres, entre otras pedanías), nueve comparsas (como White Ilusion y Terra Natura), diez carrozas, dos trenes y 25 carteros mayores y 30 infantiles. La Federación de Peñas Huertanas puso el toque costumbrista con una carroza con un Belén viviente y aguilandos cantados en directo, y Vidal Golosinas, el toque más dulce, ya que se lanzaron más de 3.000 kilos de chuches, que azucararon la jornada a grandes y pequeños.
Los alevines y benjamines del Real Murcia y una representación del equipo femenino abrieron el desfile «paseando con orgullo el distintivo del club»; y no faltaron personajes de los cuentos infantiles de toda la vida.
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El Ayuntamiento emprenderá acciones legales contra la empresa concesionaria de las sillas
El Ayuntamiento de Murcia emprenderá acciones legales contra la empresa concesionaria de las sillas por haber instalado localidades sin numerar y haber vuelto a «ningunear la ilusión de los murcianos», apuntó el portavoz adjunto del Equipo de Gobierno, Enrique Lorca. «No vamos a tolerar que la empresa adjudicataria tome el pelo al Ayuntamiento y a los murcianos. Su actitud y su mala praxis es una absoluta vergüenza que no podemos permitir», añadió.
Lorca apuntó que «los concejales hemos cedido nuestras localidades a aquellos que no contaban con silla» e informó de que se ha rescindido el contrato con la empresa concesionaria del servicio de alquiler de sillas.
El desfile comenzó con cerca de una hora de retraso porque no se autorizó la salida hasta que todo el mundo estuviese recolocado. Aún así, los murcianos ofrecieron una «muy buena acogida a la Cabalgata y a su cambio de itinerario, ya que han llenado las avenidas por las que ha discurrido». «Un hecho puntual como el de hoy no puede boicotear las que han sido las mejores navidades en la historia de nuestro municipio», indicó Lorca.
El Ayuntamiento de Murcia pidió perdón a los murcianos por las molestias ocasionadas y prometió que esta semana se habilitarán los canales necesarios para recoger las reclamaciones.
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