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Quim Torra replica a Pedro Sánchez que el conflicto lo provoca el Estado

El Gobierno insta a los independentistas a ser inteligentes y aprovechar la oportunidad para avanzar en el autogobierno

Cristian reino

Barcelona

Viernes, 28 de septiembre 2018, 11:59

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El presidente de la Generalitat, Quim Torra, respondió este viernes con contundencia a la advertencia que le lanzó el jueves desde Nueva York el jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, quien amenazó con elecciones si el independentismo prioriza el conflicto. «¿De qué conflicto está hablando, con presos políticos, con exiliados, con casi 2.000 catalanes que están siendo investigados, con nuestro derecho a la autodeterminación negado una y otra vez?», replicó al presidente del Gobierno. «¿De qué conflicto habla?, ¿quién es el que avanza hacia el conflicto?», insistió en Lérida, en la Escuela Oficial de Idiomas de la ciudad, donde inauguró una placa conmemorativa del 1 de octubre.

En vísperas del primer aniversario del referéndum ilegal, Torra reivindicó «el espíritu del primero de octubre, con toda la determinación, toda la fuerza, todo el coraje y toda la no violencia». «Respondimos de manera ejemplar, pacífica y democrática», dijo e instó a todos a «no caer en provocaciones». «El 1-O fue un día de victoria, el día que votamos y ganamos». «Y volveremos a ganar», auguró.

El Gobierno central, que necesita el apoyo de los 17 diputados de ERC y el PDeCAT, insistió ese viernes en pedir calma al Ejecutivo catalán para que no abandone la mesa de diálogo y pueda abrirse una negociación para resolver la cuestión catalana. Si son «inteligentes», aprovecharán esta «oportunidad» para seguir «un camino político» en la vía de buscar una resolución del conflicto, expresó la ministra portavoz, Isabel Celaá, tras la reunión del Consejo de Ministros.

Torra, en cambio, reiteró que el secesionismo «no renunciará al derecho de autodeterminación» ni a hacer efectiva la república y rehuyó toda responsabilidad si al final hay adelanto electoral. El presidente de la Generalitat de cataluña, el pasado martes en la presentación de su primer plan de gobierno, no descartó la vía unilateral, a pesar de que el 53% de los catalanes son contrarios a la independencia, y avisó al Gobierno central con tumbar los presupuestos y retirarle su apoyo si no hace movimientos en materia de presos y en lo que afecta a la soberanía de Cataluña. Sánchez, en cualquier caso, ya ha tenido gestos con el independentismo desde que llegó a la Moncloa, en parte gracias a que ERC y el PDeCAT apoyaron la moción contra Rajoy. Por un lado, autorizó el traslado de los nueve presos secesionistas a prisiones catalanas, ha hecho declaraciones que van en la línea de pedir la puesta en libertad de los presos preventivos e incluso se ha posicionado a favor de un eventual indulto. Además, Sánchez se mostró dispuesto a autorizar un referéndum sobre el autogobierno. Asimismo, Hacienda se comprometió al pago de 1.459 millones de la deuda pendiente del Estado con Cataluña y el ministro de Fomento anunció que el Corredor Mediterráneo estará listo para 2021.

Disyuntiva soberanista

El Gobierno central apela al Ejecutivo catalán porque el independentismo está ante un dilema. Si deja caer a Sánchez y fuerza la convocatoria de elecciones, se agotará el diálogo iniciado, que ha llevado a reanudar comisiones bilaterales que llevaban siete años en la nevera, y se parará en seco la posible búsqueda de una solución negociada al pleito catalán. Con el riesgo de que un eventual nuevo Gobierno del PP y Cs podría volver a tensionar las relaciones entre las dos administraciones, pues no en vano populares y 'naranjas' piden comicios como paso previo a una nueva aplicación del 155.

Pero hay sectores del independentismo que siempre han apostado por el 'cuanto peor, mejor', desde el convencimiento de que les interesa un Ejecutivo en Madrid que apueste por el no es no a todo, porque esa es la forma de aumentar el número de secesionistas. Puigdemont siempre ha mantenido estas posiciones, pero el expresidente de la Generalitat también empieza a rebajar el tono.

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