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Quim Torra, presidente de la Generalitat. Efe
Torra exige a Sanchez negociar ya la fecha del referendum

Torra exige a Sanchez negociar ya la fecha del referendum

El presidente de la Generalitat acusa a ERC de «devaluar» el 1-O

Cristian reino

Barcelona

Miércoles, 8 de julio 2020, 14:00

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El presidente de la Generalitat, Quim Torra, y Esquerra Republicana han vuelto a engancharse en el Parlamento catalán, donde ya empieza ser habitual que aireen en público su ruptura. Torra y el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, han tenido esta mañana un encendido choque dialéctico a cuenta de la celebración de la segunda reunión de la mesa de diálogo entre el Gobierno central y el catalán para abordar la cuestión catalana, que se anunciaba para julio pero se hace esperar. El Ejecutivo central se comprometió días atrás a convocar la reunión durante la segunda quincena del mes de julio, como pedía ERC, pero con el paso de las semanas esta posibilidad se ha ido enfriando.

El Govern reconoció ayer que aún no se han establecido los contactos entre los dos gabinetes para buscar una data y un lugar. ERC le ha urgido esta mañana a Torra para que mueva ficha y fije cuanto antes la fecha de un nuevo encuentro con la Moncloa, pero Torra ha dado a entender que no tiene mucho interés en que la cita tenga lugar a corto plazo. El presidente de la Generalitat ha puesto, de hecho, condiciones que son a día de hoy imposibles para el Gobierno central, como aceptar una negociación pura y dura sobre la autodeterminación. «Esta segunda reunión es muy fácil», ha desdeñado el dirigente nacionalista. Sería suficiente, ha dicho, con que el presidente del Gobierno le envíe una carta en la que acepte el encuentro y acepte también que se incluya un orden del día cuyo primer punto sea el derecho de autodeterminación. «La clave de la reunión», según Torra, debe ser poder negociar ya la «fecha del referéndum y las condiciones» en que se ha de celebrar esta consulta. «A partir de ahí, que ellos pongan los puntos que quieran», ha asegurado.

La consejera de Presidencia, Meritxell Budó, ya dejó ayer en el aire que la reunión pueda celebrarse en julio, pero las exigencias de Torra y las discrepancias con Esquerra alejan esa posibilidad aún más. ERC le ha instado al presidente de la Generalitat a no regalar al Gobierno la bandera del diálogo y le ha pedido no poner más «excusas» para reanudar la mesa. Torra, en su turno, ha replicado que no está dispuesto a «devaluar» el valor de ruptura del 1-O, dando a entender, que ERC sí lo está. El president ha vuelto a afear a sus socios que aceptaran su suspensión como diputado autonómico.

La mesa de diálogo estaba previsto que se reuniera una vez al mes, a partir de la primera cita celebrada en el mes de febrero. Luego llegó la crisis sanitaria y las conversaciones quedaron en el congelador. En principio, a la segunda cita no estaba previsto que acudieran los dos presidentes. Pero ahora está incluso en el aire que pueda volverse a convocar. ERC acusa al Gobierno central de poner excusas alegando la cercanía de las elecciones catalanas y la división en el independentismo. Esta división se ha hecho esta mañana aún más patente. Pero no solo en relación a la mesa. JxCat y ERC llevan días enfrentados en el seno del Govern: primero por la decisión del confinamiento del Segrià (Lleida), adoptado por Torra en contra de la consejera de Salud (Esquerra), y más tarde con el anuncio de la obligatoriedad del uso de las mascarillas, que la consejera de Salud anunció sin consultar a sus socios.

JxCat nunca ha creído en la mesa, pues fue una idea que ERC pactó con el PSOE a cambio de facilitar la investidura de Pedro Sánchez. Por esta razón, Torra y Puigdemont siempre han intentado dinamitar este diálogo, para reforzar su relato de que Cataluña no tiene nada que negociar con el Estado y que la única vía posible para alcanzar la independencia es la de la confrontación unilateral. ERC, en cambio, necesita que la mesa siga viva para poder justificar su apoyo al Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos. El cambio de las alianzas en Madrid también ha afectado a la mesa. El acercamiento del Gobierno a Ciudadanos y el hecho de que ERC ya no sea el único socio posible ha enfriado el diálogo.

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