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Castilla y León pende de la participación

Castilla y León pende de la participación

En unas autonómicascon proyección nacional que, por primera vez,no coinciden con las municipales, el PP se marca el listón del 65% para amarrar la hegemonía

antonio g. encinas

Domingo, 23 de enero 2022, 00:22

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El adelanto al 13 de febrero de las elecciones de Castilla y León por su presidente, el popular Alfonso Fernández Mañueco, ha erigido las autonómicas en la comunidad en una contienda con repercusiones españolas. Con el PP tratando de utilizar la cita anticipada con las urnas como catapulta para reforzar a Pablo Casado e instalar la impresión de final del ciclo de Pedro Sánchez en la Moncloa y el PSOE queriendo sacudirse la sombra del precedente de Madrid, los castellanoleoneses afrontan desde este viernes una campaña que va a dirimirse en un puñado de escaños con nueve circunscripciones en liza y bajo el condicionante de la participación. El listón lo ha colocado el PP, que cree que con una movilización que ronde el 65% puede asegurarse la hegemonía y gobernar, incluso, sin depender de Vox.

Esta es una de las grandes incógnitas de la carrera electoral, el equilibrio de fuerzas en el bloque de la derecha. Las otras, cómo quedará el pulso entre populares y socialistas, hasta dónde se acentúa el declive de Ciudadanos y el efecto de España Vaciada, quedan en segundo plano. La correlación de escaños en el futuro Parlamento, donde la mayoría absoluta se sitúa en 41 escaños, pende en gran medida de cuántos ciudadanos voten en pandemia y en invierno. Es la primera vez que van a votar en unas autonómicas sin que estén acompañadas de unas municipales, una circunstancia que ahonda las incertidumbres sobre la movilización.

El PP ve al alcance su objetivo de una participación del 65%, que ya se registró hace cuatro años, y confiando, por añadidura, en el arrastre que ejercerá la proyección de estos comicios en clave nacional. Pero la pretensión de los populares se topa con algunos peros. Estas autonómicas van a celebrarse en el crudo invierno castellano y con 304 mesas electorales menos que en 2019. Muchas entidades locales no dispondrán de mesa propia y sus habitantes –casi 100.000– tendrán que desplazarse al núcleo de población más grande para votar. Por debajo del 60% de movilización, el resultado se vuelve muy incierto. Y conforme se aproxime al 50%, cualquier escrutinio es posible. «Si nos acercamos a ese porcentaje, estamos muertos», llegan a resumir fuentes del PP, que se aferran a que la media desde 1999 alcanza el 68,5%.

Los márgenes

Sobre el papel, la bajada de la participación beneficiaría a los partidos más movilizados; esto es, los territoriales –España Vaciada, especialmente en Soria, Ávila y León– y Vox, que asegura disponer de sondeos que le otorgarían entre 14 y 16 escaños pese a que las encuestas publicadas le sitúan en torno a los nueve. Como antecedente, en 2019 y en León la participación en las autonómicas fue del 60%. Y allí se reparten 13 puestos, un 16% del total.

Porque esa es otra de las características que complican aun más las prospecciones electorales en Castilla y León. Son elecciones autonómicas, pero las circunscripciones son provinciales. A cada una de las nueve le corresponde un número de procuradores, tres fijos más otro por cada 45.000 habitantes o fracción superior a 22.500. La despoblación ha erosionado el Parlamento hasta hacerlo bajar de los 84 procuradores de 2011 a los 81 actuales.

Ávila, Palencia o Zamora apenas otorgan siete asientos. Tradicionalmente, PP y PSOE se han repartido el poder con precisión matemática. Zamora perdió un escaño por la despoblación, Segovia se ha quedado con seis y Soria, con cinco. Un marco que deja escaso margen a las sorpresas. Salamanca (10 procuradores), Burgos (11), León (13) y Valladolid (15) determinan las mayorías. La paulatina fragmentación partidaria ha provocado cambios hasta hace poco inéditos, incluida la derrota de Fernández Mañueco en 2019 frente al socialista Luis Tudanca. La primera vez en 32 años.

El factor de Por Ávila

La crisis de los Presupuestos, que no llegaron a aprobarse porque el PP no alcanzó un acuerdo con Por Ávila, que atesoraba el escaño decisivo y que gobierna la capital, puede hacer daño a los populares en un territorio habitualmente suyo.

Expectativas para Ciudadanos y PSOE

Es uno de los pocos lugares en los que Ciudadanos cree posible alcanzar un escaño al menos. El PSOE cuenta con la Alcaldía de la capital y de Miranda de Ebro para intentar mantener el vuelco de 2019, con el 3-5 a su favor frente al PP.

Desmotivación y leonesismo

60% de participación en 2019, 59% en 2015. Con el sentimiento leonesista al alza, se reparten 13 procuradores que pueden decidirse en muy pocos votos con la desmovilización de trasfondo. León es la más perjudicada por la reducción de mesas.

El 'territorio Mañueco'

El presidente Fernández Mañueco se dejó en Salamanca tres escaños en 2019. Muy doloroso para quien ha sido alcalde de la capital y tiene allí su feudo. El territorio es 'casus belli' para el PSOE, que quiere aprovechar la erosión de los populares.

El PP quiere reiniciarse

Salvo que la participación sea muy baja –el 71% en las anteriores elecciones–, resulta muy complicado que los dos grandes partidos se dejen superar por otras alternativas. Además de Cs, Podemos lo consiguió en 2015, con siete asientos en liza.

Soria ya presenta credenciales

Crecida sobre el descontento social ante la falta de recursos e inversiones, las encuestas conceden a Soria Ya uno e, incluso, dos escaños. Una barbaridad, si se tiene en cuenta que solo hay cinco puestos disponibles. La víctima sería el PP.

La esperanza del exvicepresidente Igea

Con sus 15 asientos como recompensa, es el territorio en el que los partidos minoritarios aspiran a dar la sorpresa. El candidato de Cs aspira busca arañar dos escaños, lo que, sumado a Burgos, mantendría con oxígeno a los naranjas.

Ocasión para Vox

Territorio popular, los conservadores sufrieron en 2019 dos varapalos: empataron a tres procuradores con el PSOE y perdieron de nuevo la Alcaldía, con IU en la mayoría absoluta. Vox, con la despoblación como arma, busca afianzarse.

El enclave monolítico

Cuatro escaños para el PP y tres para el PSOE. Ese viene siendo el reparto en Palencia, donde la inclusión en las papeletas de España Vaciada y de alguna otra plataforma local es lo único que puede alterar un panorama muy consolidado.

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