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Diana Rubio Calero, durante la celebración de las Jornadas de Protocolo en Yecla.

Una yeclana en la corte del rey Fahd

carmen ortín

Miércoles, 29 de abril 2015, 19:18

Diana Rubio Calero fue una de las ponentes más destacadas de la sexta edición de las Jornadas de Protocolo organizadas por el Ayuntamiento de Yecla. Su participación levantó una gran expectación entre los asistentes, sobre todo porque ponencia sobre protocolo social, indumentaria y protocolo real en Arabía Saudí estaba cargada de experiencias en primera persona.

Rubio acaba de llegar de Riad, la capital Saudí, donde ha permanecido siete meses como directora estratégica de los eventos dedicados al recientemente fallecido rey Fahd. Los eventos se centraron en una gran exposición interactiva que ha sido visitada por más de 80.000 personas y que le ha supuesto una extraordinaria experiencia, tanto profesional como personal. La exposición fue de tal magnitud que el equipo humano del que estaba rodeada superó las 300 personas, para trabajar sin descando durante los 20 días que la muestra estuvo abierta, bajo la atenta supervisión de la Casa Real saudí. La yeclana consiguió el trabajo en Riad a través de la Fundación Euroárabe de Granada, a la que envió su currículum. Después de cinco exhaustivas entrevistas -tanto por teléfono como a través de videoconferencias- "decidieron contar conmigo para llevar la consultoría estratégica y la planificación de los eventos organizados en torno a la figura del rey Fahd, que finalizaron el pasado día 18 de abril". El inglés fue el idioma franco en la organización, aunque también tuvo, necesariamente, que aprender un poco de árabe.

La King Fahad Exhibition estaba dedicada a la vida del rey Fahd bin Abdelaziz al-Saud, fallecido en 2005 a los 82 años y tras gobernar Arabia Saudí desde 1982. La muestra contenía multidud de objetos y fotografías referidas a la vida del monarca y de su relación con diferentes líderes políticos internacionales. Pero además de eso, añade, "hemos utilizado las nuevas tecnologías con pantallas interactivas y digitales. La gente ha disfrutado mucho, porque llegaba a una exposición sobre la historia de su país y, excepto los objetos personales, que estaban convenientemente resguardados, el resto se podía tocar todo". El objetivo de la muestra también era lograr hacer más conocida la figura del monarca, retirado desde 1995 de las tareas de gobierno: "El 60% de la población saudí es menor de 25 años, por lo que con esta exposición hemos hecho que aprendan un poco más sobre quién fue, un líder político que medió en diferentes conflictos internacionales, que creó la escuela y las universidades en este país, cuando antes solo se estudiaba en las mezquitas", explica Rubio. Los saudíes son muy patrióticos "se sienten muy orgullosos de sus reyes, de su bandera y de su himno". Tanto como para que cuando viajan en autobús "suelen cantar el himno nacional, además de recitar algunos versos del Corán". Rubio vivió en Riad en enero, cuando falleció el rey Abdalá y cuenta que "la gente lloraba de forma desconsolada por la calle, porque decían que había sido un gran rey, que había hecho mucho por el país".

Su trabajo en Riad le obligó a adoptar las costumbres del país, y llevar el velo y la vestimenta negra tanto para ir por la calle como para trabajar. Las mujeres están obligadas a vestir la 'abayya', una larga túnica negra, y a usar el 'niqab', el velo en la cabeza, que "aunque no es obligatorio para las extranjeras si que es recomendable, para evitar problemas con la policía religiosa islámica, la Mutaween, que se dedica a patrullar las calles de Riad encargándose de que se cumplan los deberes del Islam". Diana llegó algo asustada por el poco conocimiento que tenía sobre Arabia Saudí, pero conforme fueron pasando los días descubrió "su gran hospitalidad y lo agradecidos que son". Para esta profesional del protocolo y de la organización de eventos "ha sido una experiencia inolvidable".

Diana Rubio piensa, desde su propia perspectiva y siendo muy diplomática que "Riad es una ciudad pensada para hombres". Pero también se muestra optimista y "espera y desea" que la situación de la mujer, poco a poco se vaya abriendo a Occidente. "Fue un choque cultural bastante brusco, el encontrarme en una oficina en la que la era la única mujer trabajadora y la única española. Aunque el trato hacia mi personas fue excelente, reconociendo y agradeciendo mi trabajo continuamente".

Algo -ser española- que le facilitó las cosas. Los saudíes tienen siempre presente Al-Andalus, la España de sus antepasados, la de hace más de siete siglos: "Siempre lo tienen presente y siempre en el buen sentido, con el del hermanamiento". De hecho, "en Riad hay varios barrios que se llaman Sevilla, Córdoba y Granada y hay muchos comercios que llevan la palabra Al-Andalus".

La primera pregunta que le formularon cuando llegó a Riad fue "¿qué es lo que se piensa en España de Arabia Saudí?" Son conscientes, que en la actualidad, la perspectiva y el conocimiento que hay de los países árabes en general no es muy buena, por los prejuicios que hay. Los saudíes están muy preocupados por el impacto en su imagen debido al terrorismo de la Yihad. Diana Rubio afirma que "es una de las grandes preocupaciones del actual rey Salman bin Abdelaziz, porque rechaza abiertamente y está en una lucha continua contra el terrorismo".

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