Volver al trabajo después del cáncer
Mujeres afectadas por tumores de mama denuncian que están «abocadas a la precariedad». Las pacientes piden una reincorporación paulatina a sus antiguos puestos laborales después del tratamiento
En el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, la precariedad y la injusticia tienen rostro de mujer a la que se le ha caído el pelo, de mujer fatigada por los fármacos, con dolores articulares constantes, de mujer sin pecho o con alguna reconstrucción mamaria. «A los ocho días de empezar con la quimioterapia me llegó un burofax de la empresa para comunicarme mi despido. A la semana, me vaciaron la oficina y me vi en la calle, todo por una enfermedad que yo no había pedido», relata Josefa Sánchez, agente financiera autónoma a la que el cáncer ha dejado sin trabajo y «casi sin perspectivas de futuro en el mundo laboral».
Hace justo un año que a Josefa le diagnosticaron cáncer de mama. «Me operaron un jueves y al lunes siguiente yo estaba trabajando. Y así estuve hasta que el médico me obligó a cogerme la baja, porque empezaba con la quimio», recuerda. Ahora, esta lorquina hace cada día cien kilómetros en coche para ir a su tratamiento de quimioterapia y otros cien para volver a casa. «Después de aquel burofax, qué iba a reclamar, a quién me iba a quejar, si estoy hecha un trapo y destrozada por el mal trato que he recibido de mi empresa», pregunta sin esperar una respuesta. Sus compañeras asienten con la mirada baja en la sala de la Asociación Española Contra el Cáncer donde relatan a 'La Verdad' su calvario laboral y personal.
Algunas secuelas de la enfermedad no se contemplan para pedir la incapacidad permanente al INSS
«Las mujeres tienen más ganas de trabajar que los hombres después de haber tenido cáncer»
Señaladas por la enfermedad
Hace once años que Joaquina Romero venció al cáncer. En el momento del diagnóstico, trabajaba en la cafetería de una gran empresa de la Región. «Estuve diez meses de baja y me reincorporé al trabajo, pero había tareas que yo no podía hacer, porque era incapaz de levantar peso o me fatigaba», relata. Su mala experiencia, sin embargo, llegó siete años después de su reincorporación al trabajo. «La empresa concesionaria que se encargaba de la cafetería cambió, y me despidieron. Yo no puedo asegurar que fuera a causa de la enfermedad, pero dio la casualidad que solo echaron a una compañera a la que habían operado dos veces de cáncer y a mí. Al resto del equipo lo mantuvieron», cuenta.
Durante dos años, Joaquina cobró la prestación por desempleo que le correspondía, «pero se me acabó y ya no tengo derecho a nada. Con 62 que tengo ahora, dónde voy», reitera. A pesar de que sus revisiones son favorables, la alhameña asegura que las mujeres como ella están «señaladas por la enfermedad, porque al saber que has tenido cáncer, las empresas tienen prejuicios a la hora de contratarte. Creen que en cualquier momento puedes volver a tenerlo y eso son problemas. Estamos abocadas a la precariedad», incide.
Sofía Muñoz y Beatriz Noguera reiteran el testimonio de Joaquina. Ellas son las caras más jóvenes del grupo y quizá también las más vulnerables a la hora de volver al mundo laboral. «Yo trabajaba de temporera en una fábrica de cítricos. Me diagnosticaron el cáncer en agosto del año pasado, un mes después de finalizar el último contrato, así que no tenía derecho a cogerme la baja. Estoy cobrando 426 euros de paro, con los que hago frente al alquiler de mi casa, en la que vivo sola con mi hija pequeña. No tengo estudios, así que no sé dónde voy a trabajar», cuenta Sofía.
La incapacidad del mercado
«El problema al que nos enfrentamos ahora no es el mismo al que nos enfrentábamos hace 10 años», considera Araceli López Guillén, médico inspector. «Antes, la preocupación era salvar vidas. Ahora que el pronóstico ha mejorado tanto, nos preocupa cómo sobreviven y cómo hacer que vuelvan a la vida que tenían antes de pasar por el cáncer, pero el problema está en que el mercado laboral, con la crisis, no es capaz de reubicar a estas mujeres, y menos cuando tienen más de 50 años», asegura. Por su consulta han pasado decenas de casos como el de Josefa, Joaquina, Sofía y Beatriz. Ella es la encargada de elaborar los informes médicos necesarios para pedir una pensión por incapacidad. «Las mujeres que pasan por un cáncer tendrán secuelas durante mucho tiempo. El problema es que en algunos casos no existe evidencia científica que demuestre que esas secuelas incapaciten de forma permanente», explica.
La médico es muy consciente de la situación laboral que enfrentan las supervivientes de cáncer de mama; sin embargo, les traslada un mensaje de esperanza: «He visto muchos casos y puedo deciros que, al final, la mujer siempre sale a flote, solo por el hecho de ser mujer. Un paciente oncológico varón posiblemente será crónico toda su vida, pero la mujer, en general, tiene tantas ganas de restituir su vida que lo acaba consiguiendo, de una u otra forma», concluye.
Josefa trabajaba como agente financiero autónomo cuando le diagnosticaron cáncer de mama hace un año. Tras su despido, la lorquina asegura tener «dos cánceres: el que no he pedido y el que me ha provocado mi empresa. Del primero no sé si me curaré; de las heridas que me supone el mal trato que me ha dado el banco, no creo que pueda recuperarme nunca». A sus 59 años, Josefa cobra unos 650 euros de baja laboral. De ellos, 275 los destina a seguir pagando su cuota de autónomo.
Josefa Sánchez, Agente financiero
Cuando a sus 33 años le diagnosticaron cáncer de mama, Beatriz trabajaba en una fábrica de conservas. Tras dos operaciones y una baja laboral de 18 meses, la empresa se negó a readmitirla. «Me fui a un abogado y recuperé mi puesto con la condición de pasar un informe médico favorable antes de incorporarme», cuenta. Meses después, tuvo que volver a pisar el quirófano. «Ahora cobro 109 euros de baja. Me he quedado sin ahorros y sin poder plantearme tener otro hijo», lamenta.
Beatriz Noguera, Empleada en una conservera
Joaquina ganó la batalla al cáncer del mama y volvió a la cafetería en la que trabajaba, «pero los jefes me ponían mala cara cuando tenía que faltar por revisiones médicas», asegura. Ella sabe lo difícil que es la reincorporación laboral tras el cáncer, por eso pide a las empresas «que hagan incorporaciones paulatinas, porque ni física ni psicológicamente podemos volver a trabajar al 100%». A sus 62 años, no cobra paro ni pensión. «Hasta los 65 que me jubile, nada», sentencia.
Joaquina Romero, Camarera
Sofía trabajaba por temporadas en una fábrica de cítricos. Su contrato acababa de finalizar cuando le descubrieron cáncer en una de sus mamas. No pudo acogerse a una incapacidad temporal, y está cobrando 426 euros de prestación por desempleo. «Con eso pago el alquiler de la casa en la que vivo con mi hija». Su tratamiento de radioterapia acabó en junio de este año, pero las secuelas y los fármacos la tienen «agotada físicamente, con dolor en las rodillas, las manos dormidas, los pies acolchados. Ahora mismo es imposible que me ponga a trabajar. Pero cuando me encuentre mejor, no sé dónde me van a contratar, si no tengo estudios», lamenta. Sus padres han tenido que romper la hucha en la que ahorraban para celebrar sus bodas de oro.
Sofía Muñoz, Temporera en una fábrica de cítricos
Publicidad
- 1 Encapuchados asaltan otro comercio 24 horas en Murcia armados con pistolas y mazas
-
2
Inquietud por los mensajes y patrullas contra personas sin hogar en el barrio murciano de El Carmen
-
3
Una nueva pasarela peatonal sobre el río Segura unirá los dos grandes parques
- 4 Una nueva discoteca para revitalizar el ocio nocturno de Murcia: «El centro está imposible»
-
5
Las tres semanas sin clase de un autista severo en Murcia: «No podemos más»
- 6 Muere en Madrid una mujer tras precipitarse desde un décimo piso con sus dos hijos de 3 años, ambos muy graves
-
7
Salud consuma su veto a su ex director gerente Asensio López y opta por otro coordinador en La Unión
-
8
La huelga de médicos en plena epidemia de gripe amenaza con saturar la próxima semana el sistema sanitario
- 9 El rastro del Citroën C5 que llevó hasta los cuerpos de José Patricio y Edwin Guillermo
- 10 La ruta del almuerzo en Alicante: estos son algunos de los mejores bares y restaurantes
-
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
-
Diez rincones con sabor a Cantabria se estrenan como 'Soletes' de Navidad
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad