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Un brigada forestal del dispositivo de la Comunidad, con un niño en bicicleta en Paiporta. CARM

Voluntarios de la Región de Murcia en Valencia: «Aquí queda barro y trabajo para mucho tiempo más»

Lamentan la lentitud en la reconstrucción un mes después de la catástrofe

Domingo, 1 de diciembre 2024, 08:35

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La tragedia de Valencia, donde una feroz DANA ha dejado más de 200 muertos y un rastro de destrucción, desató una ola de solidaridad en todo el país, que hizo que miles de ciudadanos se desplazaran a los municipios más devastados para prestar auxilio a unos compatriotas que lo habían perdido todo de la noche a la mañana.

La Región de Murcia, unida a Valencia no solo por cercanía geográfica, sino también por lazos históricos y culturales, no se quedó atrás. Desde el primer momento, Gobierno regional, ayuntamientos, universidades, entidades sociales y empresas privadas pusieron a disposición de la comunidad vecina todos los medios humanos y materiales que tenían a mano, tanto para encontrar a las personas desaparecidas, en los primeros días, como para iniciar la recomposición de todo lo que quedó arrasado por el agua el fatídico 29 de octubre de 2024.

«La gente está algo más tranquila al ver a muchos profesionales ayudándoles», señala un efectivo de la Comunidad

Un mes se cumple de la gota fría y, con el paso de las semanas, la presencia de voluntarios murcianos en localidades como Paiporta, Catarroja, Algamesí o Pincanya ya no es tan intensa como al principio, pero todavía se mantiene. «Aquí queda barro y trabajo para mucho tiempo más», advierte a LA VERDAD Francisco Manzanares, que el pasado viernes estaba al frente del dispositivo de ayuda de la Comunidad, formado actualmente por 18 efectivos, la mayoría integrantes de la Unidad de Defensa contra Incendios Forestales (UDIF).

«Esto está lleno de barro, con muchos vehículos apliados pendientes aún de retirar. Hay mucho polvo pero la gente, dentro de su tristeza y desesperación, está algo más tranquila que al principio al ver ya a muchos profesionales ayudándoles en sus casas. Agradecen mucho nuestra presencia aquí», relata Manzanares, cuya misión el viernes consistía en realizar labores de baldeo y limpieza en los exteriores de un instituto en Paiporta.

Puesto de mando en Torrent

El puesto de mando avanzado de la Comunidad se sitúa en Torrent y, desde allí, los efectivos se desplazan a los municipios donde son más necesarios, en coordinación con la Generalitat Valenciana. Tienen sus turnos de guardias y jornadas de descanso, en las que vuelven a casa y son reemplazados por otros compañeros. En total, el contingente de la Región ha contado durante este mes con 1.916 profesionales. Ayer estaba previsto que acudiera a la zona un autobús fletado por Protección Civil de Alhama.

«Estuve en la tragedia de Fertiberia, pero esto es lo peor que he visto en mi vida, principalmente por la gran cantidad de fallecimientos que se han producido», reflexiona Manzanares.

«Es como si se hubiera parado el tiempo», comenta un policía de Alcantarilla que va a la zona cada vez que libra

Policías de Alcantarilla

Todas las semanas se desplaza al menos dos veces a Valencia un grupo de voluntarios de la Policía Local de Alcantarilla. «Sin descuidar las necesidades de nuestra población, por supuesto», apostilla el concejal de Emergencias, José Ramón Orenes, quien ha acompañado en algunas ocasiones a los agentes.

Uno de los más activos es el cabo José Sánchez del Cerro. «Mi familia sabe que, cada vez que libro, me voy para Valencia», señala. «Allí parece como si se hubiera parado el tiempo. Vuelves de una semana para otra y todo sigue igual, el trabajo va muy lento», lamenta el policía, que hace unos días estuvo en Paiporta «y todo sigue arrasado, lleno de barro y con la gente muy cansada». En su última visita, le impresionó ver un solar en el que se acumulan «al menos 400 coches».

La labor de los voluntarios policiales de Alcantarilla consiste en limpiar, retirar residuos y ayudar a los ciudadanos con las tareas en las viviendas. «Cuando aparecemos, los vecinos ven el cielo abierto», indica el policía, quien anteriormente había prestado servicio en las inundaciones de 2019 en Los Alcázares.

Solidaridad universitaria

Las universidades de la Región también se han volcado con los valencianos. Tanto la UMU como la UPCT y la UCAM han enviado a la zona a sus respectivos equipos de voluntarios.

En la Católica, destaca la implicación personal de María Mendoza, la novena hija del difunto fundador de la institución docente. Cada vez que puede viaja a Valencia y, desde Murcia, mantiene contacto con los párrocos valencianos para conocer las necesidades más urgentes de la población. «Cuando estás allí no piensas mucho, pues no te da tiempo con todo el trabajo que hay por delante. Pero cuando acabas y eres consciente del sufrimiento de la gente, no puedes dejar de llorar», confiesa María.

Por su parte, Javier Zamora, del Servicio de Voluntariado y Atención a la Diversidad de la UMU, ha estado cuatro veces en la zona, la última el pasado miércoles. Observa progresos desiguales según el municipio, pues mientras que en Catarroja se ve algo de mejoría, en Alfafar «todavía abres una puerta y sale fango». «No es el ritmo y la velocidad que cabría esperar, la reconstrucción llevará años», avisa.

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Voluntarios de la Región de Murcia en Valencia: «Aquí queda barro y trabajo para mucho tiempo más»