Visibles, desde lo más alto

Por qué conformarse con tocar el cielo si puedes abrazar las estrellas. Eso es lo que piensa el extremeño Javier García Pajares (Plasencia, 1991), afincado ahora en Murcia por la Covid, cuando afronta cada paso en su día a día. Nada es imposible para este asesor jurídico con doble titulación de Derecho y ADE a sus 29 años y una lista casi infinita de retos y proyectos.

Sordociego desde que pasó de la niñez a la adolescencia, el pasado fin de semana, guiado por el murciano Javier García Bernal, 'tocó' el techo de la Región de Murcia. Un logro más en la larga lista de aventuras deportivas que aún tiene pendientes de completar Javier y con las que pretende dar visibilidad a personas con sus mismas u otras discapacidades, pero también motivar a los demás. Pero no siempre fue así.

Con los 15 cumplidos y recién estrenada su discapacidad –«me cuesta mucho reconocer las caras de las personas, leer en tinta o ver los obstáculos físicos cuando no hay mucho contraste», explica sobre su grado de ceguera; y «mi problema no es oír los sonidos, sino entenderlos», aclara sobre su sordera–, «abandoné el instituto y me aislé», recuerda sus peores momentos. Y cuenta que fue gracias a su padre, que lo afilió a la ONCE, y a José Antonio García Regaña, psicólogo de la institución y presidente de la Federación Extremeña de Montaña y Escalada, como su vida dio un giro radical. En las sesiones de escalada que compartían, «me enseñó que en la vida podía llegar tan alto como quisiera».

Y, dicho y hecho. Diez años, un premio extraordinario de Bachillerato, el primer 'erasmus' sordociego de Europa y un doble grado en Derecho y ADE después, Javier se reencontró con José Antonio y se lanzaron a la conquista del Mulhacén, el pico más alto de la Península.

La subida a la cumbre granadina (3.482 m), sin experiencia montañera ni equipación adecuada, sin forma física ni una técnica depurada para hacer montañismo con guía, «fue durísima, pero no me cansé de repetirme que podía, que cada paso ya era un logro», recuerda. El vídeo que grabaron al hacer cumbre se hizo viral y le descubrió el potencial de sus aventuras deportivas. «Decidimos emprender un proyecto de superación personal que pudiera motivar a la gente», cuenta con pasión, convencido de que 'Un mundo con sentido' (@unmundoconsentido en Instagram) puede ayudar a encontrar el camino a mucha gente que lo ha perdido y a poner el foco en muchas personas porque, «estando en lo más alto, es más fácil que se nos vea».

Esto lo afirma con su foto en la cumbre de Los Obispos en mente, la superación como meta y el esfuerzo como herramienta, instrumentos que el pasado fin de semana le llevaron a coronar Revolcadores (1.999 m), primero, y Los Obispos (2.014 m), después, tras los pasos firmes y entregados de su guía murciano Javier García Bernal. «Mi tío político», lo identifica su tocayo, que explica que vivía en Madrid, pero tras el estado de alarma se trasladó a Murcia junto a su novia murciana y su familia: «Me comunico y manejo a través del tacto, así que para mí medidas como el distanciamiento social suponen una gran dificultad», comenta y agradece la impagable labor de las guías-intérpretes de la Federación de Asociaciones de Personas Sordociegas de España durante el confinamiento. «Me estuvieron haciendo la compra para que yo no me expusiera al virus en el súper», recuerda.

Sin un minuto para aburrirse –«teletrabajo como asesor jurídico y estoy metido en más cosas y proyectos, me mantengo activo e intento trabajar mi mente y ser siempre positivo, lanzando mensajes de motivación a los demás», relata–, hablar con Javier García Pajares es un 'chute' de positividad que puede hacer a su interlocutor sentirse el 'rey del mambo'. «Javier es una persona alegre y te transmite positividad, algo que, viniendo de una persona sordociega, te hace plantearte que los retos que la vida te pone en el camino, si te lo propones, son superables», comenta el tío. «No dudé cuando me propuso este ascenso conmigo como guía –algo que hacía por primera vez–. Compartimos nuestro amor por la montaña, el deporte y los retos. Me he sentido más orgulloso que nunca de subir una cumbre», resume García Bernal la experiencia.

Sin embargo Javier García Pajares no es un novato en estas lides y con su proyecto 'Un mundo con sentido', «una aventura de superación personal en la que colabora un grupo de amigos», ha conseguido culminar desafíos deportivos como hacer cima en siete picos de los Alpes de más de 4.000 metros en 6 días y subir el monte Elbrus (5.642 m), el más alto de Europa. «Mis dos bastones de 'trekking' me hacen de ojos. Yo no veo nada el suelo, pero con los bastones me defiendo muy bien», presume. Ahora está embarcado en conquistar las cumbres de todas las comunidades autónomas, un reto que ha frenado la Covid pero que no se ha frustrado. Por algo recibió el Premio Nacional de Juventud 2019 en la categoría de deportes otorgado por el Instituto de la Juventud (Injuve), porque para él, tocar el cielo ha sido solo una aventura más de las que le permiten «crecer, superarme. Seamos realistas, la montaña no podemos adaptarla. Pero sí podemos reunir a un grupo de personas dispuestas a no encontrar los límites, dispuestas a tocar el cielo, a abrazar las estrellas», afirma y explica que para él y para personas que comparten su discapacidad visual y auditiva ir al súper y comunicarse con la cajera o el cajero ya es una extraordinaria aventura.

«Creo que la crisis de la Covid es un momento para ponernos desafíos, porque cuando todo esto pase tendremos unas ganas inmensas de comernos el mundo. Quizá por eso he afrontado con tanta energía la subida al techo de la Región de Murcia», que se suma a otras cumbres ya coronadas por Javier García Pajares como el Almanzor, el Aneto y el Torreón, repasa.