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Martes, 2 de enero 2018, 12:08
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La recuperación económica se hace notar y la venta de vehículos es un fiel reflejo de esa recuperación con una mejoría que se ha ido manteniendo desde hace dos años.
El mercado del automóvil es uno de los mejores termómetros para saber cuál es la temperatura de la economía de un país, de la confianza de los ciudadanos y de su consumo.
En la Región se han matriculado un total de 24.107 vehículos frente a los 22.067 del mismo periodo de 2016, lo que supone un 9,24 por ciento más, según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam). Esta tendencia se viene produciendo en los últimos años, pero en este caso indica que ya no se trata de una mejoría circunstancial del sector sino de un mantenimiento de esa recuperación que acaricia ya cifras de ventas semejantes a los años de bonanza.
Uno de los datos que más sorprenden es el incremento de hasta un 39 por ciento en la venta de vehículos modelo 'todocaminos' de gama medio alta que da una idea de quiénes son los compradores actuales.
Sin embargo, para llegar hasta este momento el sector ha tenido que reinventarse. La recuperación del sector ha sido como un destierro en el desierto. El de la venta de coches fue uno de los primeros negocios en sentir el desmoronamiento cuando se inició la crisis económica. «Muchas empresas no lograron sobrevivir y el resto sufrió para mantenerse. Quienes han resistido han tenido que mudar la piel y hacer cambios apostando por el volumen, por reducir gastos y por el crecimiento. Cada uno ha ido haciéndose a la nueva situación a la que la crisis nos ha llevado porque tenemos claro que el mercado nunca será igual que en 2004 o 2005. Ahora estamos en un entorno mucho más competitivo y agresivo», explica José de la Cruz López, presidente del Gremio Regional de Talleres de la Región de Murcia (Gretamur-Fremm).
La transformación se produjo de manera obligatoria ante el desarrollo vertiginoso de las nuevas tecnologías y la irrupción del nuevo perfil del comprador más exigente y desconfiado escarmentado tras años muy difíciles. El cliente busca productos de calidad, con buen servicio de venta pero a bajo coste. Eso ha provocado modificaciones estructurales y conceptuales de las empresas.
«Las marcas han apostado por el volumen con concesionarios de mayor tamaño en los que caben más unidades y que por tanto pueden ofrecer a unos precios más competitivos. También se ha mejorado la atención al cliente e impulsado la venta de productos asociados al automóvil como pueden ser accesorios, seguros, financiación y mantenimiento. Se trata de un entorno más comercial. Antes no nos preocupábamos de esas cosas. Hoy son nuestra piedra angular. El cliente no es una persona que viene al concesionario, compra un coche, se va y ya no sabemos nada más de él. Ahora se busca su fidelización y se intenta que el comprador permanezca con la marca toda la vida a través de otros servicios asociados a su compra.
José de la Cruz López, presidente Gretamur-Fremm
El Gobierno también ha contribuido al impulso del sector con las ocho ediciones del plan PIVE (Programa de Incentivos al Vehículo Eficiente) que se inició en verano de 2012. «Estas subvenciones, que se establecieron para luchar contra el envejecimiento del parque automovilístico sustituyendo modelos antiguos por más nuevos de alta eficiencia y con mejor equipamiento en materia de seguridad, ha supuesto un flotador para muchas empresas con el que han mantenido el cuello fuera del agua».
Si la venta de coches nuevos ha crecido muy rápidamente, el de segunda mano va a velocidad de crucero. La Región suma ya casi 61.700 unidades, a falta del último mes del año, lo que supone un incremento del 11% en comparación con los once primeros meses del ejercicio pasado.
Este mercado también ha sufrido cambios. Entre ellos hay un mayor cuidado de los vehículos de ocasión y su puesta a la venta se realiza a los pocos años, por lo que el producto es más atractivo. «Los concesionarios han sabido entender muy bien esto y están respondiendo a la creciente demanda de usados. Esto ha repercutido en un aumento del precio ya que los coches de esas características son lo que son, no hay más y en este mercado el precio final lo establece el cliente con la cantidad que esté dispuesto a desembolsar por él», asegura el presidente de Gretamur-Fremm.
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