Educación regulará el uso de móviles en las aulas para evitar el ciberacoso

Cambia el medio, pero no el objetivo final: acosar a los compañeros o a los profesores. Las redes sociales se han convertido para algunos estudiantes de Secundaria en el escondrijo más seguro desde el que molestar. Según las cifras presentadas ayer por la Consejería de Educación, el uso inadecuado de internet representa el 2% de los expedientes por conductas graves en colegios, unos diez. El último informe del Defensor del Profesor realizado por el sindicato de enseñanza Anpe también pone en evidencia que, mientras los conflictos en las aulas o con los padres de alumnos disminuyen, el ciberacoso va en aumento, y las denuncias crecen año a año. En apenas tres cursos se han triplicado. Si en el curso de 2010 se tramitaron cinco, en 2011 fueron ya diez, y el pasado, la cifra aumentó de nuevo de forma considerable hasta los 14 casos denunciados por el sindicato Anpe, que lleva un registro de las incidencias en servicio del Defensor del Profesor.

Los sucesos denunciados son solo la punta del iceberg, ya que decenas de adolescentes que se sienten acosados prefieren no hacer pública su situación y no la comparten siquiera con sus docentes o familia.

El fenómeno preocupa a la Consejería de Educación, que «debido a los problemas que esta práctica ocasiona en las aulas y los centros educativos de nuestra Región», tiene previsto elaborar un nuevo decreto sobre normas de convivencia que incluya «de forma expresa» el uso indebido de teléfonos móviles.

Para Educación «es preocupante que alumnos y profesores se vean sometidos a prácticas de 'ciberbullying' o de utilización de medios telemáticos para intimidar, coaccionar o acosar moral y psicológicamente a miembros de la comunidad educativa, por lo que desde esta Consejería vamos a trabajar por tratar de evitar y paliar, con guías y campañas informativas, cursos de formación del profesorado, así como con la elaboración de una normativa explícita».

Una de esas iniciativas es la guía para evitar riesgos en la red presentada ayer por la directora general de Ordenación Educativa y Atención a la Diversidad, Begoña Iniesta; y la coordinadora del Observatorio para la Convivencia Escolar, María Elena de Jorge. La guía, de la que se han editado 4.000 ejemplares, se difundirá entre padres de alumnos y profesores.

A falta aún de un decreto específico que regule el uso de los móviles y las tabletas en los institutos, la Consejería de Educación aplica una resolución de septiembre de 2009 que establece que «que los centros pueden incluir en su reglamento de régimen interior las indicaciones que estimen oportunas para prevenir o resolver posibles conflictos causados por el uso de estos dispositivos u otros dispositivos similares (cámaras, grabadoras, etc.) en las aulas o en otras dependencias del centro. De hecho, cabe considerar como una falta gravemente perjudicial para la convivencia del centro, el grabar o difundir, a través de cualquier medio o soporte, imágenes que guarden relación expresa con la vida escolar y cuyo contenido pueda dañar o atentar contra la intimidad, la integridad o la dignidad personal de cualquier miembro de la comunidad educativa».

Así, Educación recomienda a los directores de institutos y colegios que lleven a cabo aquellas iniciativas necesarias que «impidan la utilización de dichos aparatos en las aulas y/o autorizar su uso de forma excepcional en determinadas zonas (pasillos, patios, cantina...) y tiempos del horario escolar, con objeto de evitar interferencias en el normal desarrollo de las clases y de mejorar la convivencia en el recinto escolar». En la práctica, muchos institutos tienen prohibido el uso del móvil en el centro. Si se incumple la norma, en los docentes requisan el teléfono y tienen que ir los padres del estudiante a recuperarlo.

En cualquier caso, «el uso indebido, dañoso o irresponsable de teléfonos móviles u otros aparatos tecnológicos es tipificado como una falta», y dependiendo de su gravedad, sancionado con la suspensión del derecho de asistencia al centro (de seis a quince días lectivos; de dieciséis a treinta días lectivos o, en los casos más graves, con la expulsión del instituto).

La regulación del uso de los móviles que prepara la Consejería de Educación, que se incluirá en la nueva normativa de convivencia escolar, se encuentra en fase de informes y consultas, y estará lista en unos meses. El incremento progresivo de casos de ciberacoso se explica en buena medida por el uso mayoritario de las redes sociales por parte del alumnado y la generalización entre los adolescentes del uso de 'smartphone', que les permiten grabar a las víctimas de acoso y colgar la información en redes sociales para que todos los alumnos puedan compartir la mofa.