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MANUEL MADRID
Viernes, 23 de agosto 2013, 20:25
La concesionaria del servicio de mantemiento de las zonas verdes debe retirar un millar de tocones en alcorques de zonas verdes de los barrios de Murcia y pedanías. El tocón es el trozo de tronco de un árbol talado que sobresale de la tierra y está unido a la raíz. Hasta este año, el Ayuntamiento tenía que alquilar una máquina especial para eliminar estas 'cicatrices' de los parques y jardines. Sin embargo, en febrero de 2013, fecha en la que empezó a operar la nueva concesión, la empresa STV incorporó al contrato de Murcia nueva maquinaria para estas labores: una grúa 'pulpo' para facilitar el transporte de ramas de árboles de gran porte, y una destoconadora. 'La Verdad' acompañó a una brigada esta semana en uno de sus servicios: la retirada de cuatro arces de la plaza Ortega Cano, en las inmediaciones de la Plaza de Toros, donde la Concejalía de Medio Ambiente ha talado 26 moreras aquejadas de «patologías irreversibles».
El alto número de tocones en zonas verdes obedece, según el jefe de la contrata, Alejandro Cardona, a podas antiguas de varios años atrás. En muchos casos, el Ayuntamiento ha optado por no retirarlos por el alto coste económico que conllevaba el alquiler de la maquinaria. Sin embargo, como recuerda Cardona, ahora la empresa está obligada a retirar los tocones siguiendo un plan prefijado por los técnicos de la Concejalía. La edil Adela Martínez-Cachá ha dado instrucciones a la empresa para que la eliminación se haga de forma escalonada, dando prioridad a las alineaciones en zonas urbanas.
«Nuestra intención -expone la concejal- es que no haya alcorques vacíos ni en calles ni en jardines, por lo que en cuanto se triture el tocón se planta automáticamente un árbol de la misma especie. No todos proceden de talas. En jardines de nuevas urbanizaciones es posible que hayan fallado algunas especies, que no han superado su periodo de adaptación y se han tenido que cortar o se han secado porque ha fallado el gotero». Las juntas municipales son las encargadas de informar a la Concejalía sobre el número de tocones que tienen en sus barrios y pedanías. La retirada de los tocones deberá hacerse durante el tiempo de duración de la concesión, que es de cuatro años -el Ayuntamiento podría sumar dos años de prórroga-.
Lo que antes podía llevar varios días es posible hoy en apenas unos minutos con la destoconadora, una máquina que mediante una gran broca perfora el tronco seco y las raíces, desmenuzándolas lentamente con varias cuchillas de corte, hasta triturarlo todo. La máquina tiene movimiento de giro, y alcanza hasta una profundidad de 70 centímetros, por lo que puede ser útil en caso de tocones de ejemplares de gran tamaño, como es el caso de palmeras y cupresáceas (coníferas). Este mecanismo, explica Cardona, es el más idóneo para retirar los tocones, puesto que no se produce impacto en el entorno, ya que al triturarse el tocón in situ no hace falta, como se hacía antes, su extracción vertical, que en muchos casos requería destrozar el alcorque y levantar aceras.
Esta maquinaria especial permite eliminar hasta 15 tocones en una mañana, y el proceso es tan rápido que los operarios solo tienen que hacer un hueco para plantar el nuevo ejemplar. Los restos del tocón no se retiran, quedando como materia orgánica para los nuevos árboles.
«No habrá alcorques vacíos»
«Los tocones simplemente desaparecen, pasada tras pasada, y las cuchillas trituran todo lo que encuentran avanzando lentamente, como cuando se emplea un sacacorchos», explica Cardona, quien recuerda que cada vez que se elimina un tocón no se deja el alcorque vacío. Esto es lo que se ha hecho en los árboles que han tenido que talarse este verano -163- al haberse detectado que estaban enfermos. «En efecto, no ha sido un capricho de nadie. En todos los casos había un motivo, y hemos encontrado árboles con pudriciones importantes, con troncos que aparentemente estaban bien por fuera y por dentro estaban huecos o podridos. Y también había deformaciones debido a podas anteriores, con el riesgo de que pudieran caerse ramas por episodios de viento».
Otra de las máquinas que se ha incorporado, «el pulpo», es una grúa que ya se ha empleado en varias ocasiones y que permite ahorrar costes en personal al necesitarse menos operarios para la recogida de los restos de las talas. «Con una persona es suficiente para la recogida de lo que no coja la máquina; si no la tuviéramos necesitaríamos cuatro personas».
La retirada de los tocones ya se ha iniciado en pedanías como Beniaján y Llano de Brujas. En Murcia ya se ha empleado la máquina en los arces de Ortega Cano y próximamente lo hará en jardines como El Salitre y Malecón.
Por otro lado, la Federación de Asociaciones Vecinales del Municipio de Murcia felicitó ayer al Ayuntamiento por la eliminación de los ejemplares enfermos de las calles y parques, «a fin de evitar la caída indiscriminada de ramas y con ello accidentes para los viandantes». Según la entidad, Murcia es uno de los municipios con mayor población arbórea de España, por lo que entienden que eliminar los ejemplares enfermos no supone destruir el medio ambiente sino renovarlo «para bien de la propia naturaleza y para seguridad de todos los vecinos».
La Federación anunció que en septiembre presentarán a la Concejalía un proyecto para crear en Murcia una ruta por árboles singulares, con el objetivo de identificar los árboles que por su volumen, historia, naturaleza, singularidad y rareza merecen ser catalogados para conocimiento de los vecinos, atracción turística, mantenimiento y cuidados especiales, así como para difundir el amor a la naturaleza para vecinos y visitantes de Murcia.
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