Galván cumplirá en España los 27 años que le faltan de condena
La Justicia marroquí aceptará su traslado para que siga preso en territorio español y deshacer el entuerto jurídico
MATEO BALÍN
Miércoles, 7 de agosto 2013, 11:44
El entuerto jurídico en el que se había convertido la situación procesal del pederasta Daniel Galván Viña, al que la Audiencia Nacional mandó ayer a prisión por riesgo de fuga, tendrá solución. Autoridades judiciales de España y Marruecos acercaron posturas para que el recluso cumpla en una cárcel española los 27 años y tres meses de pena que le restan por los abusos sexuales cometidos en territorio marroquí.
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La solución que satisface a ambas partes pasa por la aprobación del expediente de traslado a España que había solicitado el propio Galván Viña antes de su indulto, concedido por el rey Mohamed VI el pasado 30 de julio y que fue revocado el pasado domingo al tratarse de un «error administrativo» y por las fuertes protestas sociales que generó su excarcelación en Marruecos.
La tramitación del expediente de entrega tiene cuatro partes. La primera ya se ha cumplido, ya que el pederasta de 64 años pidió su traslado a España nada más entrar en la cárcel de Tánger en septiembre de 2011, para cumplir los 30 años de condena que le impuso un tribunal de Kenitra por abusar de once menores. Ahora faltaría que la autoridad judicial marroquí acepte que el pederasta cumpla su condena en territorio nacional y que el Ministerio de Justicia español lo apoye. Posteriormente, será el Consejo de Ministros el que deba aprobar la entrega para que la Audiencia Nacional tutele su expediente procesal.
Pues bien, para agilizar estos trámites ayer se reunieron en Madrid representantes de los ministerios de Justicia de ambos países. A la conclusión de la cita, el director general de cooperación jurídica internacional, Ángel Llorente, reconoció que «no solo no se descarta (que Galván cumpla su pena en España), sino que es una posibilidad que parece bastante razonable».
Llorente señaló que la premisa de ambas delegaciones es que «de ninguna manera hechos tan graves queden impunes». Por ello, lo más razonable es que la Justicia marroquí acepte la petición de traslado que hizo el pederasta. La intención es que en un plazo máximo de 40 días la Audiencia Nacional tenga todos los «elementos posibles» para que pueda resolver su extradición, aseguró Llorente.
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Uno de las cuestiones más espinosas del caso fue la razón que llevó al Gobierno a incluir a Galván en la lista de 30 presos españoles para que fueran trasladados a cárceles nacionales. Una petición que, tras la concesión del indulto real por un «error administrativo», acabó derivando en todo este embrollo.
Ángel Llorente, que fue juez de enlace con Marruecos antes de llegar al ministerio, señaló que el recluso, dada su condición de nacional español pese a ser originario de Irak, tiene derecho a cumplir su pena en España y fueron «razones humanitarias» -para estar cerca de su familia y en condiciones carcelarias más salubres- las que llevaron a incluirlo en la lista facilitada por la Embajada de España en Rabat. De la misma forma, dijo no tener conocimiento de que el jubilado trabajara para los servicios de inteligencia españoles (CNI).
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Sin embargo, la posibilidad del arraigo familiar fue desechada horas antes por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que lo envió a prisión provisional sin fianza por riesgo de fuga y por la gravedad de los delitos a los que fue condenado. Eso sí, en el auto dejó claro que si en 40 días no se formalizaba la demanda de extradición por parte de Marruecos lo dejará libre.
Un amigo llamado Ulpiano
El instructor alegó que la vida de Galván ha transcurrido mayoritariamente en Irak y en España, si bien ha residido en distintos países como Egipto, Siria, Jordania, Reino Unido o Marruecos. Asimismo, señaló que tras ser indultado se instaló en Murcia, residiendo en un hotel, con el fin de descansar y que, si bien ha facilitado una dirección como paradero, esta no es otra que la dirección de un amigo, de nombre Ulpiano, por lo que «carece de un mínimo arraigo familiar, social, económico, laboral o de otro tipo que neutralice la tentación» de fugarse.
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Previamente, un informe forense realizado al recluso y que fue entregado al juez acreditó que sufre una patología esquizoide por trastornos de ansiedad y depresión derivado de los numerosos medicamentos que toma, según fuentes jurídicas. No obstante, los médicos determinaron que estaba en condiciones de prestar declaración y que podría ser tratado por los servicios hospitalarios de la prisión de Soto del Real, adonde fue conducido.
Galván Viña abandonó la Comisaría de Murcia en la madrugada de ayer, después de que este lunes fuese detenido en el Hotel Legazpi de Murcia. El arresto del pedófilo se produjo en torno a las 17.25 horas en este establecimiento hotelero, ubicado en el barrio de Santa María de Gracia. Galván Viña se alojaba en él desde el sábado por la tarde, cuando se registró en el hotel presentando su documentación real.
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Según fuentes del Ministerio de Interior, ya hacía días que estaba siendo controlado por la Policía Nacional, que le mantuvo también bajo vigilancia durante su estancia en Murcia. Tres coches vigilaban de incógnito los pasos del jubilado desde la misma puerta del establecimiento.
Galván eligió como refugio estos días una ciudad que no le era ajena. El pederasta trabajó en la Universidad de Murcia (UMU) entre 1996 y 2002, en el área de Relaciones Internacionales. La orden de detención emitida este lunes por Marruecos dio luz verde a los agentes para proceder a su arresto. Una decena de policías de paisano se adentraron en el hotel y acabaron con la recién recobrada libertad de Galván Viña.
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El pederasta fue detenido en la habitación del hotel, según podía observarse en un vídeo difundido ayer por este Cuerpo, sin mostrar ningún tipo de resistencia. Fue trasladado inicialmente a la Jefatura Superior de Policía de Murcia, donde se practicaron las primeras diligencias. Los agentes informaron al pederasta de la revocación del indulto que le permitió recobrar la libertad y de la petición de extradición de Marruecos. Según fuentes ligadas al caso, Galván Viña mostró su oposición a ser extraditado a Marruecos y se negó a declarar.
Ya de madrugada, un coche del Cuerpo trasladaba a Galván Viña hasta la Comisaría central de Madrid y, de allí, a la Audiencia Nacional. El pedófilo compareció a media mañana ante el titular del juzgado central número 4 de Madrid, Fernando Andreu, y prestó declaración durante cerca de 45 minutos.
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