«La cocina ayuda a olvidarse de cualquier preocupación»

Creativa y siempre de buen humor. A Delia Torrano, murciana asentada en Molina desde hace doce años, la crisis le hizo cambiar de vida, a mejor. Estudió turismo y siempre ha estado trabajando en esta área, pero en 2010 se quedó en paro. Fue entonces cuando presentó a un concurso un proyecto de cocina que fue seleccionado entre 1.600 iniciativas. El proyecto se convirtió en su propia empresa, 'El obrador de Delia', totalmente innovador.

-¿Qué es la cocinoterapia?

-Se trata de meterse en la cocina pero para relajarse, aprender y divertirse, y para olvidarse de cualquier preocupación.

-¿Cómo se consigue?

-Intento que los participantes en la actividad no se estresen. Son cursos de cocina muy prácticos, en los que los participantes son quienes cocinan con mi ayuda, pues se trata de que aprendan con sus propias manos. Se consigue trabajando en la cocina con un refresco o una bebida y conociéndose entre sí la gente, cocinando platos que piensan son difíciles pero al final no lo son tanto. La idea es que después los hagan en casa y que les pueda salir igual de bien.

-¿Dónde está la clave de la terapia?

-En la relación que mantienen entre sí los participantes. Participan desde gente soltera, muy joven, entre 18 y 20 años, hasta mujeres y hombres de 70 años, separados, u otros que llegan a la ciudad y necesitan conocer nuestra gastronomía. Todos vienen a pasarlo bien. En lugar de ir a un restaurante a cenar quieren hacer sus propias cenas y probarlas.

-¿Personas de qué estratos sociales acuden a sus talleres?

-De todos y de diferentes zonas de la Región, pues realizo talleres en Murcia, Molina de Segura, Lorca; recorro toda la comunidad. Participan incluso extranjeros que quieren aprender cocina española. También madres con sus hijas que quieren disfrutar de una cocina divertida, más original.

-¿Qué novedades presenta?

-Llevo servicios de catas de cervezas, cenas clandestinas, dinamizaciones gastronómicas, chef a domicilio y viajes culinarios.

-¿En qué consisten las cenas clandestinas?

-No se celebran en restaurantes. A los participantes les llega la contraseña del lugar donde son convocados, a través del correo electrónico, y degustan una cena que no saben ni lo que van a comer ni con quiénes se van a sentar a la mesa; todo es sorpresa y al final hacemos juegos gastronómicos.

-¿En qué consisten los juegos gastronómicos?

-No lo puedo decir. Es secreto. Se trata de que se relacionen entre ellos y que se diviertan.

-¿Qué son las dinamizaciones gastronómicas?

-Se realizan en restaurantes y se trata de que sean divertidas, sirven para realizar reuniones de empresa. Consisten en hacer juegos con la comida; es como los niños cuando juegan con la plastilina. Se trata de hacer equipo, buscar el líder del grupo..

-¿Dónde realiza los viajes culinarios?

-Por todo el mundo. Realizamos viajes a bodegas, almazaras y también preparamos grandes viajes, tanto por España como por el extranjero, en colaboración con agencias de viajes. Se trata no solo de ver monumentos sino también de disfrutar de la gastronomía del país que visitamos, analizarla y hacer cosas allí mismo.

-¿Existe interés por el mundo de la cocina en momentos de crisis?

-Sí, mucho. Los programas televisivos de cocina están influyendo en la gente para que aprendan a cocinar y también nuevas técnicas.

-¿Algún proyecto más lleva a cabo entre los fogones?

-Doy talleres a familias al completo, todos se meten en la cocina conmigo; también a niños. Realizo tanto cocina monográfica como cocinas del mundo, cocina vegetariana, baja en calorías, menús para enamorar, menús para sorprender. Entre todas las cocinas del mundo tienen gran éxito la hindú, la árabe y la japonesa.