Broche inmejorable

A la vista de lo escuchado a lo largo de todo el ciclo, podemos calificar a la temporada 2012-2013 de Pro Música como más que notable. Quedan para el recuerdo conciertos como el del Cuarteto Brentano o las Orquestas de Cámara de Toulouse y Leos Janacek, de altísimo nivel, dos óperas muy dignas (Carmen y Nabucco) y otras actuaciones (Tamar Beraia, Il Concerto Accademico, etc) de calidad contrastada. Pero sin duda, si hay que elegir alguno como referente y símbolo cualitativo del mismo, debemos elegir el de la Robert Schumann Philharmonie, que resultó un broche inmejorable.

Con un público entregado desde el principio, la agrupación dirigida más que sabiamente por un fantástico y sobrio Frank Beermann mostró un sonido extraordinario. Si bien el programa elegido, Wagner, Liszt y Schumann nada menos, se prestaba al lucimiento orquestal, el peligro de la lectura excesivamente grandilocuente siempre presente se soslayó con un equilibrio entre cuerdas y vientos (¡qué metales más fantásticos!) que consiguió momentos imponentes. El crescendo de la obertura del primer acto de Lohengrin puede servir como ejemplo de lo dicho. Equilibrado y constante, sonoro y preciso. Una maravilla, en fin.

El pianista Fabio Bidini, que colaboró en el primer concierto y la Totentanz de Liszt, si bien a gran altura y con una técnica endiablada, brilló en los aspectos meramente técnicos del concierto pero desconcertaba un poco en los pasajes más expresivos, en los que se le veía menos cómodo con un rubato a veces exagerado que la sabia mano de Beermann sabía compensar. Para finalizar, una extraordinaria versión de la Sinfonía nº 3 de Schumann, plena de contrastes, con un sonido limpísimo y compensado, girando desde la abstracción a lo concreto con un dominio del equilibrio sonoro apabullante. En verdad, magnífico.

Dos bises, que pudieran haber sido muchos más a tenor del entusiasmo de un agradecido y entregado público, cerraron el concierto y un ciclo que, a la vista de lo vivido este año, ha puesto un listón de calidad que debe convertirse en un reto a igualar en próximas ediciones.