Absuelto pese a conducir diez años con un carné falsificado

F. T. C. llevaba diez años conduciendo con un permiso falsificado, sin embargo, no tendrá que vérselas con la Justicia. Un tribunal de Murcia acaba de absolver a este vecino de Alcantarilla, sorprendido en 2009 con un permiso de conducir falsificado -él solo cuenta con el carné de motocicleta-. El juez ha considerado que, dado que el delito de falsificación se produjo supuestamente en 1999 -o así lo asegura el procesado-, éste ya ha prescrito y decreta el sobreseimiento provisional de las acusaciones.

En su declaración ante el juez, el procesado reconoció que trabajando en un mercado, «y dado que soy analfabeto», un conocido le había ofrecido realizarle un carné de conducir falsificado. Para esta labor, le reclamó una fotografía y 100.000 de las antiguas pesetas. F. T. C. explicó al juez que estos hechos se habían producido en el año 1999 y que meses después había estampado la firma en el permiso.

El acusado recalcó que el falsificador le había asegurado que «con esto no me pasaba nada» y que, en caso de ser sorprendido, «solo podría ocurrir que me lo quitaran». El declarante llegó a defender, ante el magistrado, que nunca pensó que podrían ponerle ni una multa «porque no entiendo de leyes».

Tras recibir el carné falsificado, F. T. C. reconoció que había estado una década conduciendo con total normalidad. En estos años, el conductor afirmó que solo le han parado una vez, «a los dos o tres meses de recibir el carné», pero que pasó desapercibido.

Con este reconocimiento, su letrado defensor, Raúl Pardo-Geijo Ruiz, solicitó la absolución de su defendido por prescripción, ya que el delito de falsedad se consuma en el momento en que se comete la alteración y prescribe -de acuerdo a la legislación actual- a los 5 años. Al explicar su defendido que la falsificación se produjo en 1999, y dado que le sorprendieron en 2009, la puerta estaba abierta a esta posible prescripción.

Sin perjuicio a terceros

El juzgado admite la hipótesis del letrado Pardo-Geijo Ruiz y entiende que el delito cometido por este vecino de Alcantarilla ha prescrito «sin que el uso posterior del documento falso pueda equivaler a la subsistencia de la falsedad». Ese empleo del carné falsificado, explica, incurriría, en todo caso, en un supuesto delito de utilización de documento falso que, explica el auto de este juzgado, «requiere como elemento típico el ánimo de perjudicar a otro». Una circunstancia que el magistrado no encuentra en este caso.

En este auto, el titular del juzgado ordena, asimismo, que se comunique la resolución a la Jefatura Provincial de Tráfico para que se continúe el expediente administrativo que se puede haber abierto al conocer la falsificación de este permiso.