Ante el juez por celosa

La reacción de una mujer al creer que su marido le era infiel acaba en los tribunales. El juzgado de Instrucción número 9 de Murcia ha abierto diligencias por presunta revelación de secretos tras la denuncia de un vecino de Murcia, que asegura que su esposa, al creer que mantenía una relación con otra mujer, se hizo con su Ipad y presuntamente accedió a dos de sus cuentas de correo electrónico. Con esa información, según explica la denuncia, mandó correos a esa supuesta amante -que el denunciante niega que realmente lo fuera- y a sus hermanos. El auto del juzgado indica que los hechos denunciados «presentan características que hacen presumir la posible existencia de un delito de revelación de secretos».

Este vecino de Murcia, al que defiende el letrado Raúl Pardo Ruiz, asegura, en su denuncia, que su exmujer comenzó a acceder sin consentimiento a su Ipad a partir del 2 de junio del pasado año, cuando aún estaban casados. G.N. resalta que su excompañera sentimental presuntamente entró en dos de sus cuentas de correo electrónico, leyó sus mensajes privados y fotografió buena parte de los mismos.

A partir del 29 de junio, el denunciante afirma que la mujer comenzó a enviarle mensajes de correo en los que le dejaba entrever que había descubierto su supuesta relación con otra mujer y le recriminaba esa supuesta infidelidad. Tras estos mensajes, el 18 de agosto de ese mismo año, la mujer decidió enviar un correo electrónico a la mujer con la que creía que su marido mantenía una relación. En este 'email', la esposa del denunciante también desgranaba datos que presuntamente conocía de acceder al correo de G.N. Ese mismo día, la mujer envió otro correo electrónico más, en este caso, a los hermanos del denunciante, en el que acusaba a éste de mantener una relación extramatrimonial y anunciaba su separación.

El denunciante afirma que «he visto cercenada mi voluntad de que no sean conocidos determinados hechos-siendo indiferente su certitud o no- que solo eran conocidos por mí y conculcado mi derecho a controlar cualquier información que afecte a mi vida privada y, por tanto, a mi intimidad».

El juzgado, en esta resolución judicial, añade que «no estando determinadas ni la naturaleza ni las circunstancias de tales hechos ni las personas que han intervenido en ellos, es procedente instruir diligencias previas y practicar aquellas esenciales encaminadas a efectuar tal determinación». En este sentido, el auto acuerda dirigirse al Grupo de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional de Murcia «con el fin de que procedan a practicar las gestiones encaminadas al esclarecimiento de los hechos».