El empresario que disparó a los Yepes sale en libertad bajo fianza de 30.000 euros

Valentín Sánchez ha regresado a casa. Tras abonar una fianza de 30.000 euros, el empresario abaranero, acusado de disparar a tres hermanos Yepes, abandonó a última hora de la tarde de ayer la prisión de Sangonera la Verde, en la que ha permanecido el último medio año. La Audiencia Provincial reconoce, en un auto, que el riesgo de fuga de Valentín sigue sobre la mesa debido a la gravedad de los hechos de los que se le acusa, pero ha otorgado mayor peso al tiempo que llevaba entre rejas y al arraigo familiar, social y económico con el que cuenta.

En su resolución, la Audiencia Provincial analiza la gravedad de los hechos que se le imputan al industrial y, en este punto, desgrana ciertos detalles del suceso, ocurrido el pasado 22 de diciembre, que jugarían en contra de la teoría de que Valentín disparó para defender a sus hijos. El tribunal recalca que «el resultado de la inspección ocular no permite, con la provisionalidad propia de esta fase procesal, amparar tesis defensivas como las que sugiere el recurrente en su querella».

El letrado del empresario abaranero criticó ayer las argumentaciones vertidas en esta resolución. «Disiento profundamente de la parte penal sustantiva del auto por hacer valoraciones jurídicas propias de un juicio oral, contaminándose en consecuencia la sala», afirmó el abogado Raúl Pardo Ruiz. Éste alabó, no obstante, el razonamiento desplegado por el tribunal para decretar la libertad provisional de su cliente asegurando que «es inmaculado».

La Audiencia afirma que la gravedad de los hechos -uno de los hermanos Yepes quedó parapléjico a causa del disparo- sigue suponiendo un argumento de peso para tener en cuenta un posible riesgo de fuga. Pese a ello, reconoce que no se puede negar el arraigo familiar, social y laboral de Valentín y recuerda que se ha presentado, incluso, un manifiesto firmado por numerosos vecinos y en el que algunos se comprometían a ayudar con su dinero al pago de una posible fianza.

El argumento de más peso en la resolución del tribunal no es, sin embargo, ese arraigo, sino el largo tiempo que el industrial lleva ya entre rejas. La Audiencia recuerda que su situación de privación de libertad ya se extendía casi medio año y que «han perdido contundencia los argumentos relativos a un riesgo de reiteración delictiva y a la necesidad de garantizar la presencia del imputado durante la fase de instrucción».

Por estos motivos, el tribunal ha decidido decretar la libertad provisional para el empresario bajo una fianza, «relativamente elevada, pero asequible», de 30.000 euros. La Audiencia le impone, además, la obligación de comparecer quincenalmente en el juzgado, le retira el pasaporte y le impide salir del país. Por último, los magistrados han dictado una orden de alejamiento que le impide acercarse a menos de 300 metros de los tres hermanos Yepes.