El UCAM perdona la vida al Lucentum (63-62)
La mala selección en ataque al final hunde a los de Luis Guil, penúltimos en la tabla
ÓSCAR MOTA
Lunes, 19 de diciembre 2011, 19:30
El partido era de los murcianos, pero algunas decisiones sorprendentes de los colegiados y la mala selección en el ataque, acabaron por regalar la victoria a su oponente. Sobre el papel, el duelo estaba bien planteado por parte del UCAM: frenar a Kaloyan Ivanov, que está llevando al Lucentum por los aires, y defender fuerte en el exterior para que el mejor equipo en porcentaje de triples no lo tuviera tan fácil. La teoría estaba clara y en la práctica salió bien. Bueno, a medias.
Es cierto que el equipo logró frenar a Ivanov, pero entonces fue Freire, el base, el que hizo un descosido a los murcianos con penetraciones y faltas de tiro. El control del rebote era fundamental y mientras que en el primer cuarto la supremacía fue del UCAM, después se permitió el lujo de cederlo hasta en su propia canasta, porque nuevamente eligió mal sus opciones en la recta final y porque otra vez los colegiados dieron vida a su rival cuando el UCAM estableció una renta de 12 puntos en el tercer cuarto.
El milagro de Txus Vidorreta ha llevado al Lucentum a conseguir dos victorias en las últimas jornadas sin jugadores extracomunitarios, con una plantilla que bien podría ocupar la última posición en la tabla por nombres, que no por tesón y confianza. Vidorreta es consciente de que su equipo se va a desinflar tarde o temprano si no llegan pronto los refuerzos y sabe que todas las victorias que logre ahora son vitales para no complicarse la permanencia a largo plazo. El espíritu del Lucentum es lo que falta al UCAM. El partido no lo perdió Grimau en el último lanzamiento.
El partido comenzó de forma muy peligrosa para los intereses del UCAM, que en apenas cuatro minutos vieron cómo la historia de hace dos temporadas se podía repetir (11-2). Mientras que los locales lo anotaban todo desde el exterior, los visitantes no daban pie con bola en ataque y no solo por los fallos en el tiro, sino por las pérdidas de balón. Guil retiró a Sergio Pérez y dio entrada a Walsh. Este comenzó a anotar y a hacer jugar a sus compañeros con asistencias. La reacción no se hizo esperar y en seis minutos el parcial fue de 6-19. El UCAM había dado la vuelta al marcador.
Los murcianos siguieron de menos a más y tras una canasta adicional de Barlow, establecieron su máxima renta de siete puntos (23-30). Los alicantinos parecían muy tocados, excesivamente dependientes de Ivanov y desubicados. Pero llegaron las primeras jugadas alocadas del UCAM, en las que varios jugadores trataron de ser protagonistas con acciones ofensivas muy precipitadas, todo lo contrario a lo que habían hecho para darle la vuelta al marcador. Los errores y la mala lectura del partido permitió que los locales empataran a 32 tras un parcial de 7-0. Walsh y Augustine regresaron a la pista y eso implicó mayor intensidad defensiva y más opciones de ataque (32-38).
Diez arriba
Tras el descanso y con el Lucentum dando facilidades e Ivanov desquiciado por sus fallos en el tiro libre, Grimau y Barlow anotaron sendos triples para poner a su equipo diez arriba, una ventaja que se vería incrementada hasta los doce puntos (36-48). En este preciso instante y con el partido bastante controlado fue cuando los colegiados comenzaron a tomar un papel principal en el partido. El UCAM ejecutó un contragolpe en el que le hicieron falta a Barlow. Los árbitros no solo no se pronunciaron, sino que dieron la posesión al Lucentum y señalaron una técnica a Walsh por mirar mal a uno de ellos -no dijo nada-. El Lucentum comenzó a recortar la ventaja ayudado por una falta indicada a Augustine, a pesar de tratarse de un claro tapón, o de otra a Grimau tras recoger un rebote defensivo. Luego llegaron dos triples de Ellis y Stojic, a los que no marcaba nadie, y la ventaja se esfumó (49-52).
El último cuarto arrancó con un nuevo triple de Ellis que empató el partido, pero el equipo alicantino estaba más cansado y desgastado que otra cosa. Aprovechando los errores de su rival, con rigor ofensivo y transiciones rápidas, el UCAM se volvió a poner por delante a siete minutos para el final, 52-58. Un parcial de 8-0 metió a los locales en el partido con cuatro minutos por delante y a partir de ese momento ambos equipos compitieron a errores y el que menos falló se llevó el gato al agua. Augustine falló una canasta bajo el aro en un contragolpe. Posteriormente Walsh perdió el balón, Barlow tiró un triple que ni llegó a rozar el aro, Augustine nuevamente se jugó un tiro desde cinco metros (había errado los dos anteriores y perdido un balón en ataque) a seis segundos para el final; y Grimau, a la desesperada, se jugó un triple sobre la bocina que no entró aunque se quedó cerca.
En definitiva, el UCAM se sigue complicando su temporada por una mala recta final y porque cuando tuvo opción de sentenciar el partido, al final&hellip lo de siempre. Acabó perdiendo y ya van tres derrotas consecutivas. El próximo partido de liga lo jugará en el Palacio de los Deportes de Murcia, el 28 de diciembre, a las 20.00 horas, contra el Estudiantes.
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