Tranvía sí, autobús también

La primera jornada del III Foro de la Movilidad que organiza la Consejería de Obras Públicas se cerró con un toque de atención a la capital y a su decidida apuesta por el tranvía. Y eso que el propio alcalde, Miguel Ángel Cámara, había estado sentado en la mesa inaugural, junto al director general de Transportes del Ministerio de Fomento, Juan Miguel Sánchez, y el consejero Ballesta, que actuó como anfitrión.

Sin embargo, lo cortés no quita lo valiente y la ponencia de la sesión de tarde, a cargo de Fernando Cascales Moreno, consultor y abogado especializado en temas de movilidad, se cerró con una consideración sobre el tranvía, o más bien por su necesaria complementariedad con medios como el autobús. Cascales afirma que tranvía y autobús deben ser complementarios y que el primero debe centrarse en los trayectos medios a grandes puntos de concentración, algo que con la ampliación a los campus, centros comerciales y La Arrixaca contemplada en el plan director del tranvía, parece claro para sus gestores.

Cascales es uno de los 200 expertos que el foro reúne hasta hoy en Murcia, pero tal vez el más relevante sea Marcel Rommerts, de la dirección general de Energía y Transporte de la Comisión Europea, que abre a las 9 la sesión de hoy con la presentación del plan de movilidad urbana de la UE, un proyecto que contempla 20 medidas concretas para facilitar la movilidad sostenible que se aplicarán en los próximos cuatro años.

Entre los destacados también se encuentra el catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid Andrés Monzón, coordinador del Observatorio de la Movilidad Metropolitana, cuyo informe anual sirvió para situar a los asistentes y abrir las sesiones. El informe -que analiza 17 ciudades españolas- destaca que en 13 de ellas ya hay «un rápido crecimiento de la bicicleta» como medio de transporte. Eso sí, aún tiene poco peso en la estadística de viajes totales, copada por el autobús: la mitad de los 3.300 millones de viajes en transporte público se realizaron en ese medio. El resto se lo repartieron metro, cercanías y tranvía, destacando el impulso de estos modos ferroviarios sobre todo en las áreas metropolitanas.