'mater & bellum'

Rossy de Palma: «Si eres madre, ya no te puedes volver a mirar ni el ombligo»

Rossy de Palma regresa hoy al Párraga para leer en escena su monólogo 'Mater & Bellum'

PPLL

Lunes, 26 de abril 2010, 10:45

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Rossy de Palma (Palma de Mallorca, 1964) está merendando y liberada de todo maquillaje, y en plena merienda, mientras empieza a evaporarse poco a poco el tibio sol de Madrid, la actriz de enorme cuerpo y potente carácter repone fuerzas mientras habla por teléfono. Y mientras merienda feliz, como una niña gigante a la que le gusta mucho disparatar, pero nada de nada joder y que la jodan, habla con 'GPS' de su regreso a Murcia, ciudad en la que el pasado 6 de febrero volvió hecha una loca de contenta a los escenarios con '(des)Variaciones Goldberg', el bellísimo disparate escénico creado por David Fernández, quien también compartió con ella el escenario, que se estrenó como una excitante bomba de relojería en el Centro Párraga. Ahora, Rossy de Palma repite visita al lugar, pero en solitario, para ofrecer al público una lectura dramatizada de un texto para ella muy especial, 'Mater & Bellum', un homenaje a las madres del mundo, «y en especial a las mujeres árabes», y un grito indignado y torrencial contra las guerras.

Un texto, el de 'Mater & Bellum', del que es autora la propia actriz y en el que ha trabajado a partir de otro anterior, titulado 'Sombra y Cuna', que escribió en 2003, por encargo de Juan Carlos Pérez de la Fuente, por entonces director del Centro Dramático Nacional (CDN), para que participase con él en el ciclo 'Confidencias' con el que se inauguró la coqueta Sala de la Princesa del madrileño teatro María Guerrero. Maternidad y guerra, amor y miedo, impotencia y rebelión, pasión...

Le gusta a Rossy de Palma, mientras merienda, hablar de una actuación «con la que vibro todo el tiempo» y que tiene la peculiaridad de que expone sin tapujos sus pensamientos y emociones más íntimas. Un experimento escénico que le permite conectar sin distancia con el público frente al que se confiesa/desnuda su alma. Regresa a Murcia la actriz formando ya parte del muy selecto grupo de personajes -de Mijail Gorbachov a Catherine Deneuve- que han protagonizado campañas de publicidad para la firma de lujo Louis Vuitton. Concretamente, De Palma -que destila 'glamour' a raudales cuando le da la puta gana- es la protagonista de la campaña que Louis Vuitton ha puesto en marcha para promocionar su nuevo servicio de venta por Internet.

Pero ahora no toca hablar de Louis Vuitton, sino de 'Mater & Bellum'. «Yo quería -explica- hacer un homenaje a las madres en general, y en especial a las árabes; es un texto sobre la maternidad y la guerra, sobre esta tragedia que consiste en que las madres creamos vida, y por otro lado otros la destrozan, la destruyen, matan a nuestros hijos». Se acuerda bien del año en que puso en pie el monólogo, 2003: «Aznar nos llevó a la guerra de Irak, pese a que los españoles le dejamos claro que no queríamos ir».

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Fuerte decisión

La invasión de Irak tuvo lugar en marzo, y en diciembre «yo estaba en el teatro denunciando la crueldad de todas las guerras». Y hablando de la aventura eterna de la maternidad. «Prácticamente todo el texto es mío, pero también he incluido algunos poemas y textos de otros», dice sobre 'Mater & Bellum', donde, además de importantes dosis de humor e imágenes cómicas, «está presente esa gran duda existencial que consiste en preguntarse para qué traemos hijos a un mundo tan caótico, tan desesperanzador; es una decisión muy fuerte, y además te planteas también eso de, 'pobre hijo mío, le voy a condenar a tenerme por madre'».

-¿Ser madre le ha hecho mejor persona?

-Lo que me ha hecho es persona, no sé yo si buena... Lo que sí sé es que lo necesitaba mucho, y que había soñado con ser madre desde muy pequeña. Tenía un gran instinto maternal, pero mal colocado, porque lo usaba para los amigos y para todo el mundo menos para mis hijos, porque nos los tenía. Ser madre me ha hecho madurar.

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-¿Y quitarse miedos?

-¡No, de eso nada, de quitarse miedos nada, todo lo contrario! Ser madre es abrir la puerta a la vulnerabilidad, tener ya para siempre una inquietud constante, convivir con el miedo a que te pase algo y ellos se queden solos, y no querer ni pensar en que sea a ellos a los que les ocurra una desgracia, porque eso sería lo más doloroso que te podría ocurrir en la vida. Pero bueno, lo verdaderamente importante para tener hijos es desearlo, aceptar que llega un momento en el que tú dejas de ser importante y pasan a ser importantes tus hijos. Ya no estás tú solo, como el centro de tu propio universo, mirándote el ombligo; es más, si eres madre ya no te puedes volver a mirar ni el ombligo. Ser madre es un contrato que no prescribe.

-¿Alguna vez se arrepintió?

-¡No, no, no, no, qué va, qué va, qué va, para nada, para nada, para nada! Y eso que para mí no ha sido nada fácil, porque soy madre soltera y he pasado hasta por momentos de mucho calvario; pero ni por esas existe el arrepentimiento. Ha merecido la pena aunque me haya llevado disgustos. Yo tengo muy gustosamente asumido que soy madre, soy vulnerable y soy una loba, porque yo por mis hijos doy la vida todas las veces que haga falta.

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Rossy de Palma huye de prejuicios y de autocomplacencias, rehúye ser objeto morboso de deseo y sabe bien cómo provocar o montar un 'shock', cómo resultar huraña y cómo enternecer. Y derrocha buen humor. «¿Escenas eróticas. A mí no me ha caído nunca esa breva», dice entre risas cuando se le pregunta por posibles rodajes de escenas eróticas. Rechaza ir por la vida de graciosa, con el chiste bajo el brazo, y su sueño dorado es tener una casa en el campo, rodeada de animales, «y que a la hora del desayuno el tigre me entre por la ventana». ¡Madre mía!

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