Más de un tercio de los murcianos respiraron aire contaminado en 2019

Más de un tercio de los murcianos respiraron el pasado año aire contaminado. Lo revela el informe presentado ayer por Ecologistas en Acción, donde están especialmente preocupados por la contaminación provocada por el ozono troposférico, asociada a las emisiones del tráfico y de la industria, y el desbocado incremento de quemas agrícolas, casi el doble que el pasado año.

El dióxido de nitrógeno y las partículas PM-10 son los contaminantes asociados al tráfico que más afectan a la Región, mientras que el dióxido de azufre es el más vinculado a las emisiones industriales, según la valoración que realizó el portavoz de la Comisión de Calidad del Aire de Ecologistas en Acción, Pedro Belmonte, quien presentó ayer el informe sobre la calidad del aire en la Región en 2019 elaborado por los especialistas de la organización ecologista.

Las áreas metropolitanas de Murcia, Cartagena y Lorca, así como los polos industriales de Murcia-Alcantarilla y Escombreras-La Aljorra son los principales focos de contaminación atmosférica, según ubica el informe, que ha detectado un aumento de las quemas agrícolas, sobre todo en Mazarrón, Águilas, Cieza y Murcia. En el caso concreto de Murcia, se han tramitado 177 denuncias por esa causa, lo que supone «más de doble con respecto a años anteriores».

El ozono troposférico diario ha afectado al territorio murciano en menor medida que en años anteriores, especialmente en la zona norte, coincidiendo quizás con «una mayor frecuencia de los episodios tormentosos estivales registrados en este ámbito». Sin embargo, según el valor límite de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Alumbres y Mompeán (en Cartagena) han sobrepasado los 90 días al año (tres meses) de superación del límite saludable, «lo que muestra la magnitud del deterioro de la calidad del aire por ozono en esta zona, seguidas por las estaciones de Alcantarilla, Lorca y San Basilio».

En cuanto a las partículas PM-10, los datos de 2019 reflejan «un comportamiento muy moderado en todas las estaciones de la red de vigilancia atmosférica, que no han rebasado los 35 días de superaciones al año que establece la normativa.

Para los ecologistas, reducir la contaminación atmosférica pasa por «la limitación del tráfico rodado en los núcleos urbanos y las áreas metropolitanas, disminuyendo la necesidad de movilidad con un urbanismo de proximidad y potenciando en las ciudades el transporte público (en especial el eléctrico) «y los medios no motorizados como la bicicleta o el tránsito peatonal». La organización reclamó además «la reconversión ecológica del transporte interurbano desde la carretera a un ferrocarril convencional mejorado y socialmente accesible; el ahorro y la eficiencia energética; la recuperación de los estímulos para la generación eléctrica renovable y la adopción de las mejores técnicas industriales».

Entre las conclusiones del informe, destaca que durante 2019 han continuado los problemas de funcionamiento en la red regional de vigilancia atmosférica, con «numerosas» incidencias y pérdida de datos, debido a la «antigüedad» de la mayoría de los aparatos medidores.