El trapicheo que no frenan ni los muros más altos de la prisión
'Hulk', un traficante preso en la Región, lidera presuntamente una trama que introducía droga y anabolizantes en la cárcel de Campos del Río
Ni los muros más altos pueden evitar que los trapicheos y la ambición sigan su curso. El equipo de delincuencia organizada y antidroga (Edoa) de ... la Guardia Civil está investigando una presunta trama de introducción de estupefacientes y anabolizantes en la prisión de Campos del Río. Al frente de este negocio, en el que bucea desde hace meses el Juzgado de Instrucción número 2 de Mula, se encuentra presuntamente Fermín G. S., un traficante de drogas que cumplía condena en Murcia II desde que en enero de 2018 protagonizase una espectacular persecución por el centro de Murcia con 3,5 kilos de coca encima. Un interno con influencia en la cárcel al que los otros reos conocen como 'Hulk', por su imponente condición física, y que ya ha sido trasladado a una cárcel madrileña.
Fue el escrito que un alto cargo del centro penitenciario remitió al juzgado de Vigilancia Penitenciaria el que dio el pistoletazo de salida a estas pesquisas el pasado mes de noviembre. En el documento, según explicaron fuentes cercanas a la investigación, se aludía a una trama de personas, en su mayoría españolas, que se habrían confabulado para burlar la vigilancia de la prisión introduciendo entre sus muros diferentes estupefacientes. El escrito ya señalaba a dos internos como los presuntos encargados de mover luego esa droga dentro de la trena. En mayo, esos dos internos, Fermín G. S. y Justo A. R., fueron trasladados a prisiones de Madrid y Córdoba, respectivamente. Ambos se valían supuestamente de sus compañeras sentimentales, I. R., residente en Murcia, y M. C., vecina de Lorca, para introducir la droga en la cárcel en las visitas y los vis a vis que mantenían.
De las conversaciones, principalmente videollamadas, que los profesionales del Edoa captaron entre Fermín y su mujer se desprende, al parecer, que este interno era la persona que, desde la cárcel, dirigía cómo se debía llevar a cabo el tráfico de drogas. «Dile a tu primo que le baje un punto –en el argot del tráfico de drogas mil euros– y se lo pagas», le explica el principal sospechoso a su mujer en un contacto. Una indicación a la que ella responde: «No le quiso bajar ese punto y le dijo que no se lo llevaba entero, se llevaba la mitad». Los guardias civiles consideran probado que Fermín traficaba también con anabolizantes dentro de prisión, dadas las videollamadas con su mujer interceptadas, en las que esta le muestra diferentes cajas de este tipo de sustancias.
«Dile a tu primo que le baje un punto y se lo pagas», indica el principal sospechoso a su mujer en una videollamada
La Benemérita revela en su atestado, además, que este interno dirigía desde prisión a otro de los presuntos proveedores de la trama, Álvaro L. P., un colombiano con el que mantiene desde hace años contactos relacionados con este negocio. Un nexo por el que este le debería 30.000 euros. Utilizando a su pareja como intermediaria, Fermín indicaba supuestamente al colombiano algunas de las personas con las que tenía que relacionarse para la venta de coca. Las indicaciones se las hacía con mensajes de voz que grababa en prisión para, posteriormente, pasárselos y que este contactase con esos supuestos clientes.
Billetes y calculadoras
Los agentes desplegaron hace unos días registros en los domicilios de los principales investigados, principalmente en Murcia pero también en alguna zona de Alicante. En la vivienda familiar de I. R., la esposa del principal sospechoso, los guardias hallaron varios botes de sustancias anabolizantes, como Turinabol, Proviron o Tamoxifeno citrate.
Los agentes también visitaron la casa de otro de los investigados, A. M., hermano de la primera, una vivienda que, remarcan los investigadores, también era utilizada por la mujer de Fermín. En su interior, según explicaron fuentes cercanas al caso, se hallaron varias cantidades de marihuana y uno de los objetos que el Instituto Armado buscaba con ahínco: dos básculas de precisión de las que se suelen utilizar para el pesaje de la droga. Los agentes andaban detrás de estas pertenencias tras captar varias conversaciones de Fermín con su mujer en las que aludían a «la calculadora grande y pequeña».
En la casa de Isaac M. F., primo de la mujer de Fermín y supuesto proveedor de la trama, aparecieron más de 11.000 euros en efectivo, marihuana y un revólver que los agentes incautaron pese a estar legalizado. Los agentes también visitaron un local vinculado a este sospechoso en el murciano barrio de El Carmen, donde hallaron más dinero en efectivo.
Los sospechosos niegan haber metido cocaína entre rejas
Los investigados en esta trama defienden su inocencia y niegan haber introducido estupefacientes en prisión. Según explicaron fuentes cercanas a la investigación, la mujer de Fermín sostuvo en su declaración que tanto ella como su esposo eran asiduos al gimnasio y que los anabolizantes eran para su propio consumo. Isaac M. sostuvo también que la droga hallada en su casa era para él. Este diario contactó con el penalista Raúl Pardo-Geijo Ruiz, que ha asumido la defensa de gran parte de los procesados y que rehusó hacer declaraciones al respecto.
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