La 'Ley Trans' divide a los colectivos feministas de la Región de Murcia
La Asamblea Feminista es reacia a la nueva regulación porque no comparte el derecho a la autodeterminación de género, mientras la Plataforma Feminista defiende la libertad para elegir
Unidos siempre en la defensa de la igualdad total entre hombres y mujeres, los colectivos feministas se acercan al 8M divididos por el borrador ... de la 'Ley Trans' del Ministerio de Igualdad de Irene Montero, que también mantiene enfrentados a los dos socios en el Gobierno central, PSOE y Unidas Podemos. El Ministerio de Igualdad ya tiene listo el esbozo de la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans, una norma incluida en el acuerdo de gobierno que ha abierto una agria brecha en el movimiento feminista.
Convocatorias
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Asamblea Feminista. No saldrá a la calle, pero celebrará actos 'online', como la lectura del manifiesto, y colocarán lazos morados en los balcones.
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Movimiento Feminista. Ha convocado una manifestación el 8M a las 18 horas desde la plaza de La Fuensanta.
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Murcia Feminista y Combativa. Ha convocado otra manifestación que partirá a las 18 horas desde la avenida de la Libertad.
El principal punto de fricción es el que hace referencia al derecho a la libre autodeterminación de género, que supone que cualquier persona pueda cambiar su nombre y sexo en el Registro Civil solo con una declaración expresa, a partir de los 16 años. Esa es la edad mínima que quedaría establecida también para tomar decisiones sobre tratamientos hormonales. La norma redactada contempla además el reconocimiento de las identidades no binarias -son aquellas personas que no se sienten ni hombres ni mujeres- y la posibilidad de eliminar la mención al sexo en los documentos oficiales de quienes respondan a esa identidad. Por último, contempla permitir el acceso a tratamientos reproductivos a las personas trans con capacidad de gestar.
El borrador ha encendido los ánimos dentro del feminismo en los últimos meses, y ha añadido otro punto de divergencia entre las distintas corrientes. Los colectivos más ortodoxos (y cercanos al PSOE) rechazan de plano el derecho a la autodeterminación de género (es decir, que las personas trans puedan modificar su nombre y sexo en los documentos oficiales sin superar los requisitos médicos actuales) porque, consideran, pone en riesgo «todo lo conseguido en la lucha contra la discriminación de las mujeres» y, alertan, «torpedea el desarrollo de políticas públicas encaminadas a la defensa de la mujer». Las agrupaciones menos institucionales y cercanas a Podemos reniegan de la necesidad de que las personas trans tengan que someterse a operaciones de reasignación de sexo o tratamientos hormonales para ser tratadas con su verdadera identidad, porque, estiman, «la decisión sobre su cuerpo es suya, no de los médicos», resume Olvido Garrido, activista destacada de movimientos como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y Anti Represión, y cabeza visible del Movimiento Feminista.
Dos colectivos convocan manifestaciones separadas, pero la plataforma mayoritaria no saldrá a la calle
La divergencia se suma a la confrontación por otras cuestiones, como la abolición (vs regulación) de la prostitución, los 'vientres de alquiler', la 'ley del solo sí es sí' y, este año, la conveniencia de salir a las calles el 8M o celebrar el Día Internacional de la Mujer de forma virtual para evitar riesgos sanitarios.
Las dos corrientes mayoritarias toman forma en la Región en la Asamblea Feminista, más numerosa, institucionalista y seguidora del feminismo ortodoxo en su mayoría, y el Movimiento Feminista, del que se desgajó la Asamblea Feminista hace ya tres años, cuando las distintas sensibilidades, unidas por sólidos consensos en la defensa de la igualdad, dieron lugar a dos organizaciones. A ellos se suman otros grupos que hacen la guerra por su cuenta, como Murcia Feminista y Combativa y Feministas Anticapitalistas Región de Murcia.
La Asamblea Feminista está integrada por una treintena de organizaciones, asociaciones y colectivos, entre ellos, el Círculo Feminismos Podemos, el Laboratorio de Igualdad PSOE y los sindicatos UGT y Comisiones Obreras. También Gitanas Feministas por la Diversidad y Paro Internacional de Mujeres Cartagena. Con un carácter más institucionalista, tiene su rostro más visible en Gloria Alarcón, histórica del movimiento y diputada socialista. Aunque no manifiesta una postura oficial sobre la 'Ley Trans', la mayoría de entidades que la integran han mostrado su oposición al polémico derecho a la autodeterminación de género que incluye el proyecto de ley. Para que la identidad cuente con efectos jurídicos plenos, defienden que se dé una «situación estable de transexualidad debidamente acreditada».
El argumentario lo comparte Gloria Alarcón. «La libre determinación de género desdibuja a las mujeres como sujeto político y jurídico, poniendo en riesgo los derechos, las políticas públicas de igualdad entre mujeres y hombres y los logros del movimiento feminista», reclama la impulsora de la Asamblea Feminista, en consonancia con las tesis del feminismo más ortodoxo e histórico, que también encuentran voz en la ministra de la Presidencia, Carmen Calvo. A Alarcón, que reivindica el compromiso de la Asamblea Feminista con las personas transexuales y la consecución de sus derechos -«tienen todo nuestro apoyo»-, le preocupa que los avances del feminismo queden desdibujados con el proyecto de ley de Montero, que «impediría desarrollar políticas centradas en la defensa de la mujer».
El Movimiento Feminista, que tiene su portavoz en Olvido Garrido, otra histórica en la lucha por los derechos de la mujer, no encuentra razón que avale la necesidad de que las personas trans tengan que someterse a operaciones de reasignación de sexo o tratamientos hormonales para ser tratadas con su verdadera identidad. «Por supuesto que las mujeres trans son mujeres, y la decisión sobre su cuerpo es de ellas, no de los médicos, que deben asesorar. Las trans son las sujeto de sus leyes, no las objeto», reivindica.
Los consensos que sacan cada año a la calle a miles de mujeres, como la brecha salarial y la lucha contra la violencia machista, siguen vigentes para las dos agrupaciones, pero en el amplio, fuerte y diverso movimiento feminista murciano hay más aristas y fronteras. Otro debate tan complicado como discutido marca la línea entre las dos agrupaciones: ¿Qué hacer con la prostitución? La corriente mayoritaria, el feminismo abolicionista, considera que no es un empleo, sino una forma de explotación de las mujeres más vulnerables. Esa tesis es la más compartida entre la Asamblea Feminista que, sin tener una postura oficial sobre la cuestión, admite que la mayoría de las entidades que la integran son abolicionistas.
El Movimiento Feminista, por contra, defiende la regularización del «trabajo sexual voluntario. Contra la trata estamos todas, pero si una mujer quiere dedicarse a la prostitución, ¿quiénes somos nosotros para decirle que lo que hace es indigno?», cuestiona Olvido Garrido, quien reclama derechos para las prostitutas.
Desde Salud Pública aconsejan que no se celebren manifestaciones por el riesgo de contagios
Otras divergencias han asomado esta semana a cuenta del borrador de la 'ley del solo sí es sí', diseñada por el Ministerio de Igualdad y censurada por el Consejo General del Poder Judicial. La norma incluye la definición del concepto de consentimiento de relaciones sexuales, y reza: «Se entenderá que no existe consentimiento cuando la víctima no haya manifestado libremente por actos exteriores, concluyentes e inequívocos conforme a las circunstancias concurrentes su voluntad expresa de participar en el acto». El Código Penal vigente ya se asienta sobre la idea de consentimiento, aunque no incluya una definición del concepto. Para el Poder Judicial, esa definición supone «una inversión de la carga de la prueba». Es decir, que no se respete la presunción de inocencia del acusado.
El borrador satisface al Movimiento Feminista, que considera que «el consentimiento debe estar muy claro. En el momento en que no se dice sí, es agresión». Desde la Asamblea Feminista, la norma lleva «el concepto de consentimiento al extremo».
Manifestaciones a debate
Tres años después del desencuentro que escenificaron el 8 de marzo de 2018, durante la histórica manifestación que marcó un antes y un después para el feminismo en la Región y en España, los dos colectivos siguen sin ponerse de acuerdo en la organización de sus actos para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. En el día grande del feminismo, cada grupo hará la guerra por su lado. Desde la Consejería de Salud y el Ministerio de Sanidad han desaconsejado las manifestaciones el próximo 8 de marzo. La Asamblea Feminista ha decidido no salir a la calle por cuestiones de seguridad sanitaria, aunque no todas las entidades que agrupa el colectivo estaban de acuerdo con esa medida.
El Movimiento Feminista ha convocado una manifestación que partirá a las 6 de la tarde desde la plaza de la Fuensanta de Murcia, «por supuesto respetando todas las distancias y medidas de seguridad. Los bares están abiertos, se celebran otro tipo de protestas y la Gran Vía es un espacio muy grande para que pueda celebrarse sin riesgos», defienden. Murcia Feminista y Combativa ha convocado otra manifestación, a la misma hora, desde la avenida de la Libertad, apenas a unos metros de distancia de la plaza de La Fuensanta.
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