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Tolerancia cero

Demasiado perro ·

El nombramiento de un supremacista, nacionalista identitario y aprendiz de teórico de la eugenesia como presidente de la Generalitat es una vergüenza para dicha institución, para Cataluña y para todos y cada uno de los catalanes

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Viernes, 18 de mayo 2018, 22:38

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Por desgracia, en Europa hemos sabido y no hace tanto tiempo, qué era el nazismo. Y no solo eso: en el período que transcurre entre 1936 y 1945 -noten que incluyo nuestra guerra civil en el conflicto- Europa y el mundo se bipolarizaron en torno a totalitarismos de izquierda y derecha que nos llevaron a escribir las páginas más negras de nuestra historia. No me voy a extender en los millones y millones de muertos que provocó el comunismo de mano de papá Stalin y quisiera centrarme en los causados por otro de los bandos en liza: el nazismo. Ese tipo de ideología está totalmente proscrita en una Europa moderna porque la gente no es tonta y sabe la que te pueden liar estos tíos -descerebrados siempre- que hablan de pureza de la raza, de enemigos sucios y ahora, sin tener ni puta idea de lo que es eso, del ADN.

Un nazi es un nazi y siempre habrá que denunciarlo alto y claro. Creo, que el nombramiento de un supremacista, nacionalista identitario y aprendiz de teórico de la eugenesia como presidente de la Generalitat es una vergüenza para dicha institución, para Cataluña y para todos y cada uno de los catalanes. Si el 'procés' se encuentra como se encuentra no es por culpa de 'Madrit', sino de la impericia y la falta de preparación que ha evidenciado la clase política independentista. Los independentistas han ido viendo cómo el nivel de sus líderes ha ido bajando y bajando. Yo creía que no había algo más 'freak' que Puigdemont, pero lo han encontrado. ¿De verdad creen que es bueno para la causa independentista nombrar a un tipo como Torra? Hay cosas que, en Europa, no deben permitirse. Y si se detectara un nazi que llega al poder, debía ser cesado y juzgado en ese mismo minuto. Por apología de ideologías xenófobas, supremacistas y fascistas que produjeron cientos de millones de muertos en el mismo territorio que ahora ocupa la UE. Esto no puede consentirse y a Europa, al poder judicial español y europeo no debe temblarle el pulso.

Su propio 'Mein Kampf'. Este 'lumbreras', al que -maldito día- pasaportó una empresa de seguros, se metió en el mundo editorial y en el ámbito del nacionalismo más radical y comenzó a soltar perlas en forma de artículos, tuits y opiniones varias que ahora configuran su propia producción literario-intelectual. Veamos algunas de ellas: «Un cráneo de Ávila no será nunca como uno de la plana de Vic». Solo con esta no deberíamos seguir. En Francia, Alemania o Inglaterra, un político dice eso e iría a la cárcel por defender argumentos de corte, directamente, nazi. Es una constante en la obra de este tipo, la referencia a la raza, el ADN, los genes y la lengua, como elementos diferenciadores de una raza superior a otra. ¿Les suena? ¡Europa! ¿Hay alguien ahí?

Es un ultraderechista en un movimiento supuestamente republicano. Sí, el nuevo líder de la 'revolución de las sonrisas' dice cosas como: «Los cruces [de la raza del socialista catalán] con la raza del socialista español fueron aumentando y aumentando hasta llegar a mutar el propio ADN de los autóctonos». U otras lindezas como: «Les repugna cualquier expresión de catalanidad. Es una fobia enfermiza. Hay algo freudiano en estas bestias. O un pequeño bache en su cadena de ADN. ¡Pobres individuos!». Si cogemos cualquiera de estas frases y sustituimos español por judío/negro/indio y catalán por ario/blanco-protestante, ¿de qué estaríamos hablando? Pero por si todo esto fuera poco, este pobre desquiciado ha firmado cosas como: «Sin lengua no hay país». O esta que no tiene desperdicio: «Gente que ya se ha olvidado de mirar al sur y vuelve a mirar al norte, donde la gente es limpia, noble, libre y culta». En la que nos está llamando sucios e incultos. O esta última, inventándose una realidad distópica que daría para muchas horas de diván: «…de voluntad genocida contra un pueblo, de destrucción del paisaje, de emigraciones masivas…». ¿De verdad creen los independentistas que esto les beneficia a nivel europeo? ¿No son conscientes de el efecto que el nombramiento de un ultra como este va a provocar en la pérdida de adhesiones internacionales? ¿No había otro peor a quien nombrar? ¿No sería mejor plantear un independentismo no excluyente para el que no habla catalán que esta locura xenófoba y supremacista, frentista, en la que están? Fíjense en qué palabras asoman constantemente en el delirio pancatalanista del nuevo president: cráneo, ADN, genes dañados, noble, limpia y culta, genocida, bestias…. En las SS muchos escribían así.

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