El teléfono contra el acoso escolar atendió casi medio centenar de llamadas en solo tres meses
Un tercio de las comunicaciones han provocado la actuación de los equipos de convivencia
Uno de cada diez estudiantes asiste cada día a clase con el miedo a ser acosado por sus compañeros. El 9% de los chicos de entre 12 y 16 años salen de casa con la mochila a cuestas y el temor a que se burlen de él, le den una colleja, le insulten, le excluyan de los juegos o le hostiguen en las redes sociales. Muchos adolescentes padecen ese sufrimiento en silencio, y solo unos pocos se atreven a dar el paso de denunciarlo. Con el objetivo de facilitar la denuncia y vencer las prevenciones de los chavales a la hora de dar el paso de contar lo que les sucede a sus docentes o a su familia, la Consejería de Educación puso en marcha a mediados de marzo una línea de teléfono a la que los chicos que se sienten víctimas del acoso escolar pueden llamar para pedir ayuda. El servicio se complementa con un número de WhatsApp destinado a los estudiantes con discapacidad auditiva, del habla y visual.
En los apenas tres meses en que ha estado en marcha el servicio de teléfono, que, como ocurre con las líneas reservadas a las mujeres víctimas de maltrato, no deja huella en la factura, casi medio centenar de estudiantes han recurrido a ese canal para pedir ayuda. Del total de llamadas, tres las han realizado las presuntas víctimas, y el resto sus padres u otros familiares. En 18 de los casos atendidos, se denunciaba una situación de acoso escolar continuada, mientras que el resto alertaban de una agresión ocurrida en el centro o pedían información y orientación.
ALGUNAS CIFRAS
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17 expedientes disciplinarios por acoso escolar se tramitaron el curso pasado. El anterior la cifra fue la misma.
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46 llamadas ha recibido la línea telefónica contra el acoso desde que se puso en marcha a mediados de marzo. Tres llamadas fueron realizadas por las víctimas y el resto, por sus familiares.
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9% de los estudiantes murcianos de entre 12 y 16 años son víctimas de acoso escolar y el 7%, de hostigamiento cibernético a través de las redes sociales.
Las llamadas, que se presentan como una vía de escape y alerta para los chicos que no se atreven a denunciar la situación de acoso que padecen cara a cara, son atendidas por el equipo de profesionales especializados en el área de intervención social, psicológica y educativa, que centran su actuación en la recogida máxima de información, identificando al afectado, la situación denunciada y el entorno en el que se produce, de forma que cuenten con elementos de juicio suficientes para valorar la gravedad del caso y actuar en consecuencia. Dependiendo de las circunstancias que rodean el asunto, los técnicos informan al Observatorio de la Convivencia para su investigación e intervención y, en los casos de extrema urgencia y gravedad, lo derivan al servicio de emergencias 112 o a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Como en el número contra la violencia machista, las llamadas no dejan huella en el recibo
La atención telefónica está a cargo de profesionales especializados en intervención psicosocial y psicopedagógica, «con experiencia en atención temprana y salud mental infanto-juvenil, capaces de detectar situaciones relacionadas con el acoso escolar, la xenofobia, violencia de género, radicalismo o los generados por la identidad de género», entre otros. Se incluyen también los casos de ciberacoso a través del móvil y las redes sociales, «otra forma de acoso que va más allá de las aulas y que tenemos que atajar», insisten en la Consejería de Educación.
17 expedientes disciplinarios
El curso pasado se llegaron a tramitar 17 expedientes disciplinarios por acoso escolar en los colegios e institutos de la Región referentes a casos en los que se pudo constatar la situación de hostigamiento que padecía el alumno. La cifra es idéntica a la registrada el año anterior. La Consejería de Educación insistió en que «es objetivo irrenunciable del Gobierno regional favorecer la convivencia en los centros educativos. Luchar contra el acoso escolar es una labor de todos».
El teléfono regional contra el 'bullying' se inspira en el nacional, que entró en funcionamiento con el mismo propósito hace un año y medio. En los primeros doce meses desde la puesta en marcha del 900 018 018, el teléfono estatal de ayuda a las víctimas del acoso escolar, alumnos, padres, profesores y otras personas con conocimiento de un episodio de violencia o persecución en los centros docentes no universitarios, denunciaron al equipo de profesionales que atiende el servicio creado por el Ministerio de Educación más de 8.300 casos concretos, lo que permitió activar los mecanismos para que la víctima recibiese el apoyo preciso y que la agresión, humillación u hostigamiento al estudiante fuese investigada.
El servicio, que desde el 1 de noviembre de 2016 funciona las 24 horas de los 365 días del año, ha permitido que los psicólogos que lo atienden, apoyados por juristas, trabajadores sociales y pedagogos, hayan notificado estos miles de casos a la Inspección Educativa y a los centros aludidos para que hiciesen las averiguaciones necesarias y tomasen las medidas pertinentes para resolverlos y prevenir otros semejantes. El equipo de trabajo, formado en los distintos turnos por unos veinte profesionales, también derivó los hechos más graves a la Policía, la Guardia Civil y la Fiscalía y orientó a las víctimas hacia la asistencia psicológica, social, sanitaria o legal que precisaban.
El teléfono gratuito, creado a imagen y semejanza del 016 contra la violencia machista, garantiza también a los interlocutores el anonimato, porque sus llamadas no dejan huella en el recibo telefónico.