La subida salarial de 150.000 trabajadores depende de la renovación de 25 convenios en la Región de Murcia

En conjunto, sobre la mesa se van a plantear por parte de los representantes del personal propuestas de subidas salariales en torno al 4%, en línea con la reciente actualización para 2025 del salario mínimo interprofesional (SMI), acordada por CC OO y UGT con el Gobierno central. No obstante, esa tasa ambiciosa de petición de incremento por la parte sindical se enfrentará a las ofertas más modestas que se manejarán desde cada ámbito empresarial. Por ello, se anticipa una negociación difícil.

Lo que ocurra en el caso concreto de la construcción, un sector en expansión, pese a las dificultades, y con un enorme peso en la economía regional, puede marcar el rumbo de por dónde pueden ir los tiros. Hay que tener en cuenta que implica a unas 2.000 empresas, la mayoría micropymes y autónomos. Otros convenios relevantes que obligarán a los agentes sociales a ponerse manos a la obra para llegar a acuerdos son los referidos al comercio en general, con 25.000 trabajadores y unos 6.000 pequeños empresarios; así como en un escalón inferior los de Empresas de Trabajo Temporal (ETT), con 5.000 empleados; y Manipulado y envasado de agrios, 2.500.

La responsable del área de Trabajo y Asuntos Sociales de la patronal murciana, Rosalía Sánchez, subraya que «el objetivo de Croem es ir cerrando mesas de negociación que están pendientes, comenzando por las que llevan más tiempo bloqueadas y que afectan a mayor número de empresas y trabajadores». En este sentido, un primer paso para encarrilar el avance en la negociación colectiva fue la reunión de trabajo que mantuvieron el pasado 17 de enero el presidente de Croem, Miguel López Abad, con los líderes regionales de CC OO y UGT, Santiago Navarro y Antonio Jiménez, respectivamente.

Todos ellos expusieron de forma unánime la necesidad de rematar las negociaciones de más larga duración «para acordar así un marco estable laboral en los convenios pendientes». Al respecto, hay que recordar los ejemplos de los convenios Agrícola, forestal y pecuario, con 22.000 trabajadores, sin renovar desde 2018, y con la negociación bloqueada desde el pasado julio; el de Transporte de mercancías por carretera, con 20.000 trabajadores, sin renovar desde hace diez años, aunque tuvo un actualización de tablas salariales y prórrogas de ultractividad hasta 2018.

Tampoco se puede obviar dentro del sector agrícola la importancia de impulsar la negociación del convenio de Empresas cosecheras y productoras de tomate, lechuga y otros productos, que concluyó en 2023, con 28.000 trabajadores que desempeñan su labor en unas 54 empresas.

Desde CC OO-RM insisten en la necesidad de «seguir incidiendo en la subida de los salarios medios y pactados, para aumentar la demanda interna, fortalecer la economía regional y seguir potenciando la creación de empleo estable y de calidad». De hecho, el incremento salarial medio en la Comunidad fue del 2,95% en los 59 convenios colectivos que se publicaron en 2024, lo que la sitúa en una posición intermedia. Cataluña y Extremadura alcanzaron las subidas más modestas, del 2,78%, mientras que a la cabeza se situaron País Vasco, con un 3,67%, y Madrid (3,63%).

Por su parte, UGT sostiene que «se corre el riesgo de que nuestro potencial de crecimiento económico y del empleo queden lastrados por no actuar sobre los históricos déficit» de productividad y calidad del empleo que se arrastran. Y aunque la evolución de los salarios es «positiva», puesto que se ha logrado «trasladar con éxito lo pactado», hay que reforzar el dinamismo de la negociación para proteger el poder adquisitivo.

Los cambios regulatorios en materia laboral puestos en marcha por el Gobierno central también van a obligar a los agentes sociales de la Región a su adaptación al marco de la negociación colectiva en los diferentes sectores productivos.

Desde la patronal Croem, Rosalía Sánchez hace hincapié en que «las continuas modificaciones normativas en materias que afectan muy directamente a la negociación colectiva (jornada, salario) producen como efecto una ralentización de la negociación, ya que las empresas necesitan seguridad jurídica, y difícilmente pueden llegar a acuerdos si se desconoce la legislación aplicable». Una circunstancia que supone un condicionante que habrá que tener muy presente.

En CC OO-RM tienen claro, tal como indicó esta semana su secretario de Empleo, Acción Sindical y Negociación Colectiva, Víctor Romera, en su valoración de los datos de la EPA, que «la reducción de la jornada a 37,5 horas semanales puede tener un impacto positivo en la creación de empleo y la condiciones laborales de la personas» en el territorio de la Comunidad.

De hecho, recuerda que la jornada la media pactada en los convenios en la Región el pasado año llega a una media de 1.779 horas, mientras que a nivel nacional es inferior, 1.759 horas. De ahí que insiste en que en territorio murciano se da un promedio de jornada laboral mayor.

UGT-RM en su análisis del IPC de cierre del año hacía referencia también a que, más allá del incremento salarial medio pactado en los convenios en la Comunidad, el 2,95%, un dato que sitúa por encima de la inflación registrada las subidas pactadas, «esta ganancia de poder adquisitivo no es, sin embargo, generalizada». Y es que hay trabajadores «que no están cubiertos y protegidos por la negociación colectiva y otros que se encuentran afectados por el bloqueo en la actualización convenios».