El sospechoso de encubrir el doble crimen de Librilla niega cualquier implicación
El cuñado de uno de los presuntos homicidas asume que entró la noche del crimen en la nave, pero dice que estaba oscuro y fue directo a dormir
La titular del tribunal de instancia número 4 de Totana sigue buceando en los detalles que rodean el crimen de los africanos Jean Mirabeau Ngoho ... y Siaka Coulibaly, cuyos cuerpos fueron hallados el pasado abril descuartizados en una nave de Librilla. La instructora escuchó este miércoles, como investigado, a L.B., cuñado de uno de los dos empresarios que se encuentran actualmente en prisión provisional como presuntos autores materiales del truculento asesinato.
Según explicaron fuentes cercanas al caso, este familiar reconoció a preguntas de la fiscal que dormía en ocasiones en la nave de Librilla para vigilar las instalaciones y que lo hizo, incluso, la noche en la que presuntamente desaparecieron los dos africanos en esas instalaciones. La investigación desplegada por la Policía Judicial de la Guardia Civil ya había apuntado en esa dirección al situar su teléfono móvil aquella noche en las instalaciones de la conocida empresa Porkytrans.
El sospechoso, que declaraba como investigado, y salió sin ninguna medida cautelar, explicó, no obstante, que solía entrar a dormir en un camastro que tenía ubicado en un despacho de la nave y que lo hacía utilizando una linterna por lo que, debido a la oscuridad, apenas veía nada de lo que ocurría en la nave. Esa zona se encontraba además, según remarcó, bastante alejada del depósito de aceite usado en el que, meses después, la Guardia Civil encontraría los cuerpos descuartizados de los dos fallecidos.
En la mañana de este miércoles también declararon las viudas de Jean Mirabeau Ngoho y Siaka Coulibaly y las hijas de ambos. En la causa se encuentra también la madre de un hijo que uno de ellos tenía de una relación previa y que está personada a través del abogado Valentín Fernández.
La viuda de uno de los fallecidos ofreció un detalle intrigante, a preguntas de los abogados Emilio Ibáñez y Evaristo Llanos, que se encargan de la defensa de Juan M. y de su sobrino Jesús P. respectivamente. Esta mujer asumió que cuando fue a denunciar la desaparición de su esposo llegó a entregar a la Policía una foto del consejero delegado de Porkytrans, un hombre que mantiene una rivalidad conocida con los empresarios acusados del doble crimen. La mujer en su momento explicó que en un restaurante de Murcia algunos conocidos aseguraban haber visto a los dos africanos marcharse con ese hombre. El consejero delegado también declaró este miércoles como testigo, desvinculándose del suceso.
Las defensas también habían solicitado la declaración de varios testigos, uno de los cuales no compareció y será nuevamente citado. Otro de los testigos, actualmente en la prisión de Almería, iba a declarar por videoconferencia desde la cárcel pero la escasa calidad de la señal llevó a la instructora a aplazar la declaración a otro día. Las partes están pendientes aún del informe definitivo de autopsia y de la declaración voluntaria de los dos principales sospechosos, actualmente en prisión provisional.
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