El sospechoso de atropellar a un guardia civil también está buscado por asaltar una casa
El dispositivo de rastreo se centra en pedanías como Los Ramos y Beniaján y en los barrios de San Antolín y La Fama
Los barrios murcianos de San Antolín y La Fama, junto a las pedanías de Los Ramos y Beniaján, figuran entre las zonas en las que se indaga si está escondido J.D.G., el principal sospechoso del atropello de un miembro de 'Los Linces' de la Guardia Civil, que el pasado domingo participaba en un macrocontrol de alcohol y drogas en el Puerto de la Cadena. Fuentes próximas a la investigación sostienen que J.D.G., de 21 años, «está atrincherado en casa de algún amigo o familiar».
Las pesquisas practicadas hasta ahora han confirmado que contra este joven consta una requisitoria de la Policía Nacional por no presentarse en un juzgado de lo Penal, donde se le iba a juzgar por un supuesto delito de robo en casa habitada, por el que le pedían más de dos años de cárcel. De hecho, los investigadores creen que podría haber escapado del control porque sabía que, en cuanto los agentes le pidiesen sus datos, saltaría la orden de busca y captura y acabaría sentado en el banquillo de los acusados. Esta circunstancia le habría llevado a enroscar el puño de su moto justo cuando parecía que se resignaba a pasar por el control, sin importarle, en apariencia, las consecuencias que pudo tener esa acción para el agente.
En el historial delictivo de este sospechoso también figuran otros robos menores y peleas. Uno de los datos que ha llamado la atención de los investigadores es que a su nombre figuran entre diez y doce vehículos y motocicletas. La imagen de J.D.G., junto a la descripción de su Yamaha IZF, de 600 centímetros cúbicos, ha sido distribuida a todos los agentes que participan en el dispositivo de búsqueda. Entretanto, el miembro de 'Los Linces' atropellado se recupera en su casa de las contusiones sufridas. Sus compañeros están más tranquilos después de que se fotografiase en La Arrixaca, en una silla de ruedas y con el pantalón rajado, pero sonriendo y con el pulgar en alto tras haber recibido el alta.