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TU RINCÓN MÉDICO

Cómo explicarle a tu hijo que ha sido concebido por reproducción asistida

DOCTOR MANUEL BACA COTS RESPONSABLE DE PEDIATRÍA Y NEONATOLOGÍA DE HOSPITAL QUIRÓN MURCIA

Sábado, 24 de mayo 2014, 00:47

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En la actualidad existe una gran cantidad de técnicas de reproducción asistida. Lo más importante es proteger el bienestar y la felicidad de los niños nacidos gracias a ellas y de sus familias. Hay un momento en el que los padres tienen que enfrentarse a la explicación a sus hijos de cómo han sido concebidos. La situación con frecuencia preocupa y deja sin respuesta a los progenitores. Tendrán que hablar de sus sentimientos, de sus intimidades y del porqué de su decisión; incluso deben abordar temas de carácter técnico sobre estos procedimientos.

Partiremos del hecho de que no es un secreto: no hay que ocultar la información. El niño no espera una respuesta técnica y compleja, sino un relato simple que satisfaga sus preguntas, que enfatice el deseo paterno de tener un hijo; una narración que se enmarque en el ámbito familiar, pues los pequeños intentarán validarlo a través de otros miembros de la familia.

¿Cómo y cuándo explicaremos todo esto a nuestros hijos? Un primer elemento a tener en cuenta es la importancia del diálogo para la consolidación del vínculo familiar, pero no se debe caer en explicaciones prolijas o confusas. La actitud contraria, la ocultación, es sumamente negativa pues la ausencia de vínculo genético entre los padres y los hijos concebidos por reproducción asistida no afecta a la relación familiar.

¿Cuáles son las edades óptimas para comunicarlo?

Quienes, en cambio, deciden comunicarlo a sus hijos deben tener presente que, según diversos especialistas, existen unas franjas de edad más aptas que otras para abordar la cuestión. Se recomienda dar el paso con algunos niños de entre cuatro y seis años o bien, más adelante, con muchachos de entre 10 y 12, pero no más tarde. Insistimos en que las explicaciones serán siempre sencillas y adaptadas al grado de madurez del hijo.

La doctora Golombok ha resaltado la importancia de que los padres sean abiertos con sus hijos, incluso con los más pequeños. Se suele comparar con los padres adoptivos y, según este razonamiento, «la edad ideal para informar a los hijos es sobre los cuatro años, para que así, a medida que crezcan, hagan preguntas y lo afronten con normalidad». Lo fundamental es transmitir la realidad de manera adecuada.

En lugar de preguntarse qué decir, es importante reflexionar sobre cómo contarlo.

Es verdad que explicar a niños de estas edades que son hijos nacidos de sus padres, pero sin la carga genética de uno de ellos, puede resultar verdaderamente complejo y difícil. Pero hay cuentos muy recomendables que ayudan a comprender mejor la situación y que están dirigidos a niños bastante pequeños. Del mismo modo, los padres siempre pueden individualizar el caso mediante el asesoramiento de psicólogos y profesionales de la materia.

A los padres que optan por no informar al niño de su origen se les recomienda que hagan lo mismo con el resto de miembros de la familia y con su círculo de amistades. De esta manera, evitarán la situación indeseada de que el niño conozca su procedencia de una forma abrupta y fuera del control paterno.

En cualquier caso, nos aproximaremos a esta situación como a un hecho que haga aumentar la cohesión familiar. El final será un mayor afianzamiento de los lazos familiares, pues el niño recordará el instante de la explicación como un momento agradable y no como un camino de preocupación y suspense.

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