«Esta situación es un aprendizaje»

Habla en positivo Eduardo Osuna cuando analiza qué aspectos ha puesto de manifiesto a nivel social la llegada de la Covid-19. Dice Osuna, catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Murcia (UMU), que «tenemos la mala costumbre de hacer hincapié en las actitudes y los ejemplos negativos» cuando esta experiencia, aun dramática, ha mostrado «la capacidad de respuesta de la sociedad española» y «la ejemplaridad de todos los profesionales que han estado haciendo frente a la situación crítica que hemos vivido y que todavía continúa. Tengo la fe y la esperanza de que los ciudadanos extraigan cuestiones positivas, como la reflexión sobre la vulnerabilidad del ser humano y la apuesta, por tanto, por la ciencia, la sanidad y la investigación, pero no de forma puntual».

Opina Eduardo Osuna que si la valoración que los ciudadanos tienen en la actualidad sobre el sistema sanitario se ha incrementado positivamente, ello debe «tener un reflejo en quienes ostentan la responsabilidad de poner en valor y dotar al sistema sanitario de lo que la sociedad está demandando», por lo que, cuando todo pase, el apoyo a estos servicios debe «continuar». Y añade: «Todo esto supone un aprendizaje y debe permitirnos responder de otra manera frente a una nueva oleada».

El virus responsable de la Covid-19, dice Osuna, posee «una capacidad infectiva y lesiva totalmente inquietante», y en este sentido le «preocupa que, como cualquier virus, tenga una capacidad de mutación que le permita avanzar y que haga que las posibles vacunas que se creen tengan que moldearse». Pero afirma: «Creo mucho en la investigación y encontraremos una vacuna, como viene sucediendo cada año con la gripe».

Ha vivido estos dos últimos meses, dice, «con cierto respeto» por «cómo un agente infeccioso nos ha golpeado cuando pensábamos, de una manera equivocada, que la medicina puede hacer frente a todo. Y no es así, la medicina no puede resolverlo absolutamente todo», de ahí que haya vivido «este ejemplo con respeto y reflexión», confiesa. «Somos vulnerables y tenemos que convivir con esa vulnerabilidad, podemos mejorar la tecnología, que puede ser un complemento del ser humano, pero el ser humano como tal es totalmente vulnerable y este es un ejemplo clarísimo».

Por un tiempo, añade el experto, «vamos a tener que cambiar determinados modos de relación y adoptar medidas atendiendo a la salud individual y colectiva. Pero ello no significa que tengamos que renunciar a las características y a la idiosincrasia que tiene la sociedad mediterránea en la que vivimos, como tampoco a actividades como la docencia de un modo presencial. Los profesores estamos respondiendo enormemente bien en cuanto a la utilización de medios 'online' pero, personalmente, echo de menos la relación con los alumnos, poder mirarles y saber si se han despistado de la explicación..., no hay que renunciar a la riqueza de la educación presencial».