El sindicato ANPE rechaza que el curso escolar se alargue hasta el mes de julio

La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, liderará este miércoles una reunión de la Conferencia Sectorial de Educación que se celebrará por videoconferencia y trasladará a las comunidades autonómas la posibilidad se suspender las pruebas externas de evaluación para estudiantes de Primaria y Secundaria de este curso.

La reunión, convocada la semana pasada por la ministra, tiene como único punto del orden del día abordar la incidencia de la crisis del coronavirus en el sector educativo. Además, el Ministerio pretende consensuar con las comunidades autónomas un nuevo calendario para la Selectividad, después del acuerdo de la semana pasada para retrasar las pruebas de acceso a la universidad.

Las evaluaciones que Celaá propone suspender son las que deben realizar cada curso los alumnos de tercero y sexto de Primaria, así como los estudiantes de cuarto de Secundaria, como establece la vigente Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), impulsada por el exministro José Ignacio Wert y aprobada en 2013 por el Partido Popular. Estas pruebas dejaron tener efectos académicos en 2016 cuando Íñigo Méndez de Vigo relevó a Wert al frente del Ministerio de Educación. Entonces se estableció que sus resultados no pudieran ser utilizados para «el establecimiento y publicación de clasificaciones de los centros», como contemplaba la LOMCE.

La reunión de la ministra con las comunidades autónomas podría abordar también la posibilidad de cerrar el curso escolar en el mes de marzo ante la previsible prolongación del estado de alarma. Esa es una de las medidas que están sobre la mesa -aunque el ministerio de Educación por el momento la rechaza-, como también está la de alargar el curso hasta el mes de julio. Sobre esta segunda opción se ha pronunciado el sindicato Anpe, que muestra su rechazo a esta medida alegando que el profesorado sigue trabajando, adaptando y desarrollando las programaciones a las nuevas circunstancias, por lo que «el periodo lectivo debe terminar el 30 de junio, incluidos los exámenes, como sucede todos los años».

El sindicato señala además que las altas temperaturas que se alcanzan en julio en muchas comunidades autónomas impediría el normal desarrollo de las clases, ya que muchos centro educativos no disponen de unas instalaciones adecuadas como aire acondicionado.

Señala también Anpe que durante ese mes se celebran muchas oposiciones para el profesorado, que no podría desarrollar su labor docente mientras forma parte de tribunales o, en el caso de los interinos, mientras se presentan a las pruebas.

Por último, el sindicato muestra también su rechazo dado que muchas familias disfrutan en el mes de julio de su periodo de vacaciones y este se vería perjudicado en el caso de alargarse el curso escolar hasta ese mes.