Fundación Tienda Asilo de San Pedro: Siglo y cuarto de generosa ayuda

Tras 125 años de incansable servicio a los más desfavorecidos, la Fundación Tienda Asilo de San Pedro, ubicada en Cartagena, mantiene intacto su espíritu de ayuda a los demás. La vocación solidaria de esta ONG no solo ha sobrevivido a guerras, a cambios políticos y a crisis económicas, sino que ha crecido, como lo ha hecho la gratitud de aquellos a los que apoya cada día en su centro de formación y en sus residencias para personas afectadas por el VIH de Cartagena y Burkina Faso. Eso le ha valido la Medalla de Oro de la Comunidad Autónoma, que hoy recoge su presidenta, Nicol Muñoz.

Como sus predecesores, Muñoz no duda en seguir buscando apoyos hasta debajo de las piedras para llegar a más personas. Este ímpetu es lo que llevó a esta organización a salir lejos de sus fronteras de Cartagena para ampliar su labor. Lo hizo en 2004, respondiendo al desafío del VIH que asolaba Burkina Faso (África Occidental), el tercer país más pobre del mundo. Allí, durante quince años, ha ayudado a 600 niños.

«Les damos de comer, les pagamos el colegio y les damos las medicinas que necesitan. Gracias a eso, algunos ya están en la universidad y tienen sus propias empresas», cuenta Muñoz, con un poco de nostalgia. La Fundación tiene en ese país, concretamente en la provincia de Bam, una sede y un centro polivalente de actividades.

Antes de ser presidenta, Nicol trabajaba como coordinadora en el Hogar Torre Nazaret, una residencia permanente donde son atendidos afectados por VIH en fase avanzada o terminal y a discapacitados.

Esta casa de acogida abrió sus puerta en 1995 y, desde entonces, una veintena de profesionales y voluntarios, entre ellos enfermeros, psicólogos, educadores, médicos y voluntarios no paran de hacerle la vida un poco más feliz a los residentes. Allí, en una vivienda ubicada a las afueras de Santa Ana, reciben un seguimiento sanitario, médico y farmacológico adecuado a sus necesidades de manera gratuita. De esta forma, los acogidos encuentran una oportunidad de disfrutar de una nueva familia, de vivir de forma diferente y de sentirse queridos, valorados y hasta admirados.

La otra rama de esta asociación sin ánimo de lucro es la formación. Para ello tiene un centro homologado por la Comunidad Autónoma en la barriada de Lo Campano. Desde finales de los años ochenta hasta la actualidad, ha formado ya a más de 3.000 alumnos. Es uno de los proyectos vertebrales de la organización.

El centro es ejemplo de su espíritu. Allí intentan que las personas que entran salgan con una formación suficiente para seguir en la vida por sí mismas. Es el caso de Antonio David Rodríguez y de Samuel Pedrero, ambos de 21 años, que participan en un curso de soldadura. «Me gusta el oficio y con esta formación espero conseguir un empleo. Es toda una alegría estar aquí. Nos tratan muy bien», coinciden en decir.

Allí, los técnicos y profesores les facilitan las herramientas necesarias para acceder al mercado laboral, tal y como refleja la filosofía solidaria de la Fundación Tienda Asilo de San Pedro. Los cursos son totalmente gratuitos y están dirigidos a personas desempleadas, sin estudios y en riesgo de exclusión social. Los alumnos, además, tienen la opción de realizar el periodo de prácticas profesionales no laborales en empresas de la comarca de Cartagena. Algo que les permite conseguir, en algunos casos, un contrato de trabajo.