«Aquí se sienten más seguros que en sus países»

Nació como un lugar de refugio para el arte, un espacio alejado de la ciudad y estrechamente vinculado con la naturaleza y la vida más rural. Hoy también es refugio para sus residentes. En el Centro Negra de Blanca conviven estos días de cuarentena siete creadores. Llegaron hace tres meses a la Región con el objetivo de permanecer dos, pero el estado de alarma cambió sus planes. Lejos de regresar a sus países de origen –proceden de Alemania, Francia, Uruguay y Corea del Sur– decidieron alargar su estancia en Blanca, donde siguen desarrollando su trabajo con el apoyo del colectivo AADK, responsable del proyecto al que da cobijo el Centro Negra, y a cuyo frente está el artista murciano Abraham Hurtado.

Es él quien explica cómo están viviendo el confinamiento los residentes de este espacio, que ha tenido que suspender tanto en marzo como en abril sus jornadas mensuales de puertas abiertas para acercar al público los proyectos creativos de sus moradores. Cuenta Hurtado que las medidas y protocolos de seguridad para esquivar al virus se adoptaron en el Centro Negra mucho antes de que el Gobierno decretara el estado de alarma. Fue durante la primera semana de marzo cuando el equipo del centro, formado por cinco personas, estableció las primeras normas, trasladando algunas actividades que los residentes realizaban de forma conjunta a espacios más amplios para garantizar el distanciamiento. «Ya estábamos –dice– bastante concienciados, e incluimos las medidas como una rutina más». Además, desde que se decretó el encierro, «todo el equipo teletrabaja».

«Nos comunicamos con los residentes a través de la aplicación 'Zoom' para hacer el seguimiento curatorial de sus trabajos, y solo la directora del centro, Elena Azzedín, les visita una vez por semana manteniendo los protocolos», explica Hurtado, quien asegura que «el día a día de los residentes no ha cambiado mucho. Estaban ya bastante confinados; únicamente salen a comprar comida. Y no todos. Conviven como un núcleo familiar, y están bastante tranquilos. De hecho, que hayan decidido quedarse es un síntoma de que aquí se sienten más seguros que en sus países, y eso es interesante: cómo el pueblo y el centro pueden convertirse en un refugio. Nosotros estamos encantados», apunta el creador murciano.

El Centro Negra ha tenido que cancelar las estancias de nuevos artistas que tenía previstas para estos meses de abril y mayo «ante la incertidumbre de movilidad», y ello, señala Hurtado, ha supuesto un «impacto económico importante a nuestra sostenibilidad, ya que somos un proyecto independiente, y a nivel regional solo contamos con el apoyo del Ayuntamiento de Blanca, que nos aporta la infraestructura del centro». No obstante, el proyecto de AADK en el municipio murciano cuenta con la colaboración de la Fundación Daniel y Nina Carasso, que desde 2017 apoya el programa AADK Sonora, y que con motivo de la actual crisis ha lanzado, añade Hurtado, un plan de apoyo económico para apoyar proyectos y entidades culturales que ya financiaba.