Unos 12.000 ecuatorianos votan en la Región a su presidente

Si las largas colas de gente en la entrada del Auditorio Víctor Villegas de Murcia fueron las protagonistas en la primera vuelta de las elecciones generales de la República de Ecuador celebradas el pasado siete de febrero, en esta segunda tanda la sorpresa fue la ausencia de las filas. «He venido de mala gana pensando en que iba a estar veinte minutos esperando, pero al llegar al recinto me ha asombrado para bien la fluidez que había para acceder a las mesas», apunta Tatiana Palma, ecuatoriana que lleva 18 años residiendo en España, tras depositar su voto.

El motivo de la ausencia de aglomeraciones fue que en esta ocasión el proceso de votación era más sencillo y ágil, ya que solo había una papeleta para decidir entre dos candidatos: Guillermo Lasso, del partido Creando Oportunidades (Creo) del centro derecha, y Andrés Araúz, de la formación progresista Unión por la Esperanza (Unes). Los 30.000 ecuatorianos inscritos en la Región para estos comicios debían elegir entre uno de los dos y lo hicieron en los cuatro puntos habilitados para tal fin, con todas las medidas de seguridad sanitaria, y en las 62 mesas electorales dispuestas en Murcia, Cartagena Lorca y Jumilla.

En la capital, que es la tercera ciudad por detrás de Madrid y Barcelona con la mayor comunidad ecuatoriana de Europa, a las doce del mediodía, unas 2.800 personas ya habían ejercido su derecho al voto en el recinto del Auditorio Víctor Villegas. Al finalizar la jornada, el porcentaje de participación fue del 40%, con unos 12.000 votos registrados, según fuentes del Consulado de Ecuador.

«Comenzamos a las nueve de la mañana y no hubo incidentes destacables durante la jornada», aseguraron desde la organización. Asimismo, el cónsul de Ecuador en Murcia, Miguel Ángel Macías, animó a sus compatriotas a que acudieran «masivamente a las urnas para participar en el futuro gobierno» de su país.

Sin embargo, algunos ecuatorianos mostraron a pie de urna su desesperanza en cuanto a un cambio de rumbo de las políticas sociales, sanitarias y económicas del próximo presidente. «Estamos en un momento crucial y creo que ninguno de los dos candidatos está a la altura. La gente está cansada del populismo y la corrupción, que lo dominan todo allá», señaló Raúl Clemente, que llegó a España desde Ecuador hace 21 años.

La gestión de la pandemia del Gobierno ecuatoriano fue otro de los aspectos más criticados entre los votantes residentes en la capital murciana, tanto que hizo que algunos electores se movilizaran. «No tenía pensado participar, pero las imágenes que vi el año pasado de cientos de cadáveres sobre el asfalto de las calles de Guayaquil han hecho que venga y vote con rabia», explicó Junior Yepes.

Otros ciudadanos ecuatorianos, por su parte, reconocieron que acudieron a la cita electoral para conseguir el certificado de voto, un documento que acredita haber participado en los comicios y que es imprescindible para efectuar numerosos trámites administrativos en Ecuador. «Si no lo tienes, hay que pagar una multa de unos 40 dólares», apuntó Marisol Romero, una ecuatoriana de 47 años que tenía pensado viajar a su país próximamente para traer a su hija a España. «Necesito ese papel para gestionar su traslado», comentó.