La sección sindical Acaip-UGT de la cárcel Campos del Río denuncian la situación que viven los funcionarios

La sección sindical Acaip-UGT del Centro Penitenciario Murcia II en Campos del Río puso de manifiesto este martes unos gravísimos hechos ocurridos en la noche del lunes. Según indican en un comunicado, a última hora de la tarde las galerías del módulo 5 de la cárcel de Campos del Río «se convirtieron en una ratonera para los funcionarios que prestaban servicio en él. El departamento, uno de los más conflictivos de la prisión y que alberga a los presos más peligrosos e inadaptados, fue testigo de un grave incidente regimental que derivó en varios intentos de agresión a los trabajadores y que requirió la presencia de la práctica totalidad de la plantilla de servicio para contenerlo».

Los sindicatos aseguran que «durante el cierre de celdas previo al recuento nocturno, uno de los momentos más delicados de la jornada, los internos aprovecharon para intercambiarse tabaco, revistas y cualquier otro elemento que les haga el descanso nocturno más llevadero. Es en ese contexto cuando el funcionario que se encarga de una de las plantas ordenó a uno de ellos que entrase en su celda para llevar a cabo el cierre. El interno, que ha pasado casi toda su condena clasificado en primer grado por ser protagonista de múltiples y graves incidentes regimentales, se enfrentó al trabajador, negándose a entrar en la celda. Lo hizo, además, de forma violenta y amenazante», aseveran.

También añaden que «el funcionario reiteró la orden, momento en el que el interno se abalanzó hacia él con intención de agredirle, logrando golpearle en el brazo. Todo esto en presencia del resto de internos de la galería, que aprovecharon para jalear la actitud de su compañero. Otros funcionarios, que supervisaron la operación por las cámaras de vigilancia, acudieron inmediatamente en su ayuda e intentaron contener al interno, pero fueron increpados por el resto con gritos y amenazas».

UGT señala que «fue en ese momento en el que se intentó contener a la población reclusa, cuando otro de los internos empujó violentamente a uno de los funcionarios, mientras otros utilizaron palos de escoba rotos como arma punzante frente a los trabajadores del centro, amenazándoles con pincharles si se acercaban. Ante la gravedad de la situación, el Jefe de Servicios, presente tras ser requerido por los funcionarios al iniciarse el incidente, solicitó la presencia inmediata de todos los funcionarios disponibles para tratar de controlar la situación. Durante unos minutos, las dos plantas del Módulo 5 se convierten en una olla a presión, donde los gritos, las amenazas, los empujones y la violencia hacia los trabajadores hicieron temer por la integridad física de los mismos. Afortunadamente, consiguieron que cada interno se metiese en su celda, identificando posteriormente a dos de los cabecillas que habían llevado la iniciativa durante el violento episodio acontecido». Los propios trabajadores señalaron que vivieron «uno de los momentos más violentos y complicados desde que abrimos esta prisión». El incidente se saldó con cuatro internos en aislamiento provisional.

Desde la sección sindical de Acaip-UGT consideran que «este tipo de incidentes se están convirtiendo en cada vez más habituales. La nefasta política que lleva a cabo la Secretaría General de instituciones Penitenciarias hacen que los internos no teman por las consecuencias de sus actos. A pesar de protagonizar incidentes muy graves, cada vez son mayores los inconvenientes que nos encontramos para justificar la aplicación de medios coercitivos contemplados legalmente, como es el aislamiento provisional. Hay determinados perfiles de internos que, desgraciadamente, utilizan la provocación, las amenazas y la violencia como medio habitual para tratar de conseguir sus objetivos», indican.

Por otro lado, desde los sindicatos apuntan a que «la campaña de desprestigio que, inexplicablemente, la Secretaría General ha iniciado contra sus propios trabajadores, lo hace todo mucho más difícil. Instrucciones como la publicada hace unos meses en la que se da veracidad a la palabra del interno frente a las actuaciones de los uncionarios, sin necesidad de ningún tipo de denuncia, ni parte médico, ni pruebas que apoyen su denuncia o queja, provocan entre el colectivo una sensación de indefensión que hace muy cuesta arriba llevar a cabo nuestra ya complicada tarea. Los internos lo saben… y se aprovechan de ello. Nos han perdido el respeto y su actitud es cada vez más soberbia y agresiva. Se sienten impunes. Una de sus frases favoritas:«esto me sale gratis, creemos que lo resume bastante bien», subrayan.

Acaip y UGT recuerdan que «no se nos reconoce la condición de agentes de la autoridad en el ejercicio de nuestras funciones y que la Secretaria General y el Ministerio del Interior hace meses que mantienen paralizada la negociación de las mejoras laborales que hace años que no hacen más que empeorar; falta personal que la simple convocatoria de plazas no resulta suficiente al tener un déficit a nivel nacional de más de 3.000 efectivos; con las convocatorias de empleo público de los últimos años no se llega ni a cubrir las jubilaciones y defunciones, la edad media de los empleados públicos supera los 55 años, se hace necesario formación continua y universal que cubra las carencias dado los nuevos perfiles de internos que se dan en las prisiones dependientes de la secretaria general de instituciones penitenciarias».

«Se ha de poner de manifiesto la gravedad de los hechos relatados de tal forma que el órgano competente del Centro penitenciario de Murcia II ha propuesto la inmediata clasificación de estos internos en primer grado y su traslado a otros centros. Desde esta sección sindical queremos mandar mucho ánimo a los compañeros implicados y a la plantilla en general; poniendo en valor la enorme profesionalidad de sus trabajadores en el día a día de nuestra ardua tarea», finalizan.

Temas

• Región de Murcia
• Campos del Río