Los pescadores del Mar Menor temen otro descalabro con la restricción a la captura de anguilas

De la libertad total de pesca que disfrutaban antes, asumieron una veda gradual, que este año les permitía pescar esta especie del 1 de diciembre al 15 de enero, y durante todo el mes de marzo con un cupo total de 25 toneladas. Pero la inminente aprobación del nuevo reglamento europeo pone ahora en peligro la pesca de anguila en marzo, a pesar de que no se ha cubierto el cupo autorizado. Ya habían capturado 22,5 toneladas, pero en épocas de vacas flacas incluso ese pico final de 2,5 toneladas les supone un nuevo contratiempo. Esperaban completar sus previsiones económicas por la producción de anguilas, que suponen el 7% de los ingresos del sector pesquero del Mar Menor.

La anguila les proporciona además la venta más segura y estable, ya que subastan el total de las capturas a principios de campaña por un precio cerrado a un solo comprador. Y este año habían pactado un precio de 9,30 euros el kilo con una empresa distribuidora de Sevilla (dos euros más que el año anterior). Sus expectativas de ganancias podrían tambalearse con una posible prohibición para calar las paranzas en marzo, aunque no sería la peor de las opciones. La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca asegura que «el nuevo reglamento europeo impedirá la pesca de anguila de enero a marzo». «A cambio se valorará que puedan pescar en noviembre», indican fuentes oficiales, aunque la alternativa no convence a los pescadores, que capturan en enero la mayoría de la producción, mientras que en noviembre apenas aparecen anguilas entre las redes.

Ante la posibilidad de más restricciones, el patrón mayor de la Cofradía, José Blaya, asegura que «sería un descalabro, porque pasamos una situación crítica, ya que la pesca es escasa». Después de los duros años que atraviesan por la crisis ecológica del Mar Menor, Blaya cree que el nuevo recorte es «para alarmarse». «Esperamos que el Servicio de Pesca nos apoye», afirma.

El patrón mayor advierte: «Si nos cierran marzo, tendrán que sumarnos lo que queda del cupo al del año próximo». Pide además que no se legisle sobre la pesca del Mar Menor como en otros mares. «El Mar Menor es muy diferente, no se dan las mismas circunstancias que en las lagunas valencianas u otras del Mediterráneo», afirma. Coincide con otros pescadores de la laguna en que «cada año hay más anguilas», al contrario de lo que sucede en otras aguas, donde el paulatino descenso de la población ha motivado las restricciones europeas a la pesca. «Los niveles de reclutamiento son muy bajos y diversos centros de investigación e instituciones están pidiendo la captura cero, o sea, el cierre total y permanente de la pesca de la anguila y la angula», argumentan desde la Consejería.

A los pescadores del Mar Menor les parece excesiva la medida. Creen que con una veda que permita a las anguilas la salida al Mediterráneo para iniciar su trayecto hacia la reproducción en el mar de los Sargazos sería suficiente. El patrón mayor alerta de que «puede pasar aquí como con el atún rojo en el Mediterráneo, ya que es muy voraz y, con el aumento de la población, en tres o cuatro años no quedarán langostinos». «Tendremos un problema porque el pescado grande se come al chico, pero si no hay chico, tampoco habrá grande», explica Blaya. Ante la Comunidad defenderá «que nos dejen pescar anguila durante diciembre y enero al completo si es que nos quitan marzo»

La Cofradía ha encargado un estudio sobre la población de anguilas en el Mar Menor para acreditar con datos científicos lo que los pescadores perciben en su conocimiento práctico de la laguna. «Ahora pescamos un 50% más de anguilas que hace 20 años, pero sobre todo en los últimos 5 años hay una población excesivamente alta de esta especie, por lo que deberían aumentar el cupo. Sería bueno para el Mar Menor y daría vida a los pescadores en invierno», afirma.

Según el biólogo y naturalista Ángel Sallent, de la Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse), «el Mar Menor podría soportar una pesca sostenible y controlada de la especie, aunque la UE va a tomar una decisión sin excepciones». Anse realizó el último estudio conocido de la anguila del Mar Menor, en el que comprobó que «la especie está bien distribuida y representada en los humedales de este espacio protegido, donde la anguila europea tiene su localización más importante en la rambla del Albujón». El informe reveló que el 82% de las capturas corresponden a hembras, de las que el 30% eran hembras adultas y migrantes, por lo que recomiendan una revisión de las vedas, ya que la proporción de hembras adultas pescadas aumenta en los días cercanos a las lunas nuevas.