El langostino enseña al fin los bigotes en el Mar Menor
Los pescadores se animan con la captura de 660 kilos del crustáceo y auguran «una buena racha» de dorada en otoño
Las caras sonrientes de los pescadores del Mar Menor no tienen nada que ver con las de hace un año. En la anterior campaña ... otoñal, el langostino se empeñó en esconderse y obligó a retirar las langostineras de la orilla de La Manga. Ni compensaba el gasto del gasoil ni merecía la madrugada en vela. Las caras largas y los gestos de preocupación infectaron la lonja de Lo Pagán de un silencio cortante, muy distinto a la animación que se vive estos días en torno a la cinta móvil de la subasta.
En los doce días transcurridos desde que se abrió la veda de la especie más preciada de la laguna, han capturado 660 kilos de este marisco tan delicado que aparece en «lo oscuro», como llaman los pescadores a las noches sin luna, y se esconde si amenaza tormenta. El puñado de relámpagos de anteanoche los asustó y, como los pescadores ya barruntaban, este jueves volvieron al muelle con menos kilos, pero el transcurso de la campaña va viento en popa, con cantidades aceptables, precios sostenidos y un tamaño del producto mayor de lo esperado.
El pico de capturas en esta primera quincena de campaña se produjo el pasado lunes 19, con 157 kilos, que se pagaron en la subasta a 30 euros. Como marca la ley del mercado, el primer día de la temporada, que va del 10 de septiembre al 15 de noviembre, con solo 7 kilos disparó el contador de la subasta hasta los 85 euros. Los afortunados que los cataron de aperitivo en la plaza de las Flores de Murcia o en algún restaurante costero debieron pagarlos por encima de los cien euros. Todo un homenaje para reírse de la inflación.
El pico de capturas en la primera quincena de campaña fue el día 19, con 157 kilos que se pagaron en la subasta a 30 euros
Este jueves alcanzaron la aceptable cifra de 48,50 euros el kilo en la subasta, donde los bigotudos saltaban de las cajas.
«El domingo nace la luna, así que veremos si baja», cuenta uno de los hermanos López, 'Los del Estacio'. Los más afortunados son los que calan las langostineras en el Seco Grande, el caladero más apreciado por sus aguas claras. Situado al norte del canal del Estacio, reúne las redes de una decena de embarcaciones. Los que calan más al sur no cargan con tantos kilos, aunque en la Cofradía confirman que «estas capturas ya van más en la línea de hace seis años».
Otro motivo para la euforia es que «la demanda se mantiene fiel, vemos la aceptación del producto del Mar Menor». Lo confirma Juan Mariche, uno de los bróker del pescado del Mar Menor.
Hasta el momento, las cantidades son aceptables, los precios sostenidos y el tamaño del producto mayor de lo esperado
Buenas expectativas
La mejor cara del futuro del sector es Francisco Javier Martínez Gómez, tercera generación de 'Los Largos'. Con solo 17 años, el benjamín del clan marinero lleva seis meses con barco propio, 'Sr Largo', un clásico de 8 metros con 123 años de historia, ya que lo patronearon 'Los Rusos', otra estirpe del Mar Menor, ya en los tiempos en que solo se impulsaba con vela. El jovencísimo pescador mostraba este jueves sus primeras capturas de langostino.
Para David Castejón, del barco 'Nuevo Porvenir', esta temporada pinta bien para «compensar la del año pasado, que fue tan mala». La zona del Estacio también le sonrió este jueves a Jesús Rojo, que llegó a la subasta con 80 kilos de lubina más una de cuatro kilos que atrajo todas las miradas en la lonja. Los pescadores auguran «una buena racha» para finales de octubre o principios de noviembre, cuando las corrientes agiten la laguna y pongan en movimiento a las especies.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
