El club náutico de Lo Pagán invertirá 430.000 euros para convertirse en icono arquitectónico
Un centro con acceso desde la explanada sustituirá el anterior edificio, que fue devorado por las llamas
Un edificio con varios ojos destacará en la fachada costera de Lo Pagán. El diseño del arquitecto murciano Juanjo Rojo para sustituir la sede del ... Club Náutico, que se quemó en el incendio del 28 de agosto de 2020, propone un centro social con una cubierta de celosía en la que destacan los ojos de buey en un guiño al carácter marinero del espacio. La propuesta del arquitecto -también navegante del Mar Menor y del Mediterráneo- ha resultado ganadora en la votación de los socios en una reciente asamblea, frente al diseño de la arquitecta Vanessa Molina.
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La entidad que gestiona el puerto deportivo, con 424 amarres, invertirá 430.000 euros en la construcción, que aspira a convertirse en el nuevo icono arquitectónico de la localidad costera. Además de su innovadora fachada, la nueva sede contará con un acceso desde la explanada como prueba de la voluntad de apertura del club náutico a la población.
No era una decisión fácil sustituir el edificio anterior, creado por el arquitecto murciano Javier Peña, cuya estructura vanguardista destacó en el paisaje local con su doble carcasa. El nuevo edificio empezará a tomar forma «en cuanto la Comunidad Autónoma dé el visto bueno, se subsanen las posibles deficiencias y se contraten las obras», según el gerente, David Torres. Más abierto al exterior y con espacios diáfanos, la idea del arquitecto Juanjo Rojo hace hincapié en la sostenibilidad. La nueva sede nacerá con placas fotovoltaicas y ventilación por aerotermia, que utiliza el aire exterior para bombear calor o frío al interior. «Consumirá menos energía», garantiza el arquitecto, que ha firmado proyectos innovadores de restaurantes y discotecas en Madrid y el original supermercado 'ajardinado' de Famico en Alguazas.
A primera vista destacará la cubierta de lamas de resina de fibras de madera, que según el experto permanece inalterable durante unos 20 años. «El edificio se abre hacia el puerto y hacia la explanada, ya que antes no dialogaba con la ciudad», explica el arquitecto. En la distribución del espacio, ha primado la zona común, que en el nuevo diseño se abre con una terraza al exterior en la fachada orientada al puerto, para que sirva de punto de encuentro. «Se generan espacios versátiles y se amplían los vestuarios, los aseos y las zonas de descanso», afirma Rojo. Potenciar el carácter social del centro prevalece en el proyecto. «Era un puerto sin vida, solo se usaban para atracar el barco, pero ahora habrá espacios de relax y zonas donde relacionarse», explica.
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Empezará a tomar forma «en cuanto la Comunidad dé el visto bueno y se contraten las obras», asegura el gerente
Para el arquitecto, «las zonas de oficina, con salas de juntas y espacios de trabajo conviven con las áreas de ocio, la cafetería, el solarium y las terrazas en equilibrio». «Era importante que hubiera zonas abiertas cómodas, tanto cubiertas como no cubiertas», señala. El rediseño de las terrazas superiores potencia los miradores sobre la explanada de Lo Pagán, centro neurálgico de las fiestas y eventos locales, y sobre la bahía de Villananitos hasta el paseo de La Mota. Rojo asegura que «se han tomado las medidas de seguridad contra incendios que se exige a cualquier edificio y aún más, ya que los materiales son ignífugos».
Concesión hasta 2036
Al objetivo de crear «un club náutico sostenible le seguirá el reto de avanzar hacia un puerto sostenible», señala el arquitecto. El puerto deportivo de Lo Pagán tiene pendiente la ejecución de un plan de mejora integral en los próximos cuatro años, ahora que ya cuenta con la ampliación de la concesión administrativa para la explotación de la dársena hasta 2036, según el gerente.
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La entidad que gestiona el puerto ha priorizado la construcción de la sede, para desarrollar después mejoras en la conexión, como la construcción de un pantalán rompeolas flotante para el amarre del ferry que está previsto que enlace la localidad con el puerto de Tomás Maestre, en La Manga. También contempla el plan crear una línea de autobús desde Murcia para facilitar el tránsito de turistas a la costa del Mar Menor. Junto al muelle de embarque se proyectó una sala de espera en una edificación prefabricada, de unos seis metros por cinco metros, acristalada por un lado para permitir la visión de la llegada y salida del ferry.
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