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Miércoles, 13 de agosto 2014, 00:54
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Dos jóvenes han sido condenados a una pena de arresto domiciliario y al pago de los gastos de la reparación de una cerradura que mandaron cambiar a un cerrajero. Lo hicieron a pesar de que la vivienda no era de su propiedad, para de esta forma poder entrar a robar. Los hechos ocurrieron en San Javier, cuando un agente de Policía Local se interesó por el trabajo de un cerrajero que estaba en la puerta de una casa, ubicada en la calle División Azul.
El cerrajero explicó que estaba cambiando la cerradura porque dos jóvenes, un hombre y una mujer, supuestamente habían perdido las llaves de la casa, pero que al ver el coche policial habían huido. Con la ayuda de los vecinos, el agente localizó al dueño de la vivienda y el cerrajero facilitó una descripción física de la pareja, de unos 25 años, y un teléfono móvil. Estos datos permitieron la posterior detención de los dos jóvenes, que reconocieron los hechos.
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